Mientras Ella No Estaba (bilogía Después de Ella #2)

Prólogo.

LUCIAN MCCANN

 

6 de Agosto de 2018, 4:00 pm.

 

El deporte era lo mío, siempre lo era, pero también era bastante aplicado en clase, sobre todo en Historia, aquel día transcurría con la normalidad de Chicago, o por lo menos mi normalidad, clases, entrenamiento, pero sobre todo ver a mi novia, Mara, con quien llevaba ya casi 2 años compartiendo un noviazgo de ensueño.

Se sentía como una telenovela de adolescentes, ella era una de las chicas más inteligentes de mi escuela y yo, era el capitán del equipo de natación y mi popularidad era bastante en la secundaria donde asistíamos, parecíamos salidos de un cliché de película, estaba viviendo mi historia de amor, que tendría un final de feliz.

En clase, sobre todo de Historia y la única clase que compartía ese semestre con Mara, yo ponía atención mientras que podía sentir sus ojos color avellana que tanto me gustaban sobre mí, ella tenía esa fascinación de admirarme siempre que podía, con los ojos tan brillantes que solo me recordaban el hecho de que ella estaba enamorada de mi y que sin duda era un hecho irrefutable.

─ Ya sé que estoy guapo, Mae, tienes que dejar de mirarme en toda la clase, no te pasare mis apuntes ─ Dije, con un tono de coquetería en mis palabras.

─ ¿Ajá? Bueno, si tu no me das los apuntes, no voy a casa a ver a tus padres hoy, tú decides ─ Respondió quitándome el lápiz y haciéndome soltar una risa.

─ Jamás harías eso, Harrison.

─ Ya lo veremos y deja de decirme Mae, suena extraño.

 

La mirada de la profesora fue suficiente para que nos callaramos, según ella porque seguíamos compartiendo aquellas sonrisas y miradas que recuerdo que nos dabamos cuando ni siquiera nos conocíamos, hasta que tuve la valentía de acercarme a ella en una fiesta y ahí fue donde me di cuenta que no me equivoqué, que era mi alma gemela y que podría pasar el resto de mis días al lado de ella.

La campana nos liberó por fin de nuestra última clase y como de costumbre a la sálida nos quedábamos juntos un rato platicando con nuestros amigos, por lo general, Mist, el hermano de Mara la recogía siempre en el auto que compartían pero aquel día no, Mara me pidió que la llevara a casa, lo hice durante el camino acordamos la cena de mis padres y me despedí de ella con un beso tan apasionado, sentía la necesidad de mostrarle cuanto la amaba con aquel beso, pero no entendía por qué.

 

6 de Agosto, 2018. 7:00 pm.

 

El día había transcurrido con total normalidad solo que esta vez, había ido a dejar a mi chica a su casa, la emoción me carcomía, estábamos a una semana de cumplir nuestro primer año de ser pareja, cada noche o la mayoría de ellas las pasábamos juntos, fuese para estudiar o simplemente pasar el rato, usualmente ella se iba conmigo y por las noches la iba a dejar a su casa, pero esta vez realmente no fue así, la duda me carcomía por dentro, Mist, quien siempre la recogía en el instituto al salir si ella no iba conmigo, no fue por ella y solo eso me hizo pensar que había algo mal con él, de esas malas energías que se sienten en el aire si necesidad de ser psíquico o algo por el estilo.

Mist siempre había sido apartado, a diferencia de su hermana, él evitaba a toda costa relacionarse con personas y prefería estar encerrado en su cuarto, nunca logré conectar con él, muchas veces le dije a Mara que creía que su hermano estaba depresivo, pero ni ella ni sus padres veían las cosas como yo y a veces, aunque tengas una buena intención, no eres lo suficientemente influyente para hacer un cambio, más con Mist.

Aquella noche, Mara y yo habíamos hecho planes de que viniese a casa a cenar con mis padres a las 7:00 pm concretamente, aunque ellos ya la conocían, me gustaba que ella compartiera con ellos, total Mara para mi ya era una parte de mí, una parte de mi familia.

7:00 pm

7:30 pm….

Algo no andaba bien, Mara siempre era puntual ¿Habrá pasado algo? Procedí a llamarle.

Llamada uno

Llamada dos

Llamada tres… no respondía.

─ Tranquilo hijo, tal vez simplemente tuvo algo en casa ya llegará ─ Hablo mi madre tomándome de los hombros y apretándolos un poco, estaba tenso.

Es que no cuadraba, Mara siempre tenía ese jodido aparato metido entre la cara, jamás no contestaría una llamada, más si era una llamada mía.

Seguí el consejo de mi madre y le esperé, poniendo la mesa para poder sentarnos a comer apenas ella llegara, pero nunca lo hizo.

8:00 pm y la llamada que cambió mi vida llegó, contesté.

─ Aló? Lucian? Soy Mist….Ma….Mara ha tenido un accidente en auto, está en el hospital, critica, estamos mis padres y yo aquí esperando noticias. ─

─ ¿Qué? Espero esto no sea una broma de mal gusto Mist, voy para allá─

Colgué y mi cuerpo temblaba, mi madre me miró como si hubiese visto un fantasma, me dolía la cabeza….No, el amor de mi vida no podía irse.

Nos queda tanto por hacer amor, aguanta.




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