Camila se dio la vuelta y se quedó mirandolo sin poderse creer lo que este le acababa de decir.
–Estas de coña ¿no?.
–Nose que dices pero...te digo la verdad, ese niño es el hijo de Alexander–Jak se sintió el hombre más miserable del mundo.
Camila niega sin creerle–No...tu solo me dices eso para que te ayude, Álex jamas abandonaría a su hijo.
–No lo hizo, se vio obligado a hacerlo, verás Alexander se caso con una mujer insoportable. Ella jamas amo a Alexander y menos a su hijo, él quiso dejarla y llevarse a su hijo pero la mujer se suicidó y...el Consejo lo acuso de su asesinato.
Camila siente que le fallan sus pies y que podía caerse en cualquier momento, se sentó en la primera silla que encontró. No podía creerse que Alexander hubiera pasado por tan malos momentos.
–Pero...el no tiene culpa de nada.
Jak se sienta a su lado–Claro que no, pero nadie lo creyó y creeme que lo siguen culpando. Camila el debe recuperar a su hijo, ayúdame a traérselo.
Jak la cogió de las dos manos y la miro fijamente esperando su respuesta, Camila recordó la mirada triste de Alexander y eso le rompió el alma. Ahora sabía porque estaba así y pensaba ayudarlo como él la ayudó a ella.
–Bien, cuenta conmigo.
–bien, esto quedará entre nosotros, nadie debe saber nada o el plan podría salir mal. Mañana temprano saldremos hacia donde vive el niño estate preparada–dijo levantándose.
Cuando esté vio que Camila ceraba la puerta dio una patada a la silla y maldijo en bajo.
–¿Te sientes mal? te esta equivocando Jak y lo sabes muy bien–dijo Donald cerrando la puerta.
–No tengo otra opción, no podré descansar sin antes vengarme de los que me arruinaron la vida...
Donald se sienta junto a el–No tienes por qué seguir este camino...esa mujer quizá te ama, dile la verdad y seguro que llegaréis a una solución.
Jak se ríe de lo que dijo este–Jaja...no seas imbécil Donald ¿crees que me creera a mi antes que a su hermana? ¿crees que no me juzgues como todos los demás? ¿crees que no me dejara?.–dijo Jak maldiciendo, el no quería ver el odio en sus ojos, sabía que no soportaría que ella le dijera que lo odiaba.
Donald se levanta–Eso es un precio a pagar...pero se ve que ya tomaste tu decisión, pero recuerda que toda venganza llena de odio y rencor solo te llevarán a la ruina. Te quedarás solo y sin nadie a tu alrededor.
–¡Me da igual! ella no me importa en lo más mínimo.
Donald abre la puerta y mira a Jak que estaba de espaldas–Si continúas con esta venganza la perderás.
Camila se apresuró a vestirse ya que estaba ya amaneciendo, no se pudo creer que estaba preparándose para secuestrar a un niño pero lo estaba haciendo por su bien y el de su padre.
–Camila ¿estas despierta?–llamo Jak a la puerta.
Camila le abre–Si, estoy lista.
Esta lo siguió a fuera y vio como subía a un caballo y de quedo mirándolo cuando esté le ofreció su mano para que montara.
–No pienso subirme ahi.
–¿Como? ¿por que?.
–Por que jamás monte uno.
Jak se tapa la cara con la mano incrédulo, este la asiente y le da de nuevo la mano–Tu solo dame la mano y te prometo que no te pasará nada.
Camila le mira y asistiendo le da la mano, Jak la aprieta contra su pecho. Camila siente que el caballo empieza a moverse y se aprieta con fuerza a Jak.
Pasaron tres horas antes de llegar a un pueblo, Jak le trajo algo de beber.
–¿Donde esta ese niño?.
–En ese castillo de ahi–dijo señalando el castillo de Rolf Mackenzie.
–Jak...creo que esto está mal.
Jak la mira seriamente–No digas tonterías, ese niño necesita a su padre.
Camila asiente–Lose, pero...¿como lo sacaremos de ahí? ¿de quien es ese castillo?.
–Déjame pensar mujer, ya lo tengo todo planeado y no te importa de quien sea ese castillo, vamos–dijo tirando de su brazo.
Estos entran en una pequeña casa y ve que Jak saca un vestido muy antiguo y gastado, este se lo da a Camila y le señala un biombo.
–Cámbiate y no me discutas nada.
Camila coge el vestido y se pone tras el biombo, no se podía creer que estuviera ayudando a ese cruel y odiado hombre. Pero tenía que hacerlo por Alexander y su hijo.
–Date prisa o vendré a sacarte de ahi–dijo Jak impaciente.
Camila se aprovecha el vestido maldiciendo–¡Que te den Jak!.
Ella lo oyó reírse y sale furiosa–¿De que te ríes?.
–Nada...solo que tu vestimenta es...
–¿Quieres tomar tú mi lugar? seguro que te ara gracias verte en el espejo con este vestido ¿no?.
–Dejemos las bromas fuera, tienes que entrar al castillo como un mendiga y...
–¡Estas loco!! no pienso entrar y...–esta no termino ya que Jak la suejta bruscamente del brazo.
–No puedes echarte atras ahora,recuerda que esto es por Alexander.