Camine por la arena de la playa, bajo la luz de la luna en un intento de alejarme de la fiesta que se encontraba a unos metros de mi, donde todos se divertía y por primera vez yo no me divertía ni me encontraba de humor para solicitar y eso sinceramente hasta a mi me sorprendia muchísimo.
Fui a la fiesta gracias a Devon, ya que el equipo ganó su primer juego de la temporada y decidieron celebrarlo a lo grande. En mi opinión sólo fue una excusa para embriagarse y actuar como unos estúpido como siempre lo hacen, aunque quería muchos a esos estúpidos del equipo.
Mantuve la cerveza en mi mano, sintiendo mis dedos helados por la misma, mi minuscula falda tampoco ayudaba mucho a entrar en calor, seguí caminando sin rumbo alguno intentado escapar de todo mi humor de mierda y además de los ridículos recuerdos del día que Luke me hizo eso que seguía persiguiendo. Por más que intente divertirme, por más que di mi esfuerzo por fingir felicidad no pude, simplemente no puedo ser feliz cuando mi pecho siente un enorme vacio que no debería sentir.
Ya han pasado dos semana desde que Luke me rechazo de una forma tan cruel, pero soy tan idiota que al ver que él no me llamo yo lo hice para hacerle la pregunta que me hubiera gustado que me hicieran a mi, le pregunté si todo iba bien, le explique que no tendrá que dejar de hablarme por eso, que hiciera como si nada hubiera pasado. Soy tan patética que me disculpe cuando fue el quien me hizo daño.
Me senté en la arena con las ganas de llorar a flor de piel. No me importaba ensuciar mi falda o hundir mis tacones en la arena de la playa, a este punto ni siquera me impoprta llorar frente a todos quedando como una persona débil.
Las chicas han tratado de animarme de todas las formas existentes posibles, lo cual se los agradezco eternamente, sin embargo para un corazón roto no hay cura instantanea. Sentí las lágrimas apunto de abandonar mis ojos e hice mi mayor esfuerzo por retenerlas distrayendome con el paisaje que la playa, como las olas iban y venían con mayor fuerza cada vez chocando contra las rocas. Mire la luna llena brillando en todo su esplendor en la negrura de la noche la cual parecía que formaba un camino en medio del mar hasta la misma orilla.
—El paisaje es tan hermoso, no se como ellos pueden estar por allá mirando traseros en lugar de estar aquí admirando la belleza de la naturaleza —musito una voz, la cual no puedo reconocer sino hasta en el instante en el que me gire para encararlo.
El mismísimo Darian Harrison se encontraba frente a mi con su porte de superioridad característico en él. Me sorprendio un poco que él se me acercara para hablar, lo conosco dese hace años, ya que sus padres pertenecen al mismo círculo social que los míos y que además él y Luke siempre han mantenido una rivalidad en todo. Sinceramente no se porque se odian tanto si son iguales, Darian al igual que Luke es el prototipo de chico perfecto, inteligente, guapo, de buena familia, exceptuando su lado oscuro que nadie conoce, porque eso es otra cosa que los une y tal vez hasta los separe. No es que yo lo sepa, pero conocosco a alguien que asegura que Darian no es lo que aparentan, que él no es bueno, ni inocente y mucho menos perfecto, que es un mismísimo demonio vestido de ángel.
—¡Darian! —pronuncio aún sorprendida de su presencia, él ante mi clara cara de confusión esboza una perfecta sonrisa angelical, tal como si fuera la de un niño inocente, pero no lo era o almenos eso me tenía que hacer entender.
Apostaría todos mis discos de Maroon 5 con seguridad que esa sonrisa es sólo una débil fachada.
—¡La gran Cali Benson! una de las chicas más amigable, alegre y popular de toda la universidad, se encuentra sola con lágrimas en sus ojos, ¡vaya sorpresa! —espetó manteniendo su sonrisa como si no acabará de decirme aquello, como si no fuera algo serio. Casi por inercia lleve mis manos a mis mejilla comprobando que él tenía razón; estaba llorando.
La vergüenza se acumuló en mi sistema al instante. Quise alejarme de él y salir corriendo para llorar en soledad, para no permitir que nadie me vea débil. Eso es lo que siempre dice mi madre, no debo de permitir que nadie me vea débil, no debo arrastrarme por nadie y mucho menos debo dejar de humillarme o sentirme inferior a alguien, porque yo valgo, valgo tanto que ni siquiera yo se mi valor, pero ahora no me sentía valiosa, me sentía la peor de las basuras.
Si mamá supiera que le he fachado en grandes cantidades por su querido Luke.
—Yo... Pues—balbuce en un fallido intento de buscar una excusa creíble, pero era más que claro que Darian no era un idiota.
—Luke es un ser con poca materia gris por lo que veo —soltó de la nada. Sus palabras me dejaron helada, por una parte no entendía una mierda de lo que decia y por otra no sabia por que había tenido que nombrar a Luke, precisamente a él. Darian al ver mis desconcierto soltó una pequeña carcajadt hacercandose más a mi, hasta sentarse a mi lado para continuar hablando. —Por hacerte sufrir, es alguien carente de inteligencia. El único que debe sufrir aquí es él ¿no lo crees?. —Cuestionó arqueando una de sus pobladas cejas, quedando a su vez a solo centímetros de mi sin dejar de esbozar una enorme sonrisa, sus ojos azules como el mar brillaban en medio de la oscuridad de la noche como la misma luna que nos alumbraba. Sus ojos estaban fijos en los mios y yo no me quedaba a tras, azul contra azul con la misma intensidad se enfrentaban nuestras miradas.
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Editado: 03.02.2022