Niñez de Moisés

En aquel tiempo, Moisés ya había cumplido la edad adecuada para ir con la princesa, su madre, hija de faraón, la cuál lo esperaba con ansias en palacio

- Hola pequeño - Saludó ella

- Hola princesa Henutmire - Dijo con una reverencia, Henutmire sonrió a Moisés

- No me tienes que llamar así, soy tu madre Moisés, y a partir de ahora me llamaras mamá, madre o mami, pero nada de princesa, deja esas formalidades para los esclavos y sirvientes - Moisés sonrió y miró a la mujer que lo había traído con su madre

- Con ella debo dirigirme como esclava? - Preguntó a su madre, la princesa

- Si hijo, ella es hebrea y así será siempre

- Pero no es también un ser humano? - Ella sonrió

- Que gran corazón tienes Moisés, si, tienes razón, ella fue la que te amamantó, así que merece respeto, pero ahora debe irse - Moisés sonrió y se despidio de ella con un gesto de la mano - ven Moisés, conoceras a tu tío Ramsés, aunque ustedes se tratarán como primos - Éste sonrió y tomó la mano de aquella mujer que ahora era su madre, al llegar a los adentros de palacio Moisés miraba todo con asombro - Tranquilo, te acostumbrarás. Ramsés ven un momento

- Que pasa hermana? - Dice el niño acercándose a ella

- El es tu sobrino, Moisés, Moisés, el es Ramsés, espero que los dos se traten como primos, o como hermanos

- Hola, bienvenido a palacio Moisés ¿Te trataron bien los hebreos?

- Hola Ramsés, si, me trataron muy bien, pero este es mi hogar ahora

- Bien dicho hijo, Ramsés ¿Por qué no le muestras palacio y van a jugar un rato?

- Si claro, ven Moisés - Moisés siguió a Ramsés - Mira, aquí es el palacio, no se que te han contado los hebreos, pero no les creas, yo te contaré las historias reales

- Me dijeron que los egipcios esclavizaban a los hebreos porque hace muchos años existió un hombre llamado José que hizo algo bueno por ellos aquí, pero ya nadie lo recuerda

- Mira Moisés, te contaré otra versión que mi padre me ha contado, en ese tiempo, cuando el faraón era mi abuelo Sesostris II el pueblo israelita tenía un salvador o algo así, al cual respondía a nombre de José, el era como su salida, los hebreos piensan que nosotros los oprimimos solo por querer hacerlo, pero en realidad es porque necesitamos más hombres que construyan nuestras murayas y nuestras pirámides ¿Has oído de las pirámides? - Moisés niega y Ramsés suspira - Vivir con esos esclavos no te favoreció, no te preocupes, yo te enseñaré todo lo que necesitas saber, escucha, las pirámides son construidas con el propósito de enterrar a los faraones egipcios, nuestros dioses, que luego te los enseñaré, nos enseñaron que debemos morir y llevarnos nuestras cosas al más allá

- No se supone que solo existe un Dios?

- Ay no, esto va a ser más difícil de lo que creí, viviste demasiado tiempo con los esclavos, esto es complicado - En ese momento interrumpe la madre de Moisés

- Ramsés, basta, lo estás confundiendo, el irá aprendiendo estás cosas a su tiempo hermano - Ramsés suspira

- Está bien, tienes razón, perdóname Moisés por introducir tanta información en ti

- Está bien, solo tratabas de explicarme, y gracias

- De nada, yo te ayudaré, no te preocupes

- Bueno, ya que dejamos eso claro, el faraón Setti quiere conocerte Moisés - El asiente y se ponen en marcha - Padre, aquí está Moisés, mi hijo

- Mucho gusto Moisés

- Mucho gusto alteza - El hombre rie

- Basta de formalidades, llámame abuelo y dame un abrazo, ven aquí pequeño - El mira a su madre y ella lo impulsa con un gesto y una caricia, así que con toda confianza el se acerca - Bienvenido a la familia pequeño - El sonríe

- Gracias abuelo