Capitulo 6
“siéntete libre de ser conmigo, como nunca con nadie has sido”
Alexander
- ¿Quieres tomar un café? A la vuelta hay una cafetería. Está muy cerca-´pregunto Sebastián
-Claro vamos. Tengo un poco de hambre-
-Nadia, ya nos vamos-nos acercamos a firmar los registros
-Si chicos. Cuídense, nos vemos mañana- se despido con un movimiento de manos y una sonrisa
-Hasta mañana-contestamos ambos al mismo tiempo
Salimos de la empresa y caminamos por cinco minutos hasta llegar a la cafetería. Nos sentamos cerca de la puerta ya que era una de las pocas mesas disponibles, había gente almorzando a esta hora
- ¿Qué es lo que más te gusta del modelaje? - pregunto
Un mesero se acercó a nosotros para tomar la orden. Sebastián pidió un smoothie de limón con menta y una rebanada de pan cremoso de elote. Una combinación algo inusual y “especial”, si es que se puede decir. Trataba de descifrar el sabor de tal combinación, pero por más que pensaba, no tenía una respuesta, aunque si soy sincero mi curiosidad me invitaba a probar un poco de aquellos alimentos juntos, sin embargo, al final decidí pedir dos crepas dulces de leche condensada con trozos de fresa y una malteada de vainilla. Los sabores dulces son mi debilidad. Soy amante del azúcar
Una vez que el mesero se retiró, le conteste la pregunta que me hizo
-La verdad me gusta todo. Por si no lo has notado soy un chico vanidoso. Me encanta probarme diferentes estilos de vestimenta y peinados. Además, te regalan las prendas que sueles usar, también los accesorios y los artículos para los que hagas publicidad. Pero, sin duda alguna lo mejor de todo es ver el trabajo terminado, la calidad de las fotografías; es increíble ver que con tan pocos elementos los fotógrafos puedan crear grandes imágenes, crean magia y si eso no fuera poco-hice una pequeña pausa recordando mis participaciones en el modelaje- te pagan por ello-
-Dicho así, suena genial- reímos- aunque eso de ser el centro de atención no es para cualquiera, digo, los modelos deben de tener chispa, brillo y carisma al posar, y no cualquiera- me miró fijamente- puedo asegurarte que tú la tienes, bueno, no te he visto modelar, ni he tenido la oportunidad de ver fotografías tuyas, pero, sin duda alguna si alguien te ve, sabría que eres modelo- le sonreí. Es lindo cuando las personas te impulsan a seguir tus sueños y te alientan
-Gracias Sebas-me quedé unos segundos pensando y recordé que los futbolistas y actores también son centros de atención- ¿pero que no en la actuación y en el futbol también serás el centro de atención? -
-Puede ser, pero, no sería el único. Tanto en una novela, como en el futbol compartes créditos con más personas. Sobre todo, en el futbol, normalmente los focos blancos son los delanteros-
- ¿Y tú en qué lugar juegas? Pensé que todo era lo mismo-
-Yo soy defensa lateral izquierdo- levante mi ceja en señal de confusión y me le quede mirando con cara de “no te estoy entendiendo nada”, el solo sonrió. Saco de su pantalón algunas monedas y con ayuda del servilletero y el salero que se encontraban en la mesa, formo un “mini campo” en donde coloco las monedas simulando a los jugadores para poder explicarme mejor
-Perdón por mi ignorancia, pero no sé nada de futbol y nunca me intereso aprender. Al menos no hasta ahora-para mí, simplemente eran un deporte donde solo se pateaba un balón sin sentido, pero ver a Sebastián hablar tan emocionado y feliz de él, me hacía sentir curiosidad y cierto interés en el tema
-No te preocupes. Quizá no te gusta porque no logras entenderlo, pero te explicare-señalo la mesa-este de aquí es el portero-
-Si, creo que eso es hasta dónde llega mi conocimiento deportivo-ambos reímos
-estos de aquí serían los defensas-señalo a cuatro monedas frente al “portero”-normalmente yo suelo jugar en este lado. Después se encuentran los medios, ellos se encargan de repartir el juego, es decir, ellos conectan a los defensores y a los delanteros-dijo señalando a otras tres monedas- nos apoyan a ambos y normalmente son los creativos-
Cuando termino su explicación, el mesero se acercó y coloco la comida en la mesa. Ambos agradecimos y continuamos con la charla
- ¡Wao! No sé qué decirte… me siento un ignorante y además estúpido. -el me miro sin entender-sin intención de ofenderte, pero, pensé que solo se trataba de correr tras una pelota y conseguir meterla en una casita-dije apenado. El soltó una ligera carcajada
-No te preocupes, mucha gente lo piensa así… pero es más que eso-me miró fijamente sin expresión en el rostro y después poco a poco fue sonriendo de una manera extraña- ¿Quieres que te enseñe a jugar? -me sorprendió su pregunta. Si bien, me estaba dando curiosidad, el hecho de aprender y sobre todo jugarlo se me hacia una idea lejana
-Tranquilo ahí amigo, no creo que esté preparado para jugar-
-No lo sabrás si no lo intentas ¿no lo crees? -no supe que responder, guarde silencio por unos segundos que el termino por romper- ¡Te propongo algo! ¿te parece si primero me acompañas a un entrenamiento y después vemos que surge? -se le veía emocionado y no quise negarme a su petición, pero aceptar tampoco me parecía la mejor respuesta
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Editado: 20.01.2023