HISTORIA 3: TEN BUEN DIA
La relación estaba desgastada por el tiempo, ya no había amor, es mas no sabían lo que realmente era. Ambos no sentían esa felicidad extraña que da el amor, no habían mariposas cuando se veían a los ojos, es mas, ni si quiera se dirigían la palabra o se interesaban en las actividades del otro.
Aunque en el pasado se amaron demasiado, eso se veía muy lejano, solo estaban en el recuerdo aquellos días que no podían estar separados, que decían extrañarse demasiado cuando no habían pasado ni dos horas de su último encuentro, donde todo el tiempo luchaban por estar juntos el mayor tiempo posible. Con mucho cuidado planeaban sus días y citas para que fuera perfecto, eran momentos, horas a veces días valiosos. Parecia que habian olvidado como su historia comenzó, y los motivos que los hacían amarse.
Tal vez la edad no los ayudó, cuando se conocieron eran unos niños, pero tenían la ilusion del primer amor, es el primer novio al que lo presentas a tus padres y lo llevas a todas las comidas y reuniones familiares; el que te regala tus primeras rosas rojas en las primeras citas. Con el que cantas a todo pulmon canciones cursis para celebrar la vida. Y en estos tiempos actuales con el que subes fotos, videos y mensajes en todas las redes sociales para presumir el amor.
Ella despertaba todos los días queriendo ir a clases solo porque sabía lo vería. Y los mensajes de buenos días antes de verse, las llamadas nocturnas y que se extendían hasta la madrugada porque en la distancia se convierte en necesidad escuchar la voz del otro. Fueron muchos meses de amor y felicidad, de enojos insignificantes y de planear un futuro juntos que muy en el fondo sabían nunca ocurriría. Querían crecer rapido para estar siempre juntos, casarse, anhelaban que este su primer amor fuera el unico que tendrían, no necesitaban a nadie mas.
Cuando empiezan una relacion siempre intentan impresionar al otro, esto crea expectativas sobre la otra persona. Con el tiempo, el punto crítico llega cuando no pueden seguir fingiendo y las expectativas se rompen, llegamos a conocer a la persona tal cual es, vemos mas defectos que virtudes y aunque muchos luchan por seguir aparentando que nada esta pasando pero ya hay un huracán desatado dentro de nosotros. Es este punto donde decidimos si la persona es (pese a todo) con la que queremos estar el resto de nuestras vidas o es mejor tomar caminos aparte. Empezaron a crecer, otras responsabilidades llegaron pero así como crecían de manera fisica y mental se olvidaron de madurar la relación junto al tiempo que pasaron juntos. El pasar a estudios universitarios, los cambios de rutina y actividades van desgastando el tiempo y la comunicación.
Era evidente que después de tanto, el fin estaba cerca. Sin embargo decidieron hablar, se citaron, se vieron a los ojos y se dieron cuenta que no se miraban igual, que ambos habían cambiado mucho y ya no se reconocían en la mirada del otro. Algo se perdió, tal vez algo se rompió. Ambos querían decir tanto pero les daba vergüenza decirlo, con la mirada se dijeron todo: "hasta aquí llegamos como nosotros y ahora solo importo yo" se miraron por mucho rato, recordaban sus momentos felices y no sabían como decir adiós para siempre.
Ella, la sensata se levantó de la mesa y dijo: "después de tanto tiempo ya no se ni que mas decirte, así que espero tengas buen día"
Él se levanto de la mesa y le contesto: "también tu ten buen día".
Tomaron caminos diferentes, no se sabe si volvieron a encontrarse en la calle como extraños.