Capitulo 17

Ya se acerca la navidad, faltaban exactamente una semana para esta y en la casa todos estaban contagiados con el espíritu navideño y al mismo tiempo ocupados, ya que la noche buena se llevara a cabo una gran gala donde mi familia será el anfitrión y como siempre todo debe ser perfecto lo más posible, yo por otro lado me he encontrado ocupada en otro asuntos que involucra un rubio y no no hablo de Luke Maxwell, hablo de Lexter.

Despues de esa visita no podía dejar de ver al pequeño, así que he pasado estas semanas jugando con él y llevándoles algunos regalos, Regina dice que no lo concienta puesto que luego se volverá malcriado, sin embargo en cuanto veo esa carita regordeta y sonroja me pone a su merced. Lo he estado cuidando estas semanas debido a que su niñera salio de la ciudad y Regina esbata desesperada, así que ahora Luke y yo nos hemos encargados como niñeras personales y sin duda somos los mejores. Luke quiere a ese niño como si de un hijo se tratara y de seguro él será un gran padre, sólo que no de mis hijos sino de otra mujer quien tiene la fortuna de poseer su corazón, bueno la mitad de él.

Si antes creí saber muchas cosas del rubio ahora estoy segura nos hemos convertido en una especie de mejores amigos, con todo esto me he dado cuente que Luke posee más demonios de los que creí, de hecho toda su familia lo hace, fue algo que me confesó en medio de una borrachera, el tiene mucho problemas y adicciones que debe superar como dejar el tabaco, se que lo hace para liberar el estrés o relajarse pero se está matando con esa cosa, al igual que el alcohol lo hace, según él es para olvidarse de los plobemas un rato aunque ese no sea el camino corrector, es el peor camino que pudo tomar.

Lo he trato de ayudar y abrirle lo ojos, sin embargo no soy quien debe tomar la decisión sobre su vida, solo él puede hacerlo. Luke me dijo cosas que estoy muy segura que a nadie más lo a hecho y poco a poco me he dado cuenta que no es el chico perfecto que creía por tanto tiempo, ni el más inteligente y mucho menos el más cabelleroros, por otro lado nada de eso a sido suficiente para que lo deje de amar, a veces incluso me concentro en toda las cosas malas de él parar tratar de arrancarlo de una vez por toda, pero las buenas que son mínimas llegan a mi antes para devorar todo lo que había armando dejando en la misma situación que antes.

Este comienzo de semana en lo particular no estado muy animado, bueno no mucho más de lo normal se la pasa con la vista perdida y un semblante triste que no puedo llegar a entender e querido preguntarle que le sucede pero no me he atrevido por miedo a un rechazo, aunque se que no me la dará el es muy sincero conmigo aveces tanto que llega a lastimarme aunque se perfectamente que no es con intención.

-¿Me estas oyendo, Cali? -me reprocha Diana mientras mueve su manos con desesperación frente a mis ojos consecutivamente.

-En lo absoluto, ¿qué decías?

La rubia en lugar de responderme sumerjio la mano en su bolso para luego sacar una bolsa de papel con las manos temblando la acercó hasta mi.

-Tengo un retraso -admite con frustración. Pasa su manos por su brillante cabello rubio y comienza a llorara, salgo de mi shock momentaneo por lo que ha dicho y corro a bazarla, se lo impotente que se debe estar sintiendo en ese momento, se que su mente está colapsada y no tiene idea de que hará.

-Oye tranquila eso es muy normal Diana no es necesario que te desesperes, tómalo con calma.

Trato de calmarla con la fiel excusa y ella comienzo a reír sin gracias, de hecho estoy demasiado preocupada por ella tal vez Diana ya este a punto de cumplir 22 años y sea considerada una adulta, pero si mamá y papá se enteran de que quedo embarazada sin aún casarse o al menos vivir con él padre de sus hijos la mataran, aún le falta un año para culminar su carrera universitaria. Diana se suelta de mi agarre y se aleja un par de centímetros

-No cali, tu lo dices como si esto fuera muy normal, claro como no te cuesta nada decir que me deshaga del problema, como tú lo hiciste, pero la diferencia es que yo no soy como lo eres tú, yo no podría tomar el camino fácil.

Y es ahí como mis ganas de animarla mueren, me llega a importa muy como su llanto y la rabia se apodera de mi, se que esta preocupada y todo igual eso no le da el derecho de restregarme en la cara mis errores del pasado, porque si tomé la decisión cobarde y me dehice de ese obstáculo, pero que ella entienda también que solo tenía 16 años y estaba muy asustada, yo no podría hacerme cargo de ese bebé cuando ni siquiera podría encargarme de mi misma para ese entonces y la verdad es que no me arrepiento en lo más mínimo de mi decisión porque se que elegí la correcta para mi bienestar, él de ese chico e incluso el de mi familia, cuando me encuentre lista si tendré los hijos que quiera sin obstáculos, ni miedos y seguro ellos vivirán llenos de amor.

Aunque recuerdo que cuando pasó aquello estuve por unos meses con la idea que nunca podría servir para algo, de que era una asesina y una mal mujer hasta que mi madre se empeño en que saliera de ahí, animandome, diciéndome las cosas que me planteo justo ahora, incluso tuve que llevarme para un puto psicológo que me ayudó bastante a salir de ese hoyó en el que me había hundido yo sólita por recoger puntos de vista negativos a aquella situación, así que me parecía más que injusto que Diana mientras yo intentaba ayudarla sacara a relucir ese tema que me dio tanto conflicto años atrás.

-Sabes porque tienes el riesgo de quedar embarazada Diana -ella levanta lentamente la cabeza de entre sus manos y me mira con atención -por ti misma y no necesito recordarte a diferencia entre tú y yo, yo era una niña que se equivoco, no una adulta que insulta y trata de denigrar a su hermana por lo errores de su pasado que le dieron tanto conflicto, así que asume tus responsabilidades como la adulta responsable que tanto alardes ser y a mi me dejas en paz.