Hoy me levanté más tarde que de costumbre, desayunando sola a las once de la mañana. Parece que nadie se ha ido a hacer nada, pues en mi recorrido hacia la cocina y luego hacia mi habitación de nuevo, me encuentro a Mike y a Madison, esta última, por supuesto, ni me saluda. A mi madre la veo por la ventana desde lejos, siendo paseada en el jardín por su enfermera. Me le quedo viendo un par de segundos antes de seguir mi camino.
De vuelta en mi cuarto, tomo mi teléfono para darme cuenta de que, por fin, Ian ha respondido a mis mensajes y hasta me ha llamado. Le marco de vuelta y a los pocos segundos me contesta.
—Hola, buen día, señorita —responde la voz de Britt.
—¿Britt? ¿Estás con Ian? —pregunto, ya que es bastante temprano y, que yo sepa, no tenían nada que estudiar hoy.
—Sí, igual Emily —responde, seguido a eso la susodicha saluda desde lejos—. Ian está con tu abuelo, ayudándolo en algo.
Aunque no es como que desconfíe de mis amigas en cuanto a su cercanía o tiempo con Ian, en esta ocasión, por alguna razón, me da cierto desagrado. Supongo que es porque tengo tiempo sin verlo, mientras que ellas van seguido a visitarlo. No me molesta, es solo un sentimiento tonto que sé que se pasará cuando lo vea hoy y mis ganas de tenerlo cerca se calmen por otros días.
—Qué raro que estén allá tan temprano, ¿estudian antes de venir?
Según lo planeado, nos encontraremos a las cuatro en el parque del centro, por lo que ellos deben salir a las poco antes de las tres, para lo que aún faltan unas cinco horas.
—No, solo... —antes de que ella termine lo que iba a decir, escucho la voz de Ian de fondo.
—Dios, les he dicho que no toquen mi celular —gruñe y, por el ruido que hace, parece que se lo ha quitado de las manos a mi amiga, que se ríe a carcajadas—. ¿Hola?
—Hola —le saludo.
—¿Te dijeron algo raro?
—Como si fuera a creerles —me río, pues de comentarios extraños sobre Ian mis amigas han inventado de todo para avergonzarlo.
Por cómo el fondo cambia de uno con mis amigas charlando a uno con el ruido que el viendo hace en los micrófonos, el chico debe haber salido a la terraza.
—¿Y eso que las chicas están tan temprano allá? —pregunto de nuevo, en busca de saciar mi curiosidad.
—Tú dime —bufa—. Digo, era entendible que vinieran para estudiar, pero hoy tenía ganas de dormir hasta medio día, adivina quién despertó a las diez porque dos escuinclas lo estaban llamando.
—Uno se acostumbra —aunque no en el mismo contexto, tanto ellas como yo nos hemos acostumbrado a invadir la casa de la otra sin avisar antes, cosa de la que ninguna se ha quejado, pero Ian es Ian.
Hablamos un buen rato sobre qué hacer hoy y en qué parte especifica encontrarnos. Decidimos que la fuente central del parque es la mejor opción, dado que es muy sencillo llegar a ella y no suele haber tanta gente como uno pensaría. De allí caminaremos, comeremos algo e iremos al parque de diversiones dentro del inmenso lugar. Este no tiene tanta variedad como ''Dreamland'', ubicado al este de la ciudad, con atracciones nuevas y más grandes, en cambio este es simple pero divertido. La anterior vez que Ian vino nos la pasamos hablando, así que no se nos ocurrió ir.
—Iré al pueblo a comprarle a mamá algunas cosas, estaré de vuelta antes de las 3; me parece que tendré que llevarme a las chillonas conmigo. ¿Tienes algún problema con eso? —la forma en que lo pregunta es extraña, como si pensara que el que se la pase con ellas va a molestarme, y no es así.
Es decir, no del todo.
—No es como que lo que yo piense sobre ello importe —admito—. No somos novios, y aún si lo fuésemos tú decides con quién estar —por más que quiero que suene como un comentario sin importancia, mi voz me falla un poco y acaba sonando como si la idea me desagradara.
—Miranda... —lo nota, sin duda lo nota.
—Lo digo en serio, no debes preocuparte por mí, no me importa.
—Está bien —acepta—. Es que no quiero hacer algo que te incomode, aun si es tonto.
—No me incomoda —miento—. Avísame cuando estén en camino.
Con ello, la conversación se acaba y yo me siento en mi cama, lanzando un largo suspiro.
¿Será que genuinamente siento celos de mis amigas? Digo, no me enoja ni enrabia saber que ellas, dos chicas hermosas, están en su habitación y además comparten con él en la escuela. Nunca armaría una escena sobre ello, ni le prohibiría nada; aunque a la vez sí siento unas punzadas en el estómago al recordar que ellas lo ven todos los días, así como yo hace tiempo lo hacía. En un par de ocasiones he tenido sueños extraños donde lo veo comportarse de forma cariñosa y hasta atrevida con alguna de ellas ¿es un reflejo de mi subconsciente o solo algo a lo que le doy mucha importancia?
Siendo sincera, creo que son ambas.
Es tonto sentirme así, dado que yo fui quien dio la iniciativa de que ellas se la pasen con él, y tampoco es como que desee que no sea así, me gusta saber que Ian no está solo y que de vez en cuando gente que yo conozco le acompañan; sin embargo, miento si digo que a veces no deseo ser yo quien le acompañe en lugar de ellas.
Nunca he estado en una relación, si así se le puede llamar formalmente, no sé si esto es normal o estoy siendo muy idiota al sentirme así.
Como siempre, respiro y trato de ignorar mis pensamientos por un rato.
Dado que no me traje toda mi ropa de la residencia, no tengo muchos atuendos de los que elegir para usar hoy. Me quedo viendo mi closet mientras me pregunto cuál se me verá mejor. Tampoco es como que Ian haya visto mi ropa de salir, pues usualmente me la pasaba en pijama o ropa casual de casa cuando estábamos juntos.
De todas formas, hace unas dos semanas Mike me dio algo de dinero para comprarme lo que quisiera y opte por algunas prendas nuevas; esas son una buena opción.
Tengo sobre la cama, estiradas para verlas mejor, un par de blusas, un suéter, un vestido, dos faldas y un short. Algo bueno debe salir de aquí. Pienso en el vestido, casual y con estampado de flores, mas no me gusta usarlo si sé que iré a un parque. La primera blusa es blanca y sin mangas, demasiado elegante, la segunda es una camiseta amarilla con una palabra estampada en letras atractivas. Definitivamente esa me pondré.