Opening:
♫ Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.
A poca velocidad, lo sabemos bien.
Teñirse tú veras de rojo las nalgas de Milo y Kanon,
Salvarlos todos debemos, con valor. ♫
♫ Paraíso nunca fue, los 12 templos ya debes conocer.
Llevamos adentro, un putazo dormido.
¡Disfrútalooooooo!
♫ Atravesemos con decisión,
Los anos de los Dioses,
Difícil será sin perder,
¡No nos tienen que coger!
Y los putazos en acción,
Deja que te conmuevan el corazón,
Aquel mañana que se olvidó,
Volvamos todos a recordar,
En la nueva temporada que va a iniciar. ♫
Narrador: En el anterior capítulo de Milo y Kanon XX… Los chicos habían quedado atrapados en una feroz batalla pedorra con el espectro en el ascensor, quien luego se echó un cagality, y una vez terminado ese pequeño problema que casi los mata del mal olor, fueron al reencuentro con sus amigos. Más tarde, descubrieron que todo estaba patas para arriba en Grecia. Sin embargo, aun cuando todos fueron a enfrentar a Abel, Atenea se metió en el medio y Saga seguía oponiéndose a ellos. ¿Sera posible que Saga le deje de tener miedo a Atenea? ¿Los papeles se invertirán y le sangrará el culo a Abel en lugar de a los caballeros? ¿Estarán ustedes re podridos de escucharme repetir que espero el beso de Mu y Aioria? ¡Todo esto y más en el nuevo capítulo de hoy!
En cuanto fue retomada la batalla pudimos divisar cómo el poder de Kanon se estaba transformando en rayitos mágicos de colores que no hacían daño a nadie, aunque podrían servir para alguna fiesta.
—¿¡Pero qué está pasando!? —gritó el Geminiano, y fue entonces cuando Abel rio.
—¡Incrédulos! ¿Se creían que no iba a hacer nada en su ausencia? —se levantó de su trono y los señaló con su mano—. Como dice el dicho, cuando ustedes van, yo fui y volví más de 20 veces.
—A la mierda, este chavón tiene más años que la escarapela —mencionó Milo, quien luego se mandó unos palitos de la selva.
—¿Qué decís, Milo? Él no se ve más grande que nosotros, además, ese dicho sólo lo usan tus padres para cagarte a pedo —Mencionó Mu.
—¡Cuidado! —gritó Oliver al ver que empezaban a atacarlos con algo que caía del cielo, y sí, eran penes.
—¡¿Qué son esas cosas?! —preguntó alarmada Ladybug, quien esquivaba esos bichos con su yoyo, mientras Chat Noir lo hacía con su palo.
—Creo que no le gustaría saber que son, My lady —mencionó el rubio, quien cubría a Milo y a Kanon, y Ladybug cubría a Mu y Aioria, incluyendo a Oliver.
—¡Va siendo hora de que use mi poder! —el castaño se levantó después del ataque, y poniendo una pose bien fachera, hizo lo que mejor sabía hacer—. ¡Rayos de plasma! —los efectos sin dudas eran mejores que los que había logrado hacer Kanon, y para su suerte, obtuvo como resultado la desaparición de los penes cortados que habían quedado regados por el piso. Aun así ese poder no le hizo ningún efecto a Saga, ni al resto del partido político de Abel.
—Ilusos, ¿se creen que van a derrotarme con semejante ataque? —mencionó Apolo, y enseguida le lanzó un rayo verde al Leonino.
—¡A la mierda, está vomitando por las manos! —exclamó Kanon al ver salir disparado a Aioria, y cómo después caía al suelo indefenso.
—¡Aioria! —Mu fue a buscarlo y lo tomó de los hombros—. ¡Resiste compañero!
—¿Qué decís, Mu? Me estoy muriendo —tosió el León dramáticamente—. Y sólo hay una cosa que puedes hacer —tomó al de pelo violáceo del hombro.
—¿Qué cosa? —preguntó preocupado.
—Dejar de frienzonearme y darme un beso —hizo el gesto de piquito de pato con los labios, pero Mu puso mala cara.
—¡NO!
—Bueno, entonces me muero —y se murió.
—¡NOOOOOO! —gritó largamente el caballero de Aries.
—Deja de gritar boludo, se está haciendo el muerto -w- —le notificó Kanon.
—Bueno, alguien le tenía que poner drama al asunto —Mu se puso de pie—. Ahora me toca a mí.
—¿Qué te hace pensar que vos le vas a poder pegar si Aioria no pudo? —le preguntó Milo a Mu.
—Cállate, tenemos que hacer lo que está en el guion —notificó Mu—. ¡Revolución de estrellas! —y lanzó su ataque hacia a Abel. Sin embargo, el Dios sacó un saco y metió ahí el poder de Mu.
—Muchas gracias flaco, ahora tenemos pa vender en el mercado negro, y hacernos más ricos de lo que ya somos —mostró la nueva mercancía a los chicos.
—¡Qué no es droga, subnormales! —exclamó Mu.
—¡Atrápenlo así tenemos una fuente infinita! —ordenó Apolo.
—¡Sí! —dijeron al unísono Atenea y Saga.
—Yo te daré apoyo con mi cosmos Saga, vos cagalos a palos —le ordenó Atenea.
—¡Bien! —se puso frente a los chicos—. Por fin me vengaré de ustedes por todos lo que me hicieron.
—Y vos de dominado seguís dándole bola a Atenea, quien para colmo, te tiene cagando —dijo Kanon, y se puso en frente de su hermano—. ¡Yo lo venceré, así que no interfieran!
—¡Entendido! —pero quien sabe cómo pasó esto, pero Mu logró ser capturado por sus enemigos sin haber luchado aún Kanon.
—¡Lo siento chicos, no sé cómo pasó! —explicó el Ariano.
—No importa, siempre pasan incoherencias en esta serie —notificó Kanon.