Los amigos se miraron entre sí, listos para enfrentar el desafío. El guardián les dio instrucciones sobre cómo utilizar los objetos para desbloquear el poder del cubo.
El anillo de madera debía ser colocado en la palma de la mano del líder, el cristal de cuarzo debía ser sostenido por la persona más sabia, el libro antiguo debía ser abierto por la persona más curiosa y la pluma de águila debía ser utilizada por la persona más valiente.
Con los objetos en su lugar, el cubo comenzó a brillar intensamente. La fuerza oscura se acercaba, pero los amigos estaban listos. Unieron sus manos y concentraron sus energías.
De repente, un rayo de luz salió del cubo y golpeó a la fuerza oscura, repeliéndola. Los amigos habían logrado proteger el poder del cubo.
Pero, de repente, el cubo comenzó a abrirse y una figura emergió de su interior...