Mientras dure el verano

Capítulo 27

Nueva York es una ciudad abarrotada de gente. Es fácil camuflarse entre los turistas y el resto de ciudadanos. Casi se siente como antes de saltar a la fama, exceptuando que hay gente que sí me reconoce y me para por la calle de vez en cuando para una foto.

 

La habitación de hotel es lujosa, más lujosa de lo que pensaba podía ser una habitación, pero no tan lujosa como la habitación de hotel que compartí con Nate. 

 

Aunque ya ha pasado una semana desde que decidí ponerle punto final a nuestro acuerdo, Nate sigue en mi cabeza. No esperaba que fuera de ninguna otra manera. 

 

No puedo simplemente expulsar a alguien de mi corazón, sobre todo a alguien que ha significado tantísimo para mí en tan poco tiempo. 

 

Los primeros días me los pase como alma en pena por mi apartamento, saliendo solo para comer y trabajar en los tratos que ya tenía cerrados. 

 

Andy  fue la única a la que le permití verme durante más de unas horas esos días, y demostró que efectivamente es una increíble amiga. No mencionó a Nate ni una sola vez para no incomodarme, aunque podía ver la duda en sus ojos, las preguntas que se acumulaban en sus ojos. 

Me pregunté más de una vez si Shane le preguntaría por mí cuando quedaban, porque eso significaría que Nate estaba hablando de mí, y una parte de mí quería que lo hiciera. 

 

Una parte de mi se pasó los primeros cinco días de esa semana rezando porque aparecía en la puerta y me dijera que habíamos cometido un error. Que no debíamos terminar nada. Que había sido un error y que nuestro destino era estar juntos.

 

Porque sí, el idota de Nate Mendez ha conseguido que yo, Scarlett Byres, crea en la fuerza abstracta del destino. Y el único motivo de que haya cambiado de opinión es que el destino es lo único que me da consuelo ahora mismo. La única parte de mí que alberga esperanza porque todo se solucione.

 

Fue Andy la que sugirió que aceptara la propuesta de irme a la pasarela de Nueva York para distraerme y salir de mi rutina, escapar de todo lo que me ataba a Los Ángeles y cumplir uno de mis mayores sueños. Yo ya me había hecho a la idea de rechazarla, porque no tenía el ánimo, y para hacer el rídiculo…

 

Pero Andy se cerró en banda y llamó a mi agente por mí, diciéndole que cerrara el trato, que iría a Nueva York y haría la pasarela. No pude enfadarme con ella por eso, sé que lo hizo con la mejor de las intenciones. 

 

Así que, aquí estoy, en Nueva York. En mi habitación de hotel lujosa pero vacía, a cinco minutos de salir para prepararme para la pasarela. Y lo único en lo que pienso no es en que voy a cumplir uno de mis mayores sueños, y que muchas chicas de todo el mundo me estarán viendo y a lo mejor decidan gracias a mí que vale la pena intentarlo pese a que la industria es una mierda.

 

Pienso en Nate Mandez, y en que el destino es jodidamente cruel, porque yo no quería enamorarme de él, y sin embargo lo hice.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.