Extracto de mi relato "El amor en tiempos de Covid".
Le dedicaba en su Facebook la canción "Cómo duele", esa que habla sobre amar a quien no se debe. Así lo amaba, con toda el alma. Debía mantenerlo en secreto. Estaba decidida a confiar en sus argumentos y tener paciencia, el día llegaría. Se enamoró de su sufrimiento. Quería borrar con sus caricias las heridas hechas por quien lo martirizaba, esa que por años lo había sometido a su crueldad y lo retenía donde no quería estar.
Un día se armó de valor y dio el paso que él no se atrevía. Un pequeño empujón, nada del otro mundo, no fue para tanto. Lo que sintieran ellos solo eran daños colaterales que con seguridad en pocos días serían superados.
Y lo logró. Lo rescató y lo llevó con ella. ¡Al fin dejarían de esconderse!
La espera tuvo su recompensa. ¡Cómo se regocijó con su triunfo!
Al igual que en todo el proceso, puso a Dios por delante para que siguiera bendiciendo ese inmenso amor. ¡Juntos y felices por siempre!
A partir de entonces sólo ha habido dicha, construyendo su castillo sobre la aldea quemada, con la bendición de Dios.
Adriloch