Opening 2:
¡Copia, copia, con velocidad!
¡Mucha ferocidad!
¡Ferocidad!
¡Como un rayo, métele!
¡Copia, copia, copia!
No hay nadie más bizarro,
No encontrarás otro más tonto y despistado,
¡Ellos enfrentan situaciones con mil complicaciones!
Con mucho estrés y desmotivaciones,
y sin dar explicaciones.
¡Ya ves! ¡Tal vez! ¡Tal vez! ¡Vez! ¡Vez!
¡Ellos son! ¡Ellos son!
[Invéntenle ustedes que no encontré rima]
¡Copia! ¡Copia! ¡Copia!
¡Copia! ¡Copia! ¡Copia!
¡Milo y Kanon!
(Son los mejores)
¡Milo y Kanon!
(Flores de campeones)
¡Milo y Kanon!
(No te agarrarán de la mano ¬w¬)
¡Velocidad!
(Milo y Kanon)
¡Velocidad!
(Son Milo y Kanon)
Como un rayo, ¡copia, copia, copia!
¡COPIA CON FUERZA!
¡Milo y Kanon X!
¡Como un rayo, métele!
¡Copia, copia, copia!
¡Milo y Kanon X!
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon X… nuestros héroes llevaron a la enfermería a Sonic, pero como la enfermera no quiso atenderlo, entonces Aldebarán fue quien lo ayudó en su lugar ya que tenía un certificado veterinario, pero fue noqueado al poco de ayudar al erizo por Máscara de la muerte, de acá, Sonic regresó con ellos revitalizado. Sin embargo, la historia no quedó ahí, porque se enteraron que unas brujas estaban apoderándose de diferentes universos, y para detenerlas, los chicos estaban buscando ayuda de otros protagonistas, para así, hacer una unión. Al comienzo, Kanon iba a rechazarlos para ahorrársela, pero Aioria saltó y dijo que sí, al igual que Mu, quien fue cautivado por los ojitos de cachorro que le pusieron, por lo tanto, aceptaron, de todas formas, no tenían de otra. A todo esto, de repente, Dégel obtuvo el virus de la estupidez, de modo que Camus se vio obligado a congelarlo, aunque luego se arrepintió por las malas bromas de sus alumnos; a todo esto, al final fueron bajo tierra, encontrándose con cosas interesante, como una puerta de donde salía mucho frío, y la que, por obra del guion, cruzaron, es así cómo se encontraron con un mundo que era medio rancio. ¿Podrán escapar de esta nueva dimensión? ¿Los chicos dejarán de joder a Camus? ¿Camus no volverá a traicionarlos esta vez? ¿Las traiciones en esta serie terminarán? ¿Esta temporada será eterna? ¡Todo esto lo sabremos (no aseguro nada) en el capítulo de hoy!
Al fin habían terminado de deslizarse por la nieve hasta llegar a un terreno plano, en donde ya notaron el frío que allí había a pesar de las evidentes señales que antes vieron.
—¡Dios! ¡Me congelo! —aseguró Aioria abrazándose a sí mismo.
—Debimos traer los abrigos que estaban colgados —Mu se echaba de su propio aliento sobre las manos para poder calentarlas.
—Lo hubiéramos hecho de no ser porque alguien nos apresuró a salir de ahí ¬¬ —dijo Kanon mirando acusadoramente a Camus.
—Yo no sé porque se están quejando tanto, apenas hace algunos grados bajo cero —aseguró él de lo más pancho.
—¡Odio el invierno! ¡Este frío me destruirá mi hermoso cutis! —mencionó Afrodita, quien no se había traído ningún producto que pudiera serle de utilidad para ese clima tan detestable.
—Creo que nos moriremos congelados si no hacemos algo pronto —consideró Aldebarán, pues él también tiritaba.
—Me parece que es el turno de Tails para salvar la situación. ¿Traes algo contigo que nos pueda servir? —preguntó Sonic, ya que, a su vez, como los demás, estaba cagado de frío.
—Sí, afortunadamente sí traje algo conmigo; el transportador que nos permitió entrar a la dimensión de los caballeros, nos puede dar esto también —apretó su reloj de muñeca y trasportó una pila de abrigos que cayeron todos sobre Camus, lo que hizo sonreír a la mayoría, pero al parecer, las coordenadas transportaron a su vez un refri que le cayó igualmente encima.
—Bueno, no es como si su personaje nos hiciera falta para continuar con la trama -w- —aseguró Kanon agarrando uno de los abrigos.
—Bah, tiene razón -w- —dijo Milo agarrando también su abrigo, del cual sacó una paleta de chocolate del bolsillo y se la llevó a la boca.
—Al menos nadie más salió herido —dio a entender Sonic, quien se arropó junto al resto, y de repente, fue derribado por una bola de nieve, la cual lo dejó tirado con los pies para arriba.
—¡Sonic! —gritó Tails.
—¡Estoy bien! ¡Pero viejo, que duras que son esas bolas de nieve! —comentó luego de acariciarse la cabeza porque le había salido un chichón, y ahí vio que había una piedra en el montículo; por lo visto, la tenía en su interior.