Mihaela

Capítulo 8 "Rumania"

Desperté debido a la turbulencia, me asusté un poco puesto que era mi primera vez en un avión, mire a mi madre quien solo asintió con la cabeza.

-Tranquila, parece que hay tormenta- dijo colocando su mano en mi cabeza.

Escuche al capitán de la nave decir que solo faltaban 15 minutos para aterrizar. Desearía haber despertado después del aterrizaje pero ya estaba aquí. Los pasajeros empezaron a acomodarse en sus asientos y a abrochar sus cinturones, así que también lo hice.

Mire a través de mi ventana, estaba muy nublado era casi imposible ver algo desde la altura que se encontraba el avión.

 

Pasado un tiempo pude sentir como el avión iba descendiendo poco a poco, mire por la ventana otra vez. puede observar como las nubes iban desapareciendo y las pequeñas luces de las casas empezaban a aparecer, tape rápidamente la ventana para no ver el descenso, ya era mucho con sentirlo.

Luego de unos 10 minutos  el avión ya había aterrizado, nos levantamos de nuestros asientos y nos dirigimos a adentro del aeropuerto de Rumanía para recoger nuestras maletas. Hicimos todo lo que se hace al llegar a un país extranjero.

Nos sentamos en unas sillas a esperar a alguien, según mi madre nos llevaría a una residencia donde nos podríamos quedar, no estaba muy segura si estaríamos en Rumania por mucho tiempo o solo por algunos días. El futuro era muy incierto, estábamos aquí porque según uno de los nuestros nos traicionó y andaba cazando vampiros más que todo, lo cual como dije anteriormente me resultaba muy extraño; la actitud de mi madre también me resultaba muy extraña sabia que nos ocultaba más de lo que debería.

Mi madre colgó el teléfono y nos dijo que ya estaban esperándonos afuera.

Salimos del aeropuerto, el clima estaba muy frío y con un poco de llovizna, la estructura de los edificios era hermosa, los árboles tenían varios colores, desde naranjas a rojizos y algunos un tono amarillo,  es normal estábamos en otoño para terminar las luces le daban un toque mágico al escenario.

Un auto blanco apareció y se estacionó enfrente de nosotras, una persona alta con cabello castaño corto salió del asiento del piloto y movió su mano levemente invitándonos a acercarnos. Mi madre caminó enfrente de nosotras seguidamente de Aina yo daba pasos muy pequeños puesto que no sabía si era una persona de confianza.

Aina y mi madre llegaron cerca de la persona y lo saludaron como si fueran viejos amigos, entablaron una pequeña conversación mientras llegaba. Cuando estuve a centímetros de donde ellos se encontraban, esa persona se volteó a mi y abrió un poco más sus ojos en signo de asombro.

-¡Oh Lyneth! ¿Ella es tu hija menor?- pregunto dirigiéndose a mi.

-Asi es, Ella es mi hija Mihaela- dijo mi madre con una sonrisa.

-Te habías tardado en presentarla ¿no? Lyneth - dijo viendo a mi madre luego de un segundo lo vi acercandose a mi. Ahora que lo podía ver bien sospechaba que era un vampiro, era muy atractivo, su cabello estaba un poco desordenado por el clima húmedo y el viento, vestía muy elegante para la ocasión. Me extendió su mano y yo le extendí la mía, el la tomó muy delicadamente para luego hacer una pequeña reverencia.

-Mi Nombre es Adrián Albu,- dijo.

-Mi nombre es Mihaela Arud- dije.

-El mundo de las sombras ha estado impaciente por conocerte desde hace mucho tiempo- dijo viéndome fijamente a los ojos.

-Aun No estaba lista para conocer el mundo de la sombras- dije. Me estaba poniendo muy nerviosa sus ojos estaban fijos en mi, unos ojos de un color verde muy profundo. Ahora estaba muy segura de que el era un vampiro.

-Seras la sensación ten cuidado, muchas personas se pueden poner muy celosas- dijo guiñando uno de sus ojo

Sacudi mi cabeza levemente, estaba intentando hipnotizarme lo podía sentir, pobre creo que su ego no le acordó que era muy difícil poder hipnotizar a una bruja.

-Buen intento - Dije cruzando mis brazos.

El soluto una pequeña risa y luego me abrió la puerta del auto. Lo miré con el seño fruncido y entre un poco molesta al auto. 

-Mihaela muerde eh- escuche a Aina decir mientras entraba al auto.

Vi como Adrián se dirigía al asiento del copiloto para abrirle la puerta a mi madre, ella agradeció y entró.luego el lo hizo.

-¿A donde vamos?- pregunte.

-Una Residencia que la corte vampírica les escogió para que se quedaran, estarán resguardadas así que no se preocupen- respondió viéndome por el retrovisor.

Levante una ceja y voltee a la ventana, su actitud me estaba empezando a molestar.

Manejo al rededor de unos 20 minutos, hasta que llegamos a una enorme casa, su estructura parecía como del periodo victoriano,muy antigua. Estacionó el auto y nos bajamos de él. No podía dejar de ver la casa te daba la sensación como de esas casas en las peliculas de terror, donde estaban embrujadas por una niña, siempre es una niña. Donde tienen que resolver un puzzle para liberar a la familia o todos morían al final. Muy dramático ¿no?. Solté una pequeña risa ante tal pensamiento.  

Adrián nos ayudó a meter las maletas en la casa.

-Mi Trabajo está hecho por ahora, como dije hace unos minutos estarán seguras acá; así que con su permiso me tengo que ir.- dijo caminando a la puerta no sin antes darme una última mirada. Salio de la residencia y cerró la puerta.

-uuuyy- escuche por detrás mío.

Mire hacia atrás y estaba Aina con sus brazos cruzados y moviendo su cabeza levemente para hacerme burla.

-Se nota que es un patán- dije tomando mis maletas.

La mire por última vez antes de subir las escaleras y ella inmediatamente movió sus cejas de arriba hacia abajo sin parar. 

Subi un poco molesta hasta la segunda planta y busque una habitación en la cual quedarme, elegí la que tenia vista hacia el portón principal, por si alguien intentaba entrar o si ese tal Adrián se le ocurría regresar.

Era una habitación con suelo de madera, había una gran ventana con cortinas blancas, de la paredes colgaban varias pinturas de arte abstracto, al lado del clóset se encontraba una pequeña chimenea.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.