Mitad mentira. Mitad verdad

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Capítulo 19

 

"Ella jamás te hará sentir el latir acelerado que quiere salir a gritos por debajo de tu pecho. Inténtalo y verás, ¿Que sientes cuando te besa? Ese vacío que ronda por tu cabeza, ¿es extraño? No sientes amor ¿Verdad? Con ella lo tendrás todo, menos tu felicidad" 

 


Alexander 

 



Nunca me imaginé que yo podría disfrutar de ésto. Me parecía mentira estar aquí, en un campo de fútbol, usando una playera de un equipo que apoyaba,  que hasta hace dos meses ignoraba su existencia. Ahora entiendo porque la gente dice que la vida da mil vueltas y para ser sincero, me estaba gustando más de lo que pensé 

Me daba gracia la  forma en que Sebastián había logrado su objetivo, aún recordaba sus palabras aquel día en la cafetería ¡Voy a convencerte y te encantará!  Ahora no solo entendía este deporte, también me gustaba e incluso hasta lo jugaba... Bueno, más o menos  


Estaba emocionado por Sebastián, este era su sueño y estar aquí con él, apoyándolo era sumamente increíble, quizá hubo muchos partidos antes de esté, pero, por alguna razón, sentía que el de hoy sería importante en la vida de Sebas 

Mire al campo, donde una cabellera castaña y un cuerpo atlético se cruzó ante mis ojos, Sebas charlaba animadamente con su amigo David, creo que se llamaba, estaban calentando antes  del inicio del juego, podía verlo sonreír, y bromear, aún a la distancia podía visualizar sus ojos brillantes y un aspecto pleno en su rostro   

A pesar de que era evidente que le gustaba la actuación y disfrutaba de ella; cada que hablaba o jugaba fútbol podía notar en su cuerpo y semblante que no había nada en el mundo que lo hiciera sentirse tan vivo como aquel deporte  

Me permiti admirarlo desde la lejanía, quizá no era tanta la distancia entre ambos, pero si eran algunos metros lo que nos separaban, aún así pude verlo con su uniforme, consistía en un ajustado short de colores sobrios que contrastaban con su piel, la playera era del mismo tono que el short y también le quedaba ceñida al torzo. Debo admitir que se veía muy sexi vistiendo su equipo, por lo general sebas usaba pantalones de cargo y playeras holgadas. Los cuales escondían sus piernas bien trabajadas  por el deporte, su espalda ancha y su cintura pequeña. Era realmente guapo  

Se que no debería, pero estaba babeando por mi amigo cuando a solo un par de personas se encontraba sentada la novia de Sebas, no podía evitarlo, no soy de piedra, tengo diecisiete años y estoy muy seguro que los hombres también me atraen,  simplemente estaba perdiendo el norte. Negué para mí mismo y trate de distraerme con cualquier cosa para dejar de pensar en el oji-verde. Fue una suerte que Hanna y Abigail estuvieran tan metidas en su charla que ni siquiera notaron que estaba embobado en el protagonista de este día   

Hola chicos— Derek y los padres de Sebas acababan de llegar y se acercaron para sentarse junto a nosotros—Pensamos que ya habían empezado— 

Los padres de Sebastián también nos saludaron, sobre todo a Abigail, a quien le dieron un beso en la mejilla  

—¿Cómo estas cariño?—Le pregunto Nora a Hanna  

Muy bien Señora, gracias—  

Dime Nora— le sonrio— Moría de  ganas por conocerte ¡Que lindo que vengas a apoyar a mi hijo! Seras su inspiración--  


Gracias. Espero traerle suerte—  

Aunque no la necesitará, el es increible— pensé en voz alta. Sus padres me miraron. No había tenido el gusto de conocerlos personalmente, por lo que ambos me miraron extrañados  

—Claro que es muy bueno, es un Orconí Moran. El éxito viene en la sangre— comento con modestia Nora. Nótese el sarcasmo — ¿Quién eres tú?— 

—Soy Alexander. Amigo de Sebastián y compañero de reparto—conteste mientras estiraba mi mano en su dirección  

—Ah, hola. Sebastián me ha hablado mucho de ti. Gusto en conocerte—Ambos me correspondieron el saludo aunque su padre no dijo nada, no parecia grosero 

¿Cómo estás Abi?—Saludo Derek a la chica de ojos miel  

Bien Derek, gracias— 

Me alegro ¿Puedo sentarme aquí?—señalo un pequeño lugar  entre ella y yo. Me recorrió un poco al lado contrario para darle espacio— gracias— me dijo 

¿Estas emocionada?— volvió a preguntarle el chico a mi lado a Abigail. Ahora que lo veía bien, note que Derek y Sebas tenían mucho parecido entre ellos. Ambos compartían aquel color de ojos tan llamativo. Derek era ligeramenteas alto que mi amigo, pero el futbolista tenía el cuerpo más atlético y el rostro más tierno. Pude comparar y la forma en la que Oní sonreía, era más picarezca a la de su hermano, ambos tenían esa voz profunda y tan varonil que a mí tanto me había gustado en Sebas. Derek por el contrario,  parecía más tímido. En este instante se le veía algo nervioso —¿Quieres un refresco Abi?— le pregunto el chico 

No gracias Der— Era extraño el comportamiento de Abigail, distaba mucho al que tenía cuando Sebastián estaba presente. Con el hermano mayor de mi amigo parecía hasta cortante 

¿O algo de comer, un snack?—  La insistencia del hijo mayor de Nora me causo intriga. Quizá... Quizá Derek estaba interesado en Abigail 


Si mis deducciones son correctas todo esto estaba demasiado jodido. Derek enamorado de Abigail, ella de Sebastián y él de Hanna. ¡Que loco!  


El silvatazo dado por el árbitro me distrajo de los chicos sentados a mi lado. Giré el rostro al campo y vi como dos chicos del equipo contrario empezaban a patear el balón. Mire al chico por el cual estaba ahí y lo noté consentrado, no perdía de vista la pelota. Corría de un lado a otro, daba una que otra indicación y daba pases acertados cada tanto 

El partido estaba demasiado reñido según las  palabras de Julián pues yo aún no era un experto en nivel futbolístico, solo se que a veces el equipo de Sebas estaba a punto de anotar y otras era el equipo contrario quienes parecían ser los que anotarían  

—¡Vamos Orconí. Parado— El entrenador le gritaba a Sebas. En todo el partido había tenido tres jugadas importantes y Sebastian las había pasado muy bien. Su juego era limpio y sertero, todo dicho por Julián, Derek y para mí sorpresa también por Hanna. Todos adulaban el hecho de que mi amigo fuera ambidiestro. Ya que cada que Marco, el delantero de holdexsfi quería llevarselo por banda, Sebastián le robaba la pelota y por derecho era algo de lo mismo, quizá no era tan fácil  para él como se veía, pues pego varias carreras, pero al final siempre lograba quedarse con el esférico o en su defecto mandarlo a saque de banda 

El diez contrario se veía frustrado al no pasar al cinco del bilania, Marco hacía entradas más duras y llevaba el ceño fruncido todo el partido 

Excelente Sebas, sigue apretando— volvió a gritar el entrenador. Siendo sincero, tuve que hacer un gran esfuerzo al no reirme tras lo dicho por aquel hombre, obviamente en mi retorcida mente eso sonó a albur, no soy tan puro como parezco. Malditos pensamientos  


¡Esa falta es de tarjeta árbitro!— grito Derek y Julián al tiempo, interrumpiendo mis pensamiento—Le entro con los tacos por delante. Por Dios—  


David había volado unos metros después de una entrada dura por parte del defensa contrario. No estaba dentro del área de la portería, pero si muy cerca. El chico daba vueltas pidiendo asistencia medica. Parecía muy adolorido 

El cuerpo médico saco al chico en camilla. Sebastián se acercó a él con el rostro lleno de preocupación cuando vio manchas de sangre en su media ya rota 

¡David! — dijo Sebas —¿Cómo estás? ¿Seguirá jugando?— le pregunto al chico y al entrenador 

No lo creo, tendremos que revisar su pie para cerciorarnos que no es fractura, pero aunque no lo sea, hoy no volvera a jugar —  David se perdió por el túnel directo a la área médica, mientras el entrenador y Sebas se dirigían a la línea del campo, donde charlaron sobre algo, le  palmeó el hombro y lo animo a seguir  

El árbitro había marcado falta. Según Abigail era un tiro directo perfecto para ser pateado por Sebastián, ya que era un tiro por izquierda y  Sebas era el único zurdo en el equipo  

¡Lo va a tirar Sebí!— comento Hanna muy emocionada 


—Pan comido para Tian, lo he visto practicar a balón parado y la zurda no lo defrauda— contestó animada la chica de ojos miel 

¡Esta es la tuya enano!— grito Derek para que su hermano lo escuchará. Sebastián por otro lado esperaba la señal del árbitro para tirar 

Tú puedes hijo— susurro Julián 

Todos estábamos a la espera de algo grande, confiaba que Sebas  anotaría. Quizá era defensa pero por lo poco que platique con él, se que ellos también meten goles  


El árbitro pito y con un rostro sereno, el número cinco miro la portería, luego al balón y tiro. Lo hizo ver demasiado sencillo, como si fuera lo más fácil del mundo y cuando el balón quedó entre los tres palos y la red, todos los aficionados gritaron al unisolo Goooooool. Quizá no era un estadio lleno, pero aquel grito me erizo la piel  


Sebastian reía y corría a abrazar a sus compañeros. Cuando termino se acercó al lado de la cancha donde estábamos sentados, tomo el escudo de su equipo que tenían todos en la camiseta, lo beso y después se dirigió a sus padres y los señaló  


Sus padres le sonrieron, su padre aplaudio en su dirección, orgulloso del desempeño de mi amigo. Su mamá por otro lado se veía menos emocionada que todos los demás. Mientras todos estábamos gritando de pie, ella solo sonreía  


Mis ojos y los de Sebastián se cruzaron y juro que sentí que mi corazón retumbaba y se erizaba junto a mi piel. Jamás me habían mirado de esa manera. Tan profundo, tan... No sabía cómo describirlo, simplemente me hizo sentir vulnerable y al mismo tiempo me cargó de fuerza y energía. Era como sentirme todo y nada a la vez 

Esos ojos tan verdes y brillosos me provocaron escalofríos. Nunca vi orbes tan bonitos como aquellos que me miraban en este momento. Tenía tantas ganas de bajar y mirarlos de cerca. Pero me contuve a hacerlo. Solo mordí mi labio tratando de controlar lo que sentía y le sonreí  

Despues de eso, todo a mi alrededor desapareció. No podía borrar de mi mente los ojos de Sebastián, ni su rostro. Era como estar mirando una fotografía y no poder apartar la vista. Creía que ya nada podría atraer mi atención a la realidad, creía 


Amor, no te parece ridículo que Sebastián prefiera ser un insignificante defensa, cuando tiene talento para brillar en la delantera. Él podría ser la estrella del equipo, pero prefiere quedarse en la sombra — comento Nora a Julián  

Que comentario tan más inecesario. ¿Por qué no disfrutaba de la felicidad de su hijo? En vez de criticarlo 

—Me parece que Tian es uno de los mejores defensores de la liga— dijo Abigail con el ceño fruncido. Parecía que se estaba conteniendo, pues sus hombros estaban tensos y sus manos en un puño, para no contestarle de forma grosera a Nora— Pero sobre todo— giro su rostro para mirarla— Sebastián es feliz jugando en esa posición y nada podrá compararse con eso, porque ni toda la fama, ni "ser la estrella" — volvió la vista a Sebas—pondra la sonrisa que ahora mismo tiene en su rostro, Nora. Deberías de estar feliz porque está cumpliendo su sueño—sonrio  

Si mamá. Él enano a demostrado que no solo los delanteros son responsables del triunfo, ni un solo jugador es "la estrella" . Todo es parte de ser un equipo—secundo Derek 




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