Rosé
5 de noviembre, 2020
La verdad es que el viaje a Seúl fue más corto de lo que pensaba, a pesar que durara más de un día. Supongo que fue tranquilo porque tenía a Wonho a mi lado y él podía lograr que todas mis preocupaciones o malos sentimientos desaparecieran en un abrir y cerrar de ojos.
—Ahora tomaremos un taxi y estaremos en casa dentro de poco, tal vez tardemos una hora o un poco más —me dijo mientras cargaban nuestro equipaje.
—Está bien —asentí y esbocé una pequeña sonrisa.
Cuando todo nuestro equipaje estuvo en el auto, ambos subimos y le pedimos que nos llevara a casa.
—¿Cómo te estás sintiendo, cielo? —Puso una de sus manos en mi mejilla y luego plantó un beso en ella—Has estado muy callada desde que nuestro vuelo aterrizó.
—No lo sé, esto es un poco extraño...—empecé a jugar con mis manos al mismo tiempo que suspiraba. Debo admitir que estoy muy nerviosa ahora mismo.
—No estoy entendiéndote muy bien corazón...Así que ¿A qué te refieres cuando dices que esto es un poco extraño?
—Bueno...Nunca, en toda mi maldita vida, he tenido la oportunidad de permanecer tranquila o tomar decisiones por mí misma. Por lo que, es difícil hacerse a la idea de que ya me encuentro casada, con el hombre que me ha ayudado a salir del hueco en el que estaba metida y al cual amo con locura, que ya he dejado atrás la relación que había estado consumiéndome por más de trece años, que mis padres ya no estarán fastidiándome hasta el punto de causarme fuertes crisis, que estoy a punto de lograr superar la ansiedad y depresión, que hubo una preciosa mujer, llamada Aleska, que me brindó toda su ayuda y que ha sabido comprender como me sentía, que ya he dejado a Filip y que ya no puedo vivir sin ti...—no aguanté ni un minuto más y me eché a llorar sin control alguno—Ahora tengo cosas que jamás pensé que iba a tenerlas; paz y tranquilidad, alguien que me ama de la manera correcta, y haré todo lo que me gusta y que nunca se me permitió. Simplemente, voy a tratar de ser feliz, pero a veces es mucho más difícil de lo que creí.
—Cariño...Por supuesto que es mucho más difícil de lo que creíste o lo que creímos. Será muy difícil porque has dejado de tener una vida que estaba llena de dolores y tristezas, para comenzar una vida que te de felicidad y tranquilidad. Sé que a veces vas a extrañar a muchas personas, sé que a veces podrás extrañarlo a él...
Filip, es él. Siempre va a formar parte de mi vida, aunque ya lo he dejado atrás y he parado de amarlo locamente, no tengo la capacidad de borrar todo lo que vivimos juntos de mi memoria por más que desee intentarlo.
—También sé que, aunque ya lo hayas dejado y me ames a mí, nunca va a dejar de ser el hombre al que le entregaste prácticamente la mitad de tu vida —acariciaba mi pierna con delicadeza—Pero, yo estoy dispuesto a entenderte siempre y apoyarte en lo que necesites. Estaré dispuesto a calmar tus llantos cuando no te sientas del todo bien, voy a sostener tu cabello cuando necesites vomitar, voy a abrazarte y recordarte lo bonita que es la vida, felicitarte cuando logres algo que sea importante para ti, besar tus labios y cada parte de tu cuerpo cuando desees sentirte amada...Yo estoy dispuesto a amarte, y amar todos tus defectos y virtudes.
—Ya hiciste eso por mí... ¿Podrás hacerlo para siempre? —En este punto, ya no era capaz de controlar la forma en que me sentía. Maldición, en verdad me pregunto cuándo podré dejar de ser tan estúpida y ser feliz sin tener este tipo de episodios.
—Lo haré hasta que muera, incluso después de la muerte —limpió las lágrimas de mi rostro con sus manos—Porque yo te amo con mi vida entera y lo dejaría todo por permanecer contigo y que seas feliz.
—Voy a intentarlo Wonho...—confesé con un hilo de voz— Trataré de ser feliz y superar todo lo que me ha estado causando malos instantes desde siempre...
—No importa si el proceso es muy largo, nosotros vamos a hacerlo juntos —me besó por varios segundos.
—Muchas gracias por todo lo que has hecho por mí desde el momento que te conocí. Es un poco irónico que te haya conocido en medio de la calle de una ciudad desconocida, que haya aceptado irme contigo y que me hayas robado el corazón —agaché la mirada— Te amo, y te amo con mi vida entera mi amor.
—Tú lo eres todo para mí, y creo que te hará bien que hables de todo lo que has dejado detrás. Quiero saber cómo te sientes —acarició mi espalda—Siempre te ha ayudado a sentirte mejor.
—Ya lo sé...Hablemos entonces —reí—Extraño muchísimo a Aleska...
—Te entiendo, Aleska es maravillosa.
—Es muy comprensiva y además es una muy buena persona, sobre todo amiga —sonreí recordando pequeños momentos que tuve la oportunidad de compartirlos con ella.
—Lo sé, tuve la suerte de conocerla —contestó.
Me quedé en completo silencio recordando un momento que transformó mi vida hace unos cuantos años, exactamente cuándo tenía cerca de veintidós años.
—Rosé, preciosa, no sé si lo que vas a hacer vaya a ser lo correcto —mamá se detuvo al lado del marco de la puerta y esbozó una sonrisa nostálgica —No tienes por qué irte de casa y buscar independizarte de una vez. Espera un poco y vuelve a pensarlo.