Mis poemas y unas cervezas.

Sin prologo.

No quiero otra oportunidad u otro descenso a tus ojos. He quebrado ese espejo de mi alma, sin mas reflejos del corazón.

Nunca lo planeé, de tenerte en mi cama con una mirada perdida, dudosa, temerosa y a la vez decidida a afrontar lo que alguna vez imaginamos. Sentir tanto calor, incluso con las ventanas abiertas, nuestras pieles ardían. Tu perfume fue el preludio a la colisión de nuestros labios, más adictivo que el aroma del café de mis mañanas, respire de tu piel tanto como pude porque muy dentro de mi sabia que no se repetiría, y aunque susurrabas que esto estaba mal, tus manos involuntariamente me abrazaban. No te querías ir.

Tu cabello se entrelazo en mis dedos, tus ojos me llevaron a un abismo de placer y deseo. Caí profundo, entregando mis respiros agitados al ritmo de los tuyos, voluntariamente cedí ante la suavidad de tus labios, sentí miles de olas revolcar mi alma, o los restos que quedan.

Lapiz y papel, un poco más de café.



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En el texto hay: poemas, poemas a la vida, poemas confesiones

Editado: 24.11.2020

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