Mil veces, tú (libro 2 de Perdido en ti).

Capítulo 16: Algo por que luchar.

Rosé

8 de julio, 2021.

Arrugué la nariz al darme cuenta que hace más de una semana que no había dejado de vomitar una y otra vez y que además, había aumentado un poco de peso. He de admitir que mi vida ha cambiado mucho en los últimos meses, y de forma positiva pues, gracias a todos los tratamientos que he seguido, he visto un enorme avance.

He dejado de temer, de llorar y te cuestionarme a mí misma si las cosas que hacía eran las correctas o no. Y también he logrado algo de lo que me siento muy orgullosa: publicaré mi primer libro "Rosé" en un par de días y con ello, voy a contarle al mundo entero todo por lo que he tenido que pasar y cómo eso me ha convertido en la persona que soy en este mismo momento. He tenido que vivir varias cosas que hicieron que conozca el verdadero dolor, que me han lastimado y que me hicieron dudar de mí misma un millón de veces, sin embargo, eso me hace yo. Gracias a todo lo vivido, soy lo que soy y tengo lo que tengo hoy en día.

Mis problemas de salud en realidad estaban muy alejados de todo aquello que sucedía dentro de mi cabeza, y aquello comenzaba a asustarme. Tomé mi teléfono para marcarle a Wonho y contarle al respecto.

—¿Wonho? —En un bolso, metí un par de cosas que consideraba necesarias— Cariño ¿Cómo estás?

—¿Te ha sucedido algo, Rosé? —Su voz sonaba muy preocupada, y lo comprendía puesto que ya le había dado varios sustos en el pasado.

—Oh, no, mi amor, es solo que estoy sintiéndome un poco mal —confesé sentándome en el filo de la cama y moviendo mi cabeza de un lado a otro. La verdad es que me sentía pésimo—No es lo que estás pensando, tengo náuseas y he notado que he subido bastante de peso.

—Rosé, mi niña, es que has estado comiendo mucho más de lo normal después de tu recuperación y lo entiendo por completo. Pero, si deseas espera un poco por mí y te acompañaré al médico.

—No, no necesitas acompañarme porque estoy bien. Nada más quería avisarte por si llegabas a casa y no me encontrabas en ella —salí de casa cerrando la puerta con llave y subiendo al auto—Seguramente no sea tan complicado, sin embargo, te avisaré cuando tenga una respuesta ¿Está bien? Por favor, no te preocupes por mí demasiado.

—Rosé...¿Cómo no quieres que me preocupe? —Asentí, aunque rodé los ojos mientras encendía el auto—Te amo demasiado y eso no me permite relajarme, sabes que realmente me preocupo demasiado por lo que te suceda. 

—Entiendo tu preocupación, mi cielo, y comprendo totalmente que lo hagas porque la verdad es que ya te he dado un buen susto varias veces —suspiré al mismo tiempo que recordaba todas las trágicas experiencias que me he visto obligada a vivir en este mundo. Me he convertido en una mejor persona además que he aprendido a sobrellevar las situaciones sin llegar a casi desfallecer—Te avisaré si es algo grave, de lo contrario te veo en casa en un rato ¿Te parece, Wonho?

—Confío en ti, mi amor así que puedes ir tranquila al doctor y ya me avisarás que ha sucedido. Te veré luego, te adoro esposa mía —colgó el teléfono, continúe manejando hasta el hospital. Con el paso de un par de minutos, logré conseguir que un médico me atendiera.

—Buenos días, señorita Kim ¿En qué puedo servirle? 

—Buenos días doctor, bueno, he estado sintiéndome un poco mal estos días y me pareció que necesitaba visitarlo —expliqué. Este doctor ya me había tratado un par de veces desde mi último problema de salud en Corea hace unos pocos meses, antes de lo sucedido con Filip, y él conocía a la perfección todo mi historial médico.

—¿El mismo problema de siempre, Rosé? ¿Cómo has estado durante este mes?

—Mentalmente he estado muy bien —le di la razón —Por primera vez en toda mi vida he sabido manejar mis emociones y no dejar que todo aquello me derribe. Han pasado un par de cosas en la familia o con las personas a las que quiero, pero, me he mantenido al margen y no me he dejado llevar por la corriente.

—Eres muy fuerte, Rosé. Si no es eso lo que te molesta ¿Qué es? —Frució el ceño.

—No lo sé. Tengo náuseas, he subido mucho de peso porque me muero del hambre la gran parte del tiempo y eso es todo. Solo he venido para confirmar si esto es normal o si tiene una razón de ser.

—Muy bien querida, vamos a revisarte —anunció. Pasaron varios minutos mientras que el médico me revisaba, que se sintieron como horas.

No lo podía creer. No podía creer en lo absoluto lo que acababa de escuchar de parte del doctor. Pensé que me había vuelto loca, pero, no, era totalmente cierto el diagnóstico que me ha dado.

—¿Así que estoy embarazada? —Me senté rápidamente en la camilla, jugando con mis dedos como una nerviosa compulsiva. Me preguntaba cuándo sucedió esto y cómo debería tomar este regalo de la vida—¿De cuántas semanas?

—Ocho semanas —señalé y aclaró—Tu salud va muy bien, Rosé, y tendrás que comenzar a venir al médico más seguido como cualquier otra mujer embarazada.

—Muy bien, ocho semanas...—bajé mi mirada. A decir verdad, nunca imaginé que iba a ser madre algún día por todo lo que ha sucedido.

—¿Cómo te sientes al recibir esta noticia, Rosé?

—Creo que es una buena noticia después de todo ¿No es así? —Me mordí las uñas, mirando hacia al suelo con un poco de nerviosismo de por medio—Un bebé que viene a iluminar mi mundo luego de la fuerte tormenta de electricidad que atravesó mi vida...¿No es algo lindo?

—Lo es Rosé, posiblemente vayas a ser una muy buena madre porque has pasado por muchas cosas, y por la misma razón tratarás que tu pequeño bebé no viva las mismas cosas que has tenido que vivir. Vas a ser una muy buena madre, pequeña.

—A Wonho le gustará mucho esta noticia —me dio un toque en el hombro—¿Por qué no lo llamas y le cuentas?

—Primero tengo que aceptar esto yo sola, voy a tomarme un respiro y pensaré en todo lo que está sucediendo en mi vida. Hace muy poco tiempo me encontraba en una situación complicada, tomando en cuenta que he sufrido de varias enfermedades mentales y saber que estoy por traer a un bebé en el mundo. No quiero que ese pequeño pasa por las mismas cosas que yo he tenido que pasar, no quiero fallarle y causarle algún tipo de sufrimiento. Me pregunto si soy apta para criar a un nuevo ser.




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