Luego de sentir ese fuerte golpe en la nuca, Emma levanta su cabeza con dolor e inmediatamente siente que alguien sostiene su cintura y sus brazos, su cabello estaba suelto, intenta moverse rápidamente, pero este apretó más su agarre. Su vista estaba desenfocada ya que una luz entro a su pupila, se quejó un poco cuando recordó que era lo que había pasado, no le importa nada y examino todo el lugar.
–Líder, que tal si la vendemos, nos darían mucho dinero– Dijo alguien que sostenía a Suk, su rostro estaba tapado con un tapabocas negro y gafas oscuras –Por-por favor no me hagan nada... – dice asustada, su pulso se vuelve rápido y su corazón se acelera a medida que pasan los segundos, su frente suda, su cabeza duele y una ansiedad la ataca. De repente sus pensamientos se centran en aquel chico de cabello color menta pálido que estaba con ella.
–¿¡Qué paso con el chico que estaba conmigo!?–
Se escucha una risa detrás de las sombras de la pequeña habitación –Soy yo, pequeña...– claramente mostró su rostro a la luz, en la mitad de la habitación.
–¿¡Por qué haces esto!?– preguntó aquella chica nerviosa tratando de soltarse de la persona que estaba sosteniéndola fuertemente y mira a Suk de reojo con miedo, sus ojos ya estaban a punto de lagrimear.
–Porque se me da la gana, además eres una entrometida, suéltenla– decretó aquel líder con un movimiento de mano, volteando la mirada con algo de desinterés.
La persona que sostenía a Emma la soltó de mala gana, Emma volteo rápidamente y se encontró con un chico que tenía el cabello color... ¿azul? a estos criminales les gusta la moda pensó ella, pero… ¿Por qué no la habían matado o… violado de una vez? Parecían demasiado jóvenes ¿acaso eran delincuentes menores? Este miró a Emma bajando la mirada y en unos cuantos segundos, este le agarró de los hombros y volteó su cuerpo rápidamente haciendo que mire a su líder, su agarre no fue tan fuerte, pero si le dio un miedo intenso a Emma, sintió que el chico se fue apenas la soltó.
–Puedes irte– Dijo el líder –Este asunto no te incumbe, lárgate– Ella lo miró atónita –No me iré sin Su.. – Le interrumpen. El líder la acorrala contra la pared agarrando sus manos y poniéndolas encima de su cabeza haciendo que no se mueva por el nerviosismo y soltara un jadeo de sorpresa, su rostro decía todo lo contrario a lo que es la valentía, pero se esforzaba.
–Tú no eres nadie para dar órdenes aquí, pequeña... si no quieres salir lastimada de este lugar. Lárgate– decreta con un tono un poco amenazante.
Ella asustada sin saber que hacer mira a Suk, quien el asiente le dice con la boca "estaré bien"
–Primero dime tu nombre– Dijo ella, volviendo a mirar aquel chico pálido –Me llamo Suga, o bueno... ese es mi seudónimo ¿acaso no me conoces? – al final pone una expresión atónita –Bien... ahora vete– Dijo cambiando su mirada a una fría y seria… Emma alzo una ceja al ver su cambio de humor ¿Quién era este chico?
–Me iré... déjame– ella baja la mirada a sus pies. Él le agarra de la mano izquierda guiándola hacia alguna parte que era una puerta al fondo –adiós– Él la tira haciendo que cayera en un charco de agua sucia afuera de la puerta, cuando se levantó trato de buscar su teléfono en los bolsillos de su falda corta, pero no estaba.
–Malditos... –
Era un lugar muy lejano, no pasaban carros ni nada ni un alma siquiera. Ella empezó a bajar la calle y vio la calle principal, ya había parado de llover por suerte, toma un taxi y se dirigió al apartamento ya eran casi las 10 de la noche, estaba cansada y su mochila se había perdido no sabía en donde la dejo, tal vez estaba en la calle de la escuela.
–Espere aquí, ya traigo el dinero– Le dijo al conductor quien asintió con la cabeza. Ella entró a casa le dijo a su madre antes de que dijera algo –algo de dinero, por favor– se lo dio y pago el taxi.
– ¿Por qué tardaste tanto, hija? estaba preocupada por ti, en serio. Estas mojada. Ve y date una ducha para que no te enfermes– Decía su querida madre preocupada –Ahora me cuentas todo lo que paso–
Ella fue a las escaleras algo adolorida y sus manos temblaban con frecuencia, sin olvidar lo que paso... mirando al suelo recordó lo que había pasado.
–La verdad no es tan malo... porque me dejo salir... – Dijo ella con una sonrisa –estoy loca–
Reacciona.
–Que dices! por favor basta Emma ya no lo volverás a ver, hay algo en él.... que...me hace recordar algo... no sé qué es... –
Ya llegando a su habitación, tiró con fuerza la toalla que estaba colgada en la puerta y entro al baño... sus pensamientos volvieron en cuanto el agua caliente llego a su cuerpo, su cabeza que le decía que debía volverlo a ver por alguna razón... alguna. Su madre le había preparado un chocolate caliente. Al bajar se olía el suave aroma del chocolate.
–Gracias madre, te lo agradez...–
– ¡¿Que te paso aquí en el cuello, Emma!? Ahora mismo me dirás que fue lo que te paso–
– ¿Eh? – Emma empieza a entrar en desespero, nunca antes le había pasado algo como esto –Omma... Ashley intento ahorcarme porque... ¡la delate con el chico que le gusta! –
– ¿Chico? –
Narra Emma.
Demonios, es verdad que es lesbiana. –Chica, perdón es que ya estoy vieja y pierdo la memoria– doy una risa nerviosa trato de parecer normal, pero es imposible mentirle a tu madre de esa forma. –Emma... ¿hay algo que no me entero? –
– ¿Eh? ¡Claro que no! te contare todo lo que me pase! – Ahora si estaba nerviosa súper nerviosa. Ya me había acabado el chocolate así que... –Madre ya me voy a dormir mañana tengo examen, por eso estoy nerviosa... lo siento–
–Claro, dame el vaso yo lo lavo–
-Gracias Omma, eres la mejor– Le di un beso en la mejilla a mi omma me fui a mi cuarto me cepille y trate de olvidar lo que sucedió este día, pero...
¡No podía sacármelo de la cabeza!