Mil y un historias de amor

Ramona y Louis

Personas caminan y yo solamente me quedo tirada en la cancha de fútbol , ya el profesor me ha gritado que me levante de la cancha pero lo ignoré. Mi suéter de seguro esta lleno de pasto pero no me importa claro que a mi mamá si le importara y aun teniendo mis lentes de sol este cala.

-Ramona- abro los ojos y veo a Louis, mi “novio”, muestro una sonrisa y él se recuesta a mi lado- ¿Que hacemos?- pregunta mirándome de lado.

-Descansar- lo miro y después vuelvo a cerrar los ojos.

-¿Y si mejor nos vamos?- pregunta tocando mi mejilla con su dedo índice, abro los ojos y lo veo recargando su cabeza en su mano.

-¿A donde vamos?- pregunto levantando una ceja pero se que no la ve por los lentes.

-A donde quieras.

-Hay clase- digo sentándome, miro al profesor que está dando las instrucciones de la actividad, educación física es la peor clase.

-¿Cuando nos ha importado que haya clase?- se levanta y me da la mano para que yo también lo haga, sin dudar lo hago.

-¿A donde van?-pregunta el profesor pero lo ignoramos -¡Harris y Johnson, vengan acá!- grita enojado por nuestra actitud.

-¡Corre!- le digo a Louis riéndome de la situación, empiezo a correr hacia las puertas del instituto.

Louis va por mi mochila, la cual está en las gradas junto a la suya, me detengo a unos pasos de él -¡Johnson!, ¿A donde lleva esas mochilas?- ¡mierda! Es la prefecta, miro a la señorita Miller la cual está junto al profesor Rollers.

La hemos liado de lo lindo, Louis me mira y aún sigue sosteniendo mi mochila en su hombro con la suya en el otro, me acerco a él- Dame mi mochila- pido en un susurro y el me la da.

-Muy bien, ahora regresen a sus clases- ordena la prefecta, yo me cuelgo mi mochila y Louis también, lo miro señalándole su auto que esta cerca, siendo un instituto en construcción la cancha de fútbol está al lado del estacionamiento y como mi novio tiene auto y sabe que no me gusta caminar siempre lo estaciona junto a la banqueta que da con la salida de la cancha.

-¿Que esperan?- por el tono de voz de la prefecta se que está enojada y conseguiremos reportes o suspensión, tomo aire para después echar a correr junto a Louis hacia su auto -¡Deténganse!- grita Miller.

Sigo mi camino y miro de reojo a tras, ahora ella y los guardias de seguridad nos siguen, estos guardias siempre cuidan que los alumnos no se salten clases o se vayan, cosa que estamos intentando hacer. Louis llega al auto primero y entra para encenderlo.


 

Seguido de el entro yo -¡Arranca!- grito con el corazón a mil, Louis arranca y salimos, alcanzo a ver cómo la señorita Miller grita algo que no oigo.


 

Sigue conduciendo hasta que llegamos al semáforo de la calle principal, entonces para  volteándome a ver entonces solamente me acerco y lo beso.



#27652 en Otros
#8545 en Relatos cortos
#42038 en Novela romántica

En el texto hay: historiascortas, amorydesamor

Editado: 19.04.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.