Mis 5 Chicos (m5c #1)

Parte 12

Ir al cine con mamá fue una muy buena opción, fue divertido y lindo a la vez. Lindo porque hace mucho tiempo que no salíamos juntas, y divertido porque se regreso a casa hablamos de trivialidades, de temas sin sentidos. Hablamos hasta de los Chicos, que eran buenas personas, graciosos y ocurrentes. Y esa fantasía se acabó cuando dijo con quién me apetecia salir, le dije que dejara el tema allí porque estaba cansada.

 

Y si, estaba cansada, porque yo en vez de disfrutar la película como una persona normal. Me pase toda la tarde analizando y procesando las palabras de Louis. Estuve matandome para entender dichas palabras. «Tendras noticias mías, y no de la forma que desees, Samantha.» ¿Abría sido una amenaza, o un juego?

 

Al principio, pensé en que todas mis teorías eran fantasias de mi mente. Que nada estaba pensando, que cuando regresará el miércoles al plantel él estaría con su gran sonrisa del demonio para decirme « Caiste, boba. ¿Crees que te libraras tan fácil de mí?». A pesar de todo de todo le gusto, si le gusto no ¿podría hacerme nada, o si?. 

 

Luego de luchar con mi demonios internos, logré dormír. Porque si, yo necesito ayuda

 

En la noche, me desperté con el corazón acelerado, mi pecho hundido, empapada de sudor. Con miedo, un miedo que no sentía hace muchísimo tiempo. Un miedo de que algo va a pasar...

 

Y no sé, si es directamente hacía a mí o mi familia.

 

***

 

—¿Crees que es fácil olvidarte de nosotros?

 

—No.. pero pensé que si.

 

—Eso pensamos, pero recuerda no es cuando tú quieras, es cuando nosotros digamos. Y ahora estamos de vuelta.

 

—¡No!—grite mientras de un salto me desperté. Y al instante llegó mamá

 

—¿Qué pasa?—pregunto entrando a la habitación 

 

—E-están de vuelta—balbucee

 

—¡Mike!—grito mamá —Todo va a estar bien

 

—¿Qué pasa?— papá en entra a la habitación agitado

 

—Están de vuelta—repite mamá

 

Y es así, como comienza mi día, repitiendome que el ciclo que creí haber cerrado, superado, olvidado. Sigue presente, y peor que nunca.

 

Te contaré una pequeña historia

 

Una noche fría, de invierno. Cliché lo sé. 

 

Una Samantha con 15 años y medio, se despertó porque tenía sed, bajo las escaleras de en su momento casa en Seattle. Pero escucha un pequeño ruido en la sala. Algo se había caído y como niña indecisa y chismosa, se asomó.

 

Lo primero que sus ojos notaron fueron a dos, enmascarados, ellos la notaron a ella. 

 

Un encapuchado se le acercó y le dijo—: ¿No deberías estar en la cama pequeña?— escupió con un intento de voz a amable pero salió más como detesto

 

— Mamá dice que no debería hablar con extraños— dijo segura que sabía lo que hacía, y por desgracia añadió— Así que..— soltó un grito de niña asustada por 3 minutos

 

A los encapuchados, les pareció insoportable, inmaduro, y niñato. El otro maldijo entre dientes y se acerco a la proveniente del grito

 

—¿Sabes? Al principio no pensábamos tocar, ni meternos con la familia de Mike. Solo vendriamos a por el dinero e irnos.— dijo serio — Pero.. es una lastima que las cosas no salgan como uno espera...

 

—¿Qué piensas hacer?—intervino el otro

 

—Tomar lo más preciado de Mike.. -—pausó y una sonrisa se enmarcó en sus labios — Su pequeña... —hizo una seña y en ese momento todo se volvió negro para la pequeña.

 

La secuestraron, encerraron y maltrataron, por suerte no pasó a mayores en el sentido de violarla, pero si se les cruzo por la mente. 

 

¿Por qué no lo hicieron? Nunca se supo. Paso una semana, una semana sin que nadie supiera de la pequeña, una semana donde ella no comía ni dormía, esperaba con ansias el día de regresar a su vida "normal", una semana donde los secuestradores se cansaban de los gritos de la niña, ¿Pero como no? Si encerrada en una habitación sola y con animales comiendo de las paredes.

 

Lo que ella no sabía era que ese momento de su vida, le perseguirá para siempre. 

 

**

 

Pues como yo debes saber y ya te dije. Esa pequeña soy yo. 

 

El por qué robaron mi casa, nunca me lo explicaron se preocuparon más por lo que me pasaba físicamente, que por lo que me pasaba día a día mentalmente. Luego de muchas citas con mi Psicólogo—el cuál mamá me llevo-— él llegó a la conclusión que debido a los hechos recreados a mi alrededor y por lo vivido. Me encerré y me cree una burbuja de un Psicoterror; el cual se seguiría alimentando, si me expongo a momentos bajo presión, cambios de ambientes (mudarme), ya que me volvería a exponer a estar en un lugar nuevo, conseguir confianza y seguridad que perdí esa noche. Y finalmente, amenazas inexplicables...

 

Una vez me preguntó que si tenía algún familiar con algo paranormal, le conté que mi abuela paterna cuando se enojaba cambiaba. Me preguntó a qué me refería con ello, le expliqué que sus ojos eran marrones se transformaban en verdes, y cambiaba de personalidad. El me explico que se trataba de un caso de TLP. Que no era 100% seguro que me ocurriría a mi, pero que las probabilidades no eran nulas. Igual eso me preocupo. 

 

Te explico, TLP, es Trastorno de Límite de Personalidad.

 

Obviamente, todo lo que el doctor me dijo, no se lo comenté a nadie, ni mamá ni papá. Preferiría cambiar de ambiente a quedarme en un lugar donde no me siento segura. De decirlo mamá me hubiese obligado a quedarme en Los Ángeles, no quería, no podía. 

 

Tal vez estuvo mal no decirle a mis padres lo que sucedía, pero no quería que me tratarán como una bebé que no podía hacer nada. Si ya estaba enferma ya lo sabía, pero no era para tanto.



#496 en Thriller
#160 en Suspenso
#334 en Detective
#257 en Novela negra

En el texto hay: realidad, suspence, romance +18

Editado: 04.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.