Capítulo 1

Dejo las maletas en la entrada de mi casa antes de sentir el abrazo de oso de mi hermana menor, rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos y la siento reír de felicidad contra mi hombro, me gusta estar en casa aunque eso suponga oir a la inocente e irritante mejor amiga de mi hermana menor, no entiendo como una adolescente puede ser tan inocente como lo es esa chica alta, porque Andrómeda no es baja como mi hermana, ella debe medir por lo menos metro setenta y lo creo aunque la última vez que la vi tenía ella apenas diecisiete años, supongo que habrá crecido y ahora con diecinueve años será más alta.

- ¿Mamá te lo ha dicho?- me pregunta cuando la dejo en el suelo.- Russell.- llama mi atención para que le conteste.

- ¿Decirme qué?- Cloe me mira con una sonrisa ladeada y yo no entiendo que pasa.- Pequeña así das miedo.

- Vamos a pasar las vacaciones en la casa de la playa de los Emerson, han venido desde Alemania para poder pasar el verano conmigo.

Ruedo los ojos, esto es lo que me faltaba, tener que soportar a Andrómeda Emerson todo un verano, suficiente era tener que aguantarla por un par de horas y por teléfono, como para tener que soportarla ahora todo el rato.

- Hola pequeña.- la saluda mi mejor amigo Max que ha venido a pasar las vacaciones de verano con mi familia ya que con la suya no se habla.

- No podemos ir, Max estará aquí en vacaciones.- digo lo evidente.

- Lo sabemos y se lo dijimos a los Emerson, pueden compartir una habitación así que Max también se viene.- me dice Cloe con una mirada de superioridad.

- ¿A dónde?- pregunta Max con una sonrisa.

- A la casa de la playa de mi mejor amiga, no podéis decir que no porque ya hemos confirmado que venís y partimos mañana así que no deshagáis la maleta.- nos dice con su típica sonrisa traviesa.- Ahora me voy a la casa de Andrómeda.- resoplo, no sirve de nada negarme cuando ya lo tienen todo preparado.

Le enseño la habitación que va a utilizar esta noche a Max y luego me voy a la mía para darme una ducha relajante después de haber conducido cuatro horas para venir hasta aquí y llevarme el chasco de noticia que me he llevado, algunas veces pienso que Andrómeda me persigue luego recuerdo que para ella soy invisible, raramente me saludaba cuando veía al pasar por detrás de mi hermana, hacía como si yo fuera un mueble más y eso en verdad me molesta.

No odio a Andrómeda, es prácticamente imposible odiarla porque es hermosa, es una persona que suele preocuparse de más por todos, mira primero por el resto y luego por ella y eso me molesta porque ella siempre ha mirado por todos menos por mi, jamás notó mi presencia mientras que yo siempre he notado la suya, me molesta que me guste la mejor amiga de mi hermana y que para ella yo tan solo sea una persona más del mundo aunque debo reconocer que yo no he puesto nada de mi parte para que ella me note, nunca intenté hablarle ni hacerme notar, simplemente acepté que en su vida yo soy un cero y por eso mismo he intentado dejar de pensar en ella durante años sin éxito, lo bueno es que puedo tener sexo, pensar en ella y no gemir su nombre, eso sería demasiado vergonzoso.

Abro el agua totalmente fría para relajar por completo mis músculos, me enjuago a conciencia, hoy hace mucho calor y he sudado como un cerdo. Salgo de la ducha con gotas en el pelo y con una toalla alrededor de mi pelvis para que no se vean mis partes nobles.

- Perdón, debí llamar.- dice Max con una sonrisa.- ¿Por qué esa cara larga al saber que vamos a pasar las vacaciones con la amiga de tu hermana?- dice sentándose en mi cama y mirando a cualquier lado excepto a mi cuerpo.- No será quien me dijiste, ¿verdad?

- Por desgracia lo es.- digo poniéndome algo de ropa.

- Entonces debe ser hermosa y maravillosa.- dice con aire soñador.- Quiero conocerla.- gruño en respuesta.- Tío no debes hostigarte ni pensar en la edad, ella tiene ya diecinueve años o está apunto de cumplirlos, son solo cuatro años.- dice encogiéndose de hombros.- Soy tu amigo desde que empezamos la universidad, te he visto coquetear con chicas, besarte con ellas y te he oído mientras mantenías relaciones, igual que te he escuchado luego lamentarte porque no eran ella, puede que este verano tengas una oportunidad.- me alienta.

- Van a estar sus padres.- digo obvio.

- ¿Y qué? Ellos tuvieron que hacer a la chica de alguna forma, y te puedo asegurar que no fue hablando.- estalla en carcajada por su mal chiste, estoy harto de decirle que no se le dan para nada bien.

- Ya sé que no la hicieron hablando Max, estúpido no soy.- ruedo los ojos.- Pero Jackson Emerson es un hombre muy celoso cuando se habla de su princesa mayor.-suspiro.- Y ni hablemos de Einar, que con quince años es enorme.

- Entonces ganate los primero a ellos y luego conquista el corazón de tu amada.- dice con dramatismo.

Cansado echo de mi habitación a Max, quiero dormir y él también debería hacerlo, sueña despierto con que yo haga algún movimiento con Andrómeda, eso no va a pasar, antes mi hermana y su padre me cortan los huevos.

Max y yo nos conocemos desde el primer día de universidad, pensé que era gay pero resulta que es bisexual y uno con un novio que hasta a mi me hace dudar de mi sexualidad, no ha podido ir con él a las Bahamas porque el padre de su novio todavía necesita tiempo para asimilar que su único hijo está con un chico y por eso le ofrecí que me acompañara a mi en las vacaciones, lo que yo no me esperaba es que fuéramos a pasar todas ellas con los Emerson, no sé como voy a hacerlo para mantenerme lejos de Andrómeda y evitar que todos se enteren de mis sentimientos por la hija mayor de los Emerson, ¿por qué mi hermana tuvo que hacerse amiga de una niña como ella? ¿por qué como todas las amistades infantiles no dejaron de ser amigas?