4/10: Todo es blanco y negro

El joven Archie regresó a casa, pero los pensamientos inquietantes no le permitieron conciliar el sueño. Desesperado, decidió ir a la habitación de su madre para contarle lo que había sucedido con Lucias. Sin embargo, al llegar allí, se dio cuenta de que su madre no estaba. Alarmado, salió corriendo en busca de ella y, para su horror, se encontró con el mismo hombre que había asesinado a su hermano Reggie y a su padre hace varios años, manteniendo a su madre retenida.

"Chico, solo me interesa negociar. Tu padre murió porque no quería pagarme, tu hermano siguió el mismo camino y tú también lo harás si no me pagas dentro de una semana", dijo el hombre amenazadoramente a Archie.

Antes de que Archie pudiera responder, un disparo sonó, alcanzando el brazo del hombre y liberando a Martha, su madre, quien dejó caer la pistola con la que la estaban apuntando. "Archie, no te preocupes, tus amigos ya estamos aquí para ayudarte", dijo Alexa, quien parecía liderar el grupo.

"Chicos, ya es muy tarde. ¿Qué hacen aquí? Yo podía resolver esto solo", dijo Archie con orgullo en su voz.

"Siempre es bueno recibir la ayuda de unos amigos", respondió Lucias, apareciendo de la nada y dejando a todos sin palabras. "Lucias, pero... creía que ya te habías marchado", tartamudeó Archie sin saber qué hacer.

"Fui fiel amigo de tu hermano Reggie, Archie. No voy a dejarte solo. Él lo hubiera querido así", afirmó Lucias. "Permíteme ayudarte en esto, porque el problema no era este hombre, él solo era un mensajero de Mazzu, el gran peligro".

"Mazzu, ¿quién es Mazzu?", preguntó Archie, confundido.

"Mazzu es uno de los capos más peligrosos en el tráfico de drogas y es con quien trabajaba tu padre. Él fue quien mandó a matar a tu hermano debido a la deuda que tu padre dejó", reveló Lucias.

"Espera, ¿quién eres tú? ¿De qué se trata todo esto? Archie, hay algo que no me has dicho", preguntó Martha, la madre de Archie.