Ya habíamos llegado al aeropuerto y las lágrimas nublaba toda mi visión. Simplemte no podía creer que me vaya lejos de este lugar, que ahora mis amigas y hermanas me estén despidiendo.
Después de tomar aquella decisión junto al pelirrojo me pase lo que quedaba de año pensando en el lugar a donde iríamos y no fue hasta cinco minutos de que el año Acabará que el lugar perfecto vino a mi mente, luego de eso llamé a Corian y junto decidimos que nos iriamos a Liverpool donde además queda una sede de la universidad y el pelirrojo solo tuvo que pedir traslado, yo por otro lado me inscribi de nuevo y tendré de cursar primer años con la diferente que esta vez al fin será diseño gráfico, una carrera que quería cursar desde el principio.
Mis padres aunque triste me dejaron ir, la despedida que no había sido hace mucho me había dejado un sabor amargo en la boca, sin embargo la alegría que llegaba a sentir eran enormes y aunque con melancolía abundante, sabía que todo mejoraría, que podría encontrar mi propio camino.
A mi lado aun estaban mis más fieles amigas acompañándome hasta el últimos minuto que permanecía a aquí, y aunque estaban entre la felicidad y al borde de las lágrimas apreciaba demasiado ese momento donde éramos nosotras por una última vez en meses.
A Luke no volví a verlo desde el día que me fue a visitar y le di la noticia, no le dije cuando o para donde me iba pero él lo acepto y me deseó felicidad, una pequeña parte de mi sintió decepción, esa parte masoquistas que seguía atada a un amor improbable, la que aún en este momento creería que él llegaría como todo un enamorado de película a detenerme o al menos darme un último beso antes de abordar el avión, pero nada de eso pasó, siquera se hizo presente o me envió algún mensaje.
—Cali te extrañare muchísimo —Diana se lanzó hacia mi llorando deliberamdene en mi hombro de nuevo, esto de el embarazo la tiene muy hormonal, por lo general ella no es así, en cambio yo embaraza o no simpre era muy dramática y termine llorando con ella, haciendo que mi maquillaje se arruinará.
—Cuida a mi futuro compañero de aventura, rubia —espete en cuento se separa de mi, Diana rio mientras asentía repetida veces bajando la vista hacia su panza casi inexistente.
—Con mi vida.
—Zorra no se que será de mi sin ti —intervino Sade dándome una palmada en el trasero.
Se que lo hace para que el ambiente sea feliz y no parecer unas llorona, pero esta triste por mi partida y yo estoy muy triste por dejarla, pero aun pase lo que pase se que seremos amigas. Vuelvo a reirme y la abrazo tomando desprevenida.
—En serio no somos nada sin ti, aun puedes arrepentirte, por favor arrepientete —suplicó Alice abrazándome tan fuerte que me cortó el aire, sin embargo se lo devolví y le pido disculpa por no poder quedarme como lo desea, ella lo acepto llorando y rompió el abrazo.
—No importa que tan extravagante sea tu cabello simpre serás naturalmente hermosa —musita Benny en cuanto Alice se aparta totalmente de mi. Depues de lidiar con una Benny borracha el treinta y uno de diciembre logre solucionar cualquier tipo de incomodidad que tuviéramos descubriendo así cosas que jamas pensé que alguien que pueda aparentar ser tan fragil ocultaba, Benny es todo lo contrario a eso y ese día más que ganarse mi respeto se gano mi admiración por ser alguien tan valiente como ella.
—No tanto como tú.
Ella me respondio con una de sus radiantes sonrisa ante de volver a darme un abrazo en donde todas las chicas formaron parte. Luego de ese abrazo grupal me vi obligada a despedirme de ella por completo, con un sentimento de melancolía camine por los pasillos con Corian a mi lado en silencio mientras lágrimas caían libremente de mis ojos.
—¡¡¡Cali espera!!!
No puede ser, quede perpleja ante las voz que pronunció mi nombre, en definitiva no espere que esa persona estuviera aquí bajo ninguna circunstancia, gire sobre mis pies aún un poco autoridad y lo primero que puede visualizar fue un pequeños rubio sonriente de la mano de su madre. Salí corriendo hasta ellos y tomé a Lexter en mis brazos.
—Lexter y yo queríamos despedirnos de ti, pero pensé que había llegado tarde —trato de aclarar la castaña, apenas asiento y la abrazo aun tenido al niño en estos mismos.
—Estaba apunto de abordar y me alegra que hayas venido Regina.
Regina y yo seguimos teniendo una linda amistad, que aunque nació hace poco es muy sincera, la quiero mucho y me alegra que haya venido a despedirse junto al pequeños Lexter.
—Te extrañare pequeño —exclame aún con lágrimas en mis ojos revolviendo sus cabellera rubia.
—Te quiedo —pronunció él con una voz angelical que derritió todo mi corazón. Yo también lo quería y mucho Lexter se ha ganado un gran lugar en mi corazón.
***
Finalmente el avión despego y fue ahí cuando me permití estallar en llanto sin importarme en lo absoluto las personas que me miraran raro. Corian que esta a mi lado me abrazó y yo aproveche para hundir mi cara en su pecho.
—Él... él no se despidió de mi Corian, estuve hasta el último segundo esperando una señal de su parte y no lo hizo.
Por más que me costará admitir esa era la verdad, nunca deje de soñar que llegara y me diera un romántico beso para evitar que me fuera, pero eso no pasaría y también lo sabía y aún así no pude evitar tener esa idea. Todavía seguía creyendo en que Luke sería mi príncipe azul, cuando yo ni siquiera soy una princesa. Los cuentos de hadas seguia viviendo fielmente en mi cabeza y no descansaría hasta tener un amor puro como el de ellos uno de verdad no uno a medias, no uno donde solo des sin recibir nada a cambio como lo hice todo este tiempo. Volvería amar con todas ni fuerza, lo volvería hacer porque la culpa no es de el amor.
Es maravilloso cuando dos corazones son impulsados por la fuerza del otro, el problema está en la persona, la persona que eliges amar o la persona que por error tu corazón elige latir y lo hace una y otra vez no importa que tanto te destruya, hasta que un día te cansas de dar tanto en vano.
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Editado: 03.02.2022