Como todas las mañanas me levanté para irme al trabajo. Cansado de lo mismo, casos estúpidos y aburridos. Pensaba que tras salir de la universidad mi vida seria más interesante, lleno de incidentes misteriosos a la par que de atrevidos, pero la verdad es que sigue siendo igual de aburrida y monótona, lo único que ha cambiado ha sido que por fin tras muchos años de esfuerzo he terminado mis estudios con lo que puedo tener más tiempo libre. Mi intención era rellenar ese tiempo libre con mi trabajo pero como principiante no me daban ninguna investigación que mereciera la pena, todo era sobre gente desaparecida que terminaban en asesinatos o suicidios, nada que ver con lo que yo buscaba.
Quise ser detective para entrar en el mundo del misterio e intentar resolver casos que otros no pudieron, yo soñaba en trabajar en uno que me diera la oportunidad de enseñar el potencial que tengo, ser famoso, pero hasta el momento no tengo ninguno. Al ser recién graduado, el jefe no confiaba en mi, ya que pensaba que era alguien sin determinación. Él era un hombre muy estricto, serio e inflexible a fin de cuentas alguien difícil de llevar. La verdad era que lo había visto muy pocas veces, siempre que me encargaba algo lo hacía su secretario, que era todo lo contrario a él, su cara relajada y mirada suave transmitía confianza, algo que no pasaba con él, su cara de pocos amigos, algo arrugada por el pasar de los años , musculoso y bastante alto. Siempre elegante, cuando caminaba te hacías una idea de su personalidad, seguro de si mismo y por último su mirada tan profunda, oscura e intimidante te hacia querer salir corriendo al momento de posar su mirada en ti. Su voz seguro que sería grave y al instante te pondría los pelos de punta, aunque parezca raro nunca lo había oído hablar a pesar de que llevo unos dos meses trabajando aqui. Me sorprendió bastante el haberme aceptado como su empleado, pues sus palabras hacía mi fueron bastantes molestas, me juzgó sin conocerme, ni siquiera se molestó en decirme lo directamente, me lo tuvo que comunicar como no, su secretario.
Pero bueno dejando todo esto de lado, mi vida está estancada, no sé qué hacer para salir. Esta fue la primera y última empresa que quiso que trabajara para ella, mi única oportunidad para dedicarme a lo que siempre he querido, no podría dejar esto. Lo que podría hacer era irme de la ciudad, intentar buscar otro trabajo en el que me valoraran mas, pero para mi desgracia no tenía suficiente dinero como para dejarlo.
De repente sonó el teléfono de mi mesa de trabajo, me sobresalté volviendo a la realidad. Al momento de escuchar la voz y el motivo por el cuál me llamaba, me puse de los nervios empecé a tartamudear, me sudaban las manos. Más me vale controlar mis nervios, pues el motivo era reunirme con el superior. Mientras caminaba hacia su oficina por mi cabeza pasaba de todo, desde el despido inmediato hasta una regañina por no dar la talla de esta empresa a lo que conlleva a mi primer pensamiento. No se que haría si decidiera echarme conseguí independizarme gracias a esto, he tenido una vida más liberal, no quisiera volver con mis padres. Estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que estaba delante de su puerta. Reuní fuerzas y llamé.
-¡Adelante! - me dijo una voz ronca-.
Cuando entré me sorprendió la cara con la que me miraba, sonriente, relajado, también vi en su mirada algo de maldad que no me gustó ni un pelo, esas no eran sus facciones naturales, ¿Acaso esto era un tipo de prueba? Tenia miedo, miedo de perder lo poco que tenía.
- Buenos días Señor, ¿Me mandó llamar?
No sabía que decirle ni como hablarle, no quería que se molestara por mis palabras, pues una de sus virtudes no era la paciencia ni la tolerancia hacia los demás. Hace días oí un rumor de que una empleada entró a este lugar para salir llorando de el, desde ese momento no la han visto más.
- Sienta te Luke, te he llamado para darte un caso, es complejo pero creo que este es el perfecto para ti, ya es hora de que tengas uno de verdad y me demuestres de lo que eres capaz de hacer.
Me quedé estupefacto, ¿esto es enserio? ¿Me va a dar uno de verdad? No me lo creo. En ese mismo instante los nervios desaparecieron, en mi cara se dibujó una amplia sonrisa. Por fin me daba un voto de confianza, eso era un gran paso.
- Sí señor, eso es lo que quiero, he esperado mucho tiempo para que llegara este día, no se preocupe voy a dar todo de mi.
Lo dije con tanta seguridad que me sorprendí a mi mismo.
- Bien esa es la actitud que quiero Luke, pero antes voy a decirte un par de aclaraciones del por qué te estoy dando este caso a ti exclusivamente.
¿¡Como!? Ya decía yo que aquí había trampa, este hombre no da nada por que si sin mas.
-Bueno, has estado aquí dos meses en los cuales no has hecho nada por el cual digas que puedes quedarte en esta empresa, así que he pensado en darte esta investigación, es un tanto complicada pero eso es lo que menos me importa.
Claro que si, a ti que te va a importar ¡Si al que vas a fastidiar es a mi!
-Por lo tanto al darte esto te estoy dando la oportunidad de escoger entre quedarte o irte, bueno en verdad no, lo vas a hacer y no se diga más.
¡Y encima se ríe, pero será hijo de su madre¡ Entonces para que se enrolla tanto en decirlo que vaya al grano y punto. Lo único que quiere es que otros vean el poder que tiene sobre los demás.
-¿Pero cómo que irme o quedarme?
-Pues es muy fácil Luke, lo resuelves te quedas y si no, te despido, así de simple.
Hice un gran esfuerzo y cuando digo gran es por que lo es, para no mandarlo a la mierda e irme por mi cuenta, pero eso sería demostrarle que no tengo agallas para aceptar este reto y eso no va a pasar.
-Entonces no se diga más, denme la información para empezar con ello, no dude por que lo resolveré.