Luego de ir de compras , Jeremy tuvo la magnífica idea de comer un poco de pizza.
Según él, el ritual de compras no estaba completo sin una buena porción de esa "maravillosa" comida italiana. En mi opinión era más fan de la comida mexicana .
Todo lo que fuese picante , era la salvación para mí y mis papilas gustativas.Esa era una de las tantas cosas que Jeremy no entendía de mi.Pero eso estaba bien.
No porque fuésemos parecidos en la gran mayoría de las cosas, teníamos que justo pensar de la misma forma sobre esto. Yo tampoco entendía cómo era posible que combinara malteadas con patatas fritas.
No sabía como su pobre estómago e hígado eran capaces de soportar eso. Pero allí estábamos, haciendo fila , esperando nuestro turno para ordenar.
-Qué se te antoja?-preguntó bajando su mirada para encontrar la mía.
Cabía destacar que nuestra diferencia de altura era claramente notable.Otro punto a mi favor... claro si estuviésemos en otro mundo. Lamentablemente a mi amigo le gustaban las chicas altas y delgadas.
Yo por otra parte, era el antónimo a eso. Si se tratase de otra persona , claramente lo calificaría de superficial, y vacío. Pero se trataba de Jeremy y era casi imposible que algún comentario sobre él saliera de mi boca.
-Comida mexicana no cuenta?-miré para el frente, evitando así su mirada.
Normalmente no me molestaba mirarlo a la cara. Incontables veces habíamos hecho competencias de miradas. Y el premio era siempre el mismo. El que ganaba elegía la película que veríamos, y el que perdía tendría que soportar su castigo viendola sin decir una palabra al respecto, aceptando su derrota.
Pero luego de lo que había pasado en aquella tienda de ropa, es como si de repente me sintiese más tímida de lo normal frente a Jeremy. La razón? Incluso yo la desconocía. Y me odiaba por eso.
Se trataba de mi amigo. La persona que mejor me conocía y con la que lo compartía todo...o casi todo.
Sin embargo nunca lo había visto así de esa manera como aquella tarde . Algo definitivamente había cambiado en mi interior y no me gustaba como eso se sentía. Nunca había sido una gran fan de estos. Porque siempre presagiaban lo peor.
Y esta no era la excepción a la regla.
-Sabés que esa clase de comida infernal está prohibida cuando estás cerca de mí.
-Por qué?
-Quieres que te recuerde el desastre del 4 de mayo?
-Cuando tuviste que esconderte en mi baño luego de probar la salsa especial de mi mamá?
-Como olvidar aquel día que pasé 5 horas abrazado a tu inodoro.
-Por lo menos agradece que no tienes el pelo largo. No creo que el "gran Jeremy Peterson" soportara que una chica sostuviera su pelo mientras vomitaba.
Su boca formó una gran O al escuchar que esas palabras salían de mi boca.
-Qué te sorprendió más? Escucharme decir que eres el "gran Jeremy Peterson" o que sería denigrante para ti que una chica sostuviera tu cabello mientras vomitas?
Se quedó pensando unos minutos , en completo silencio. Algo completamente raro en él. No era algo que sucedía muy a menudo.Incluso cuando Jeremy pensaba expresaba cada cosa que pasaba por su mente.
-En serio me llaman de esa manera?
Asentí.
-He escuchado a varias porritas decirte de esa manera por los pasillos mientras pasabas por ahí. No me sorprendería que tengas una legión de admiradora cuando estrenes tu próximaobra.Pero recuerda una cosa.
-Qué cosa?-me miró confundido.
-Solo yo puedo ser la presidenta oficial de tu club de fans.
-La gran y única-respondió revolviendo mi cabello-Solo espero que mi historia no termine como la de Selena o la de Lennon.
-Lo juro.
-Bien, ahora que juraste que no me matarás. De qué pedimos nuestras pizzas?
-Pizzas,en plural?No deberías cuidarte para entrar en esa ropa que te compraste?
-No será necesario. Luego pasaré por el gimnasio para quemarlo todo.
-Yo quiero la mía de avocado.
-Pues yo comeré la mía con piña y azúcar negra.
Una mueca de desagrado se plantó en mi rostro.
-Qué?
-Cómo puedes comer eso.
-De la misma manera en la que tu le pones picante a cada cosa que entra en tu boca-respondió.
-Touché-dije para finalizar la discusión.
-Sabés una cosa?
Sabía que detrás de esa pregunta se venía una profunda reflexión sin sentido.
-Qué cosa?
-Tu eres el azúcar negra de mi piña , eres mi complemento perfecto. La que me hace ver menos desagradable, más atractivo, me convierte en una mejor persona y si tengo algún defecto no temes en hacérmelo saber, no tienes ningún problema en decirme que estoy haciendo las cosas mal, eso es lo que más amo de ti. Eres el azúcar de mi piña. Es un hecho.
Sus palabras me pegaron más fuerte de lo que esperaba, haciendo que mis ojos se llenaron de lágrimas haciendo que una se deslizara por mi mejilla , traicionándome de la peor manera .
-Qué sucede?- preguntó preocupado Jeremy al ver que lloraba.
-Nada-negué intentando ocultar mi cara detrás de mi cabello, claramente sin éxito ya que él tuvo el atrevimiento de quitar el mechón que tapaba mis ojos dejando al descubierto mis ojos rojos.
-Vamos que soy yo. Te conozco desde que tengo memoria , te conozco mejor que a la palma de mi mano, te sé de pies a cabeza , y sé que no puedes ocultarme algo. Asi que será mejor que hables o sino…
Lo miré limpiando las pocas lágrimas que quedaban en mis ojos, ya que había decidido que si abría la compuerta dejaría que todas las lágrimas habidas y por haber salieran de una vez por todas.
-Qué cosa?
- Te cargaré sobre mis hombros y te llevaré hasta la fuente que está allí-señaló un punto específico en el shopping – Y te tiraré dentro de ella.
-En serio? Serías capaz de hacerme eso?
-Claro- respondió subiendo las mangas de su camiseta.