Era de noche y aquellas tres sombras en medio del cementerio llamaron su atención. Sintió un cosquilleo que bien podía ser curiosidad o miedo. Parecían misteriosas, pensó en fantasmas, y luego en un grupito fumándose un pitillo.
Decidió acercarse, fantasmas o fumadores, igual daba, no era un cobarde. «¡Ey! ¿Qué hay?», saludó.
Tres rostros se volvieron, sudorosos, febriles, salvajes, también asustados. Entonces vio el cuerpo de la joven en el suelo, inmóvil, y a juzgar por sus ropas, también la habían violado.
Prendió la alarma en su interior y el miedo asió a su presa. «¡A por él! —gritó uno de los sujetos—. ¡Prendedlo antes que de la alarma!».
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fantasmas y presencias, demonios y dolor, muertes; leyendas; suspenso; terror.
Editado: 02.12.2023