Capítulo 6
El día no había sido tan malo después de todo, tome mis cosas y salí del aula, a lo lejos, al subir la vista, Estefanía venía con Rafael y Arturo, suspire, creo que estoy en un gran problema. No les puse mucha atención, pero sabía que caminaban para llegar conmigo, trate de caminar más rápido pero los nervios me ganaron y la respiración me fallaba.
- ¿Vas algún lado Camila? – Escuche la voz de Arturo detrás de mí, me pare en seco con todo el temor recorriendo mi cuerpo.
- Si… ya me voy, si buscas a mi hermana, la verdad no sé dónde está. – Y trate de seguir caminando, pero Rafael se puso en frente de mí.
- La verdad es que te buscamos a ti… marica. – Quería reírme de los nervios, pero conociéndolo, pegaría el primer golpe ahora mismo.
- Vamos grandote, no creo ser muy interesante para tus pocas neuronas. – Le contesto. Si me va a golpear, mejor que valga la pena decirle sus verdades. – ¿Ya fuiste a tomar tu proteína o te inyectaste de nuevo? – Eso no es ningún secreto, aun cuando midiera casi el metro con 90, Rafael se convirtió en músculo sin fuerza. – Vamos Rafa… pierdes tu tiempo conmigo. – Sonríe y seguí caminando hasta que él puso sus enormes manos en mis hombros.
- Yo no estoy de broma marimacha. – Esta vez sí me reí, tanto que los tres estaban en frente de mí, sin poderme contener, corrí lejos de ellos hasta el patio trasero de la escuela y me escondí cerca de unos arbustos.
Respire con dificultad, pero sin hacer ruido, ya que escuchaba sus voces acercándose a mí. MoonMan apareció en mi lado derecho y le pedí silencio, vimos sobre los arbustos como Arturo y Rafael discutían mientras Estefanía les pedía que se calmaran. Entonces una rama se rompió y los tres voltearon a mi dirección. Me puse de pie y MoonMan hizo lo mismo, no sé qué paso exactamente, pero los chicos se le quedaron viendo.
- ¿Qué? ¿Pensaban que estaría sola para que pudieran atacarme? – Ninguno dijo nada. – No soy tan tonta como ustedes creen, yo si tengo neuronas y no mierda en mi cerebro, y si no saben en donde se encuentra les puedo dar unas clases de Biología los jueves después de clases. – Todos me fulminaron con la mirada pero MoonMan se rio de mi comentario.
- Será mejor que te calles la maldita boca que tienes, lesbiana. – Arturo dijo soltando tanta saliva al hablar que tuve que lavarme la cara con mi mano.
- Alto ahí tontito… ¿Eso debería ser una ofensa? – La verdad no sé porque las personas aún tienen esa idea, ser homosexual jamás será una ofensa. Trio de idiotas. – Si lo fue, lamento que tu chiste no tenga gracia, pero bueno… – Suspire. – Me tengo que ir, tengo mejores cosas que hacer que oler caca. – Les sonreí a los tres y tome del brazo a MoonMan para dejarlos en el patio trasero.
Parecía que estos chicos no se rendían, pues solo recuerdo que alguien me daba la media vuelta y me golpeaba en la cara. Y mi conciencia regreso con la imagen de mi madre viéndome con preocupación. Trate de moverme, pero todo dolía y me sentía muy cansada, y ahí fue cuando me di cuenta que estaba en una cama de hospital, con mi familia alrededor de mí y MoonMan a lo lejos, estaba sentado sobre un pequeño sofá, o bueno, eso alcance a distinguir.
- Hola. – Dije, pero mi voz sonó muy débil.
- Hola. – Dijo mi madre. – Estábamos tan preocupados… hasta hablamos con el director para la expulsión de los chicos de por vida.
- ¡Mamá! – Si, tenía que suponer que esto pasaría.
- No es necesario madre, con los días que les den es más que suficiente, igual estoy bien. – Era mentira, pero no del todo.
- Camila, deberías dejar que tu madre se encargue. – Comento mi padre. Levante la vista hacia él y asentí. Después de todo no podía decirle que no a él, eso sería un problema. – Ahora… ¿Quieres decirnos lo que paso? – Diablos… bien, más vale ahora que nunca.
- Esme puede decirles, de todos modos fueron sus amigos los que me mandaron aquí. – La vi con molestia y después mire a MoonMan. – ¿Ya conocen a mi amigo? – No era mi intención cambiar de tema, pero si los chicos lo vieron, creo que mis padres también lo hicieron.
- Si, ya se presentó con nosotros y nos contó cómo se conocieron, él fue quien te trajo al hospital… pero eso no fue lo que te preguntamos. – Suspire. Por lo menos no les molesta nuestra amistad.
- Escuche a Estefanía hablar mal de mí con alguien, luego yo le dije sus verdades… eso fue en la mañana y ya en la salida ella y los chicos me buscaron; no sé cómo paso en realidad, solo sentí el golpe en la cara y me desmalle, supongo. – MoonMan negó con la cabeza.