Capítulo 1

Ugh, deja de gritar por favor –Escuche la queja de mi hermana– Pareces una niña pequeña que ve un avión pasando por el cielo, estupido –Su voz sonaba irritada mientras que a la vez pasaba su muñeca derecha por su cabello–.

¿Por qué mi hermana, Estefanía, está irritada por mis gritos? Simple, porque su hermano menor de 24 años, yo, había conseguido finalmente un empleo de estilista.No solo era un simple empleo, sino que mi modelo o mejor dicho Super Modelo era "Júlia Ribero".

–¡Me aceptaron, me aceptaron! –Repeti rápidamente, soltando otro grito emocionado– ¡Y mi modelo es Júlia Ribero, el amor de mi vida!

–Sí, ya lo sé, lo estuviste repitiendo toda la mañana como si fueras una maldita cotorra –Hablo mi hermana con una sonrisa burlona, mientras me observaba saltando de felicidad–.

–Rode mis ojos al escucharla, seguro tenía envidia que conseguí trabajo con Júlia, así que simplemente acomode mi mechon oscuro que estaba en mi frente– ¡Oye! Es la emoción ¿acaso tu no estarias emocionada con trabajar con alguien que quieres, tonta? –Dije enarcando una ceja–.

–Oh, claro que lo estaría pero... ¿Crees que por ser un simple estilista profesional recibirás mucho dinero o respeto? –Me señaló con su dedo índice– Literalmente solo seras usado un tiempo como los demas, y despues te echaran a la calle.Y no creas que te trataran bien, recibirias hasta gritos ¿Sabes? –Estefania chocó su dedo fuertemente en mi frente, lo cual me provoco soltar un quejido y fruncir el ceño del enojo–.

–¿Y? –La desafie– Podré conseguir otro empleo de estilista con otra modelo si me llegan a conocer por Júlia –Bufe, viendo a mi hermana soltar un suspiro y frotarse la frente–.

–Sí, aja –Dijo con sarcasmo, Estefania– Haz lo que quieras, pero luego no vengas de rodillas a rogarme que te mantenga por ser cabeza hueca –Empezó a salir de mi habitación, cerrando suavemente la puerta blanca llena de posters sobre el modelaje y el diseño de modas–.

–Envidiosa...–Susurre con bronca y suspire– No creo que sea tan difícil, solo es maquillar, arreglar el pelo y ya –Me tire a la cama y cerre los ojos, tal vez no sea tan difícil ser el estilista de Júlia...o si?–.



Eran las 10 a.m, y ya estaba frente la empresa "Perch Fashion" que contenía varios pisos tal vez 4 o 5.En mi interior había una cantidad de emociones revolviendose y una de ellas era la admiración, mis ojos brillaban con ganas de adentrarse y ver el interior.

Miraba por todas partes y a lo lejos noto una figura alta y fornida acercarse a mi, al principio me asombro y senti un escalofrio en mi espalda.

–Buen día, Lorenzo Garcia ¿Cierto? –Asenti– Bien, yo soy Edward Rulash, sígueme por favor –Pidió, haciendo una señal de que lo siguiera, entonces ambos nos adentramos–.

Observaba con mis ojos brillantez el interior.Era tan amplio y habían tantas modelos super famosas como...¡Cassandra Pier! Mi segunda modelo favorita.

Tantos estilistas, modelos, era como un sueño hecho realidad...Hasta el aroma era increíble, un aroma a vainilla hay aquí. Oh, acaso eso de allí es una mesa con...¿¡Comida!?.

Mientras recorríamos el lugar y escuchaba todas las presentaciones de distintos lugares que mencionaba Edward, pude observar a lo lejos un camerino abierto y tenia 5 estrellas arriba.

–Oye Edward, ese camerino de quien...–Cuando gire mi rostro, me di cuenta que Edward se había alejado y vi que seguía caminando explicando como si estuviera alli–.

Entonces escuche un llanto, y mire el camerino.Venia de allí, así que me acerque lentamente a ver que pasaba y me llevé una sorpresa.

Observe una muchacha de tal vez 20 años llorando con su cara rojiza, mientras una mujer le gritaba.Senti pena por aquella chica, así que entre sin tocar la puerta.

–Hey ‐Entonces la más alta se detuvo y giró su rostro, tenía el ceño fruncido y la nariz arrugada– Deja de gritarle ¿Acaso no tienes compasión o qué? –Hablo el chico, agarrando el brazo de la chica y la aleje–.

–¿¡Quién carajos te crees para entrar a mi camerino!? Imbécil –Su voz sonaba suave e irritada, esa voz...se me hacia conocida...¡Era Júlia Ribero!– Esta estupida volcó un vaso con agua encima de mí cara –Vi la mirada enojada de Júlia a la chica que estaba detrás de mí–.

–¿Eres...Júlia Ribero? –Dije sorprendido, no había notado que era la Super Modelo por el maquillaje embarrado en su cara–.

–Si, tarado ¿Quién más? –Dijo sentándose en su pequeño sillón, sacando de su tocador pañuelos húmedos y se los pasaba suavemente en su rostro tan angelical–.

–Yo...–Las palabras se quedaron estancadas en mi garganta, probablemente ya perdi el empleo, pensó–.

–Los ratones te comieron la lengua ¿Querido? –Hablo con burla, mirando por el espejo a Lorenzo– Ambos están despedidos –Dijo con seriedad–.

Nosotros 2 nos quedamos atónitos, bajamos la cabeza y asentimos, ambos estabamos tristes.Mi hermana tuvo razón, no dure ni un día.Vi que la chica se fue del camerino, y yo la iba a seguir también pero una voz suave me detuvo.

–Espera, antes que te vayas ¿A qué viniste? Porque para hacerte el "príncipe azul" de las estilistas no creo –Pregunto con curiosidad, su rostro ya estaba limpio.Mire fijamente sus ojos notando esos ojos verdellones que antes estaban llenos de ira, entonces respondí su pregunta–.

–Vine porque...la empresa me contrato para ser su estilista –Respondi– Disculpe haberla molestado, señorita Ribero–.

Nuevamente me gire para ya ir a mi camino, pero otra vez su voz me detuvo.

–Así que por eso, eh...–Dijo escaneandome, y hablo otra vez- Acercate, y maquillame –Me ordenó como si fuera su perro labrador–.

–Vi que se acomodo, y me miraba desde el espejo de su tocador.Hasta que se me ocurrió una idea y deje a la vista una sonrisa– Tal vez te maquille, pero me tendrás que contratar otra vez ¿No crees? No maquillo gratis –Propuse con una sonrisa divertida, hize una "gran jugada" según yo–.