Sentimientos

1 mes atrás

Mia cuando despertó al día siguiente, encontró que se había destransformado y Moonlight no se encontraba, por lo que se puso nerviosa a mil.

Se cambió de ropa, para poder ir a buscar a su liry, quien no estaba en ninguna parte de la habitación, y asumió que podría estar en la cocina comiendo algo.

Dicho y hecho, cuando Mia llegó a la cocina, encontró a su liry comiéndose un plátano, mientras miraba la televisión.

– Fanático de los plátanos, ¿qué crees que haces aquí? – dijo mientras se reía un poco, ya que estaba molestando a su liry.

– Estaba imitando lo que Moonlight estaba disfrutando ayer contigo – dijo el liry sin mirarla.

En ese momento, Mia recordó todo lo que pasó la noche anterior y se sonrojo al máximo, en conclusión, su liry buscaba las peores palabras para recordarle las cosas.

Para no discutir con su liry decidió salir de la casa para despejarse un rato, mientras su liry seguía viendo la tele y no quiso acompañar a su portadora.

En eso sale el hermano de Mia, y cuando vio al liry, quiso jugar con él, cosa que aceptó.

Por otra parte, Tomás después de llegar a su casa decidió dormir un poco, cosa que no pudo hacer y decidió hacer un paseo, pero como civil, ya que quería que su liry descansara después de todo lo que paso.

Bajó las escaleras hacia la cocina de su casa, y notó que sus padres estaban durmiendo, así que se desplazó sin meter ruido alguno, afortunadamente logró salir de su casa sin despertar a nadie.

Suspiró y comenzó a caminar tranquilamente por las calles de la cuidad, intentando despejarse de todo, también para pensar en las cosas, tomar la mejor decisión ya con la mente despejada.

Decidió detenerse en el parque que estaba cerca de la casa de su novia ya que estaba un poco cansado, así que se sentó en una banca cercana y miró hacia el cielo, que estaba totalmente despejado.

Estaba tan absorto mirando el cielo que poco a poco fue quedándose dormido, afortunadamente la noche era bastante cálida aun, aunque ya era la estación en las que las hojas empezaban a caer.

No se dio cuenta, ni siquiera cuando los rayos solares empezaban a molestar sus ojos, causando que despertara, Tomás empezó a tallarse los ojos, medio frustrado por quedarse dormido en la intemperie y por despertar en una plaza.

Pero al fin y al cabo estaba ahí para pensar sobre todo lo sucedido, sonrojándose inmediatamente cuando venían las imágenes de la noche anterior, de cómo se entregó tan fácilmente a Sunny, pero ya estaba consciente de que lo amaba con todas sus fuerzas, además de querer estar con el más tiempo.

Pero estaba Amy, la amaba con todo su corazón y no quería perderla, pero sentía esta conexión tan fuerte y decidió no ceder más ante Sunny.

Se puso de pie para volver a su casa, ya era de día y no quería preocupar a sus padres, ya que su madre esta con la obsesión de querer contarle a su padre sobre su identidad y eso, por ahora no era conveniente, ya que podría correr peligro el y todos sus conocidos.

Estaba por salir de la plaza cuando vio a una chica, que tenía un aura totalmente diferente a una persona normal, podría ser otra dutsu, así que, olvidando de regresar a su casa, de desvió siguiendo a la chica.

Esta chica tenía el pelo castaño, que llegaba a la mitad de su espalda, iba con pantalones color rosado y la parte de arriba constaba de una blusa de color rosado claro y una chaqueta negra, finalizando su atuendo con unas botas negras que le llegaban a la rodilla.

Mia estaba meditando en la banca de la plaza del Olimpo Central, sobre todo lo ocurrido, primeramente, sobre ella y Moonlight en la noche que pasaron juntos... su primera vez.

Después vino a su mente su exnovio, quien murió para salvarla, quien la aceptó tal y como era, a pesar de todo, ella deseaba que todo lo sucedido nunca hubiese pasado, se sentía totalmente culpable, miserable, una mala persona.

Comenzó a llorar profundamente, pero esta vez estaba sintiendo sus manos totalmente frías, también sentía que su cuerpo se volvía frío, aun así, no le importaba ya nada de lo que pudiese ocurrir con ella.

De pronto Mia sintió que alguien le tapaba la vista con una tela, bastante agradable, lo que provocara que dejara de sentir frío.

Hubo un silencio un poco incómodo, ya que la otra persona que le había vendado la vista no decía palabra alguna y Mia no se atrevía a moverse siquiera.

Sintió un poco después de que esa persona se sentaba a su lado y le amarró las manos con la misma tela que le habían vendado los ojos.

Mia no sentía miedo por la situación, pero empezó a sentir ansiedad, debido al silencio incomodo que se producía.

– ¿Te sientes mejor niña? – preguntó la chica que rompió el silencio.

– ¿Quién eres? ... ¿porque me has tapado los ojos? – preguntó Mia mientras intentaba mirar a través de la tela.

– No podrás verme – sonrió un poco y luego miro hacia el frente – te he tapado los ojos por dos razones; la primera es porque estabas a punto de auto corromperte y la segunda simplemente para que no vieras quien soy, ya que me encuentro en mi forma civil – se gira tomando las manos de Mia – soy portadora de un liry y vine por una misión, pero vi que ibas a convertirte en un dutsu y decidí impedirlo.