Moonlight

Capítulo 16

Me despierto sin mi hermana, llevo dos días durmiendo en su cama porque temo que vuelva a tener una pesadilla o recuerdo como el de la otra noche. Sé que no estuve con ella en ese tiempo aterrador pero no pienso dejarla ahora. Sé que no es lo mismo, que ni de lejos soy el mismo apoyo que Einar pero al menos siento que puedo ayudarla, aunque sea muy poco.

Me desperezo y la veo salir del cuarto de baño, está sonriendo lo que ya de por si es bastante extraño pero reconfortante. No parece ser una sonrisa forzada sino bastante genuina de esas que antes daba de forma constante y que tanto extrañamos en casa.

- Eda.- grita ante de tirarse encima de mí.- Feliz cumpleaños hermanita.- me sonríe antes de darme un beso en la mejilla.

- ¿Es mi cumpleaños?- ella asiente efusivamente.- Gracias por ser la primera en felicitarme.

- Sabes que siempre me gusta ser la primera, y ya que el año pasado ni te felicité, pues lo hago este.- ruedo los ojos, ella seguirá maririzandose por eso.

- Da igual, lo que importa es que este año estás aquí.

- Lo sé, y no me pienso ir a ninguna parte.

- ¿Ni para hacerme hueco a mí?

Nos giramos al escuchar la voz de Einar, quien nos mira a ambas con una sonrisa. Mi hermano pequeño es el mejor hombre que una mujer podría tener, es todavía un adolescente, aunque yo de alguna manera sigo siéndolo, pero tiene la mentalidad de un adulto, incluso mejor que algunos adultos.

Candela le hace un hueco y él se mete entre ambas para abrazarnos, con sus largos brazos y nuestros cuerpos delgados es imposible que no lo logre. Escucho una pequeña exhalación aunque no creo ser la única porque mis hermanos también miran en dirección a la puerta.

- ¿Por qué crecéis tan rápido?- se lamenta mamá con voz lastimera.- Quiero que vuelvas a tener cinco años.- sollozo de mentira, cuando quiere puede llegar a ser muy dramática.- Todavía recuerdo tus primeros pasos y tu primera palabra.

- Siempre te acordarás de mi primera palabra.

- Fuiste una traidora, yo te crío y lo primero que dices es tito.- niega divertida.- Hacedme sitio en la cama.

Mamá se hace sitio, no espera a que nosotros nos movamos y me da un enorme abrazo. No hay mejor abrazo que el de la mujer que más te quiere en el mundo. De la mujer a la que le va a dar igual cuantas veces hagas las cosas mal, cuantas veces te equivoques y que siempre va a estar ahí para levantarte y cubrirte las espaldas. Mamá a veces puede ser dura pero siempre ha estado ahí para nosotros, ha sido el mayor apoyo que hemos tenido los tres y jamás a juzgado ninguna de nuestras erradas decisiones. Ella siempre ha estado ahí para ayudarnos a renacer, nos ha dado todas las facilidades que ella jamás tuvo y ha sido la madre que nunca pudo tener.

La gente tiende a creer, erróneamente, que por las incesantes visitas de mamá al hospital no nos ha podido criar y que ha recurrido muchas veces a niñera, y nadie me cree cuando le digo que jamás he necesitado de una. Papá siempre estaba con nosotros cuando mamá estaba ingresada por alguna dolencia y sino estaba alguno de mis tíos o bisabuelos. La familia que unificó y construyó mi madre es tan fuerte que sería muy raro que alguien lograse separarla, romperla. Ya lo intentaron pero no lo lograron, volvimos más fuertes que nunca y eso es lo que cuenta.

Para mi es muy importante esto, no sé vivir sin una familia unida. Esto es a lo que estoy acostumbrada, esto es parte de mi. Quien no quiera a mi familia, tampoco me quiere a mi, es así de fácil. Si alguien juzga a mi familia, me juzga a mi también. Nosotros somos una unidad, un conjunto, todos por todos y para todos. Y no solo de mis tíos y primos, sino también de sus parejas, aquí todos somos uno.

- Mamá.- ella me mira.- Gracias.

- ¿Gracias? ¿Por qué?

- Por ser la mejor madre que podríamos haber tenido Cande, Einar y yo.

- Estamos de acuerdo con eso.- dicen a la vez Candela y Einar

- Simplemente he sido lo que hubiese deseado tener.- nos sonríe.- No tenéis que agradecerme por hacer mi trabajo, yo tuve hijos para darles todo mi amor y cariño. Tuve hijos para enseñarles y educarles en lo que yo considero en camino correcto.- acaricia mi mejilla, por sonreír se le achican los ojos.- Ustedes son lo mejor que pude tener en mi vida, todo lo que quise y anhelé, sois mi pequeña y hermosa familia.- nos miro a los tres.- Yo no tuve hijos para que me agradeciesen, tuve hijos porque tenía mucho amor que dar, y os lo di todo y os sigo dando todo mi amor.

No puedo aguantarme más y acabo dándole un abrazo al que al final se unen Candela y Einar. Todos sabemos lo que ella ha dicho, nos lo ha demostrado miles de veces. Mucha gente habla y te promete mil cosas, mi madre es una mujer de pocas pero sabias palabras, alguien que prefiere demostrar cuando te quiere y te ama antes que decírtelo miles de veces. Mi madre tiene un carácter difícil, por las circunstancias de su vida, pero ha sido manejar miles de cosas y seguir siendo la mujer más amorosa del mundo con nosotros, que somos los únicos que en verdad importamos.

- Vosotros tres sois mi felicidad, sé que no suele deciros mucho que os amo pero lo hago con todo mi débil corazón, juro que lo hago.- nos sonríe antes de darnos un beso a cada uno y levantarse.- Venga cumpleañera, tienes tu desayuno especial abajo.

- Pues vamos, porque tus desayunos especiales son lo mejor.

- Ya lo sé.-me guiña un ojo, haciendo que toda la escena emotiva desaparezca remplazando la con risas de todos.

- Te queremos Eda.- dicen Einar y Candela antes de irse con mamá.

Sigue siendo raro que vuelvan a hablar a la vez, antes era muy común y con el paso del tiempo fue haciéndose algo raro, pero me alegro. Adoro que poco a poco mi familia vuelva a ser la de antes, con todos sus integrantes felices.

Bajo a la cocina más feliz que de costumbre, en los cumpleaños siempre se respira un aire distinto, mucho más feliz y animado.




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