Capítulo 9
No entendía muy bien su comportamiento, después de todo ser hermanas y algo más grande que eso, cumplir el mismo día debería hacernos más unidas, pero ella se la paso molesta desde mi enfrentamiento con su mejor amiga, ¿Por qué no deja de importarme?
Con o sin ella, celebraría mi cumpleaños número 18, mis amigos aceptaron venir a mi casa, hacer como decimos en el norte “Una carnita asada” algo de música para el ambiente y mis padres me dieron permiso de usar la piscina aun cuando esta algo nublado el día. Aun no es temporada de verano pero el 24 que es el día de mi cumpleaños no hay frío suficiente para no ponernos un traje de baño y disfrutar del agua. Y bueno… por la confesión de MoonMan esta mañana, él le pidió al Señor Sol ayudarnos con la temperatura de este día.
Cuando mis amigos llegaron a mi casa, la felicitación la hicieron todos juntos cantándome, sonriendo y al borde de las lágrimas, abrace a cada uno de ellos recibiendo los buenos deseos y muchos, muchos años más de vida. Y algunas veces, en ese día, esperaba que ese deseo se hiciera realidad.
- Hola chicos. – Llegaba MoonMan con algo de postre que puedo asegurar que mi madre hizo para mis amigos. – Acabo de terminar de hacer esta tarta de limón con la Señora Leticia, no es por nada pero nos ha quedado delicioso, sé que deberíamos dejarlo para después pero sé que la carne la harán hasta la noche y se me ocurrió que esto sería rico durante la tarde. – Todos asintieron, llegando con él para saludarlo y después tomar una rebanada de la tarta. – ¿Quieres un poco Camila? – Me miro y yo asentí en respuesta.
- Gracias Nick y como has dicho que mi madre te ha ayudado sé que estará delicioso. – El asintió con entusiasmó.
- Pues lo está. – Comento Kath que está sentada en el borde de la piscina con los pies en el agua. – Felicidades Nick. – Termino de pasarlo. – Este estupendo. – Todos los demás dijeron “Esta excelente” y no me sorprendió ver a Erick tomando otro pedazo, sé que la comida es uno de sus hobbies favoritos.
- ¿Has visto a Esmeralda? – Le pregunte a MoonMan cuando me acerque a él por mi pedazo de tarta.
- Esta con tu madre, pero no creo que sea bueno que tu entres, ha invitado a Estefanía y otros más de sus amigos, pero no te preocupes, tiene prohibido salir aquí por órdenes de tu padre. – Vaya, es cierto que no todos los héroes necesitan capa. – Créeme ellos tampoco no les interesa mucho venir desde que me vieron ayudando a tu madre con el postre, menudos chicos, son tan gilipollas que se me hace una pérdida de tiempo todo lo que tu hermana hace por ellos. – Bien, creo que es momento de dejar de ver series españolas que el acento se ha convertido en uno de sus favoritos.
- Ah, vale tío, pero no te pongas así. – Ambos nos reímos, sabe que lo estoy molestando. – No te sorprenda nada de mi hermana, que parece tener sumo interés en personas tan superficiales que la mayoría de sus amigos varones se arreglan más que yo, y si no me crees solo mira con atención hacia la ventana de la cocina, parece que Patricio se está sacando las sega con las pinzas de mi mamá, eso a ella no le gustara. – El tío es un chico mono, pero a decir verdad, si no fuera porque sale con Ximena, también porrista y amiga de mi hermana, todos pensarían que es gay. Claro, sin problema alguno, pero no creo que su padre piense lo mismo.
- Oh vaya, tienes razón, pobre tío, se lo comerán vivo algún día cuando termine con su novia. – Nos volvimos a reír. Esto de tratar de hablar como españoles no nos esta funcionado en nada. ¡¿Pero qué coño?! – Patricio comenzaba a discutir con mi hermana y vi como ella lo golpeaba en la cara con una bofetada.
- ¿Qué crees que esté pasando? No creo que haga eso solo por usar unas pinzas para la ceja. – Le pregunte a MoonMan y los gritos se comenzaban a escuchar en el patio que mis amigos se acercaron con nosotros. – Creo que deberíamos de ir. – Y sin verlos, sé que todos asintieron.
Caminamos a paso lento pero firme, entramos a la casa por la puerta de la cocina que da al patio trasero y los gritos se hicieron aún más claros.
- Por favor Patrick. – Así lo conocían muchos de sus amigos. – No puedes hacer eso, por eso Ximena quiere romper contigo y si haces que eso pase ten por seguro que seré yo quien le diga tu padre sobre tus preferencias. – Escuche como mi hermana lo retaba. Así que camine más deprisa y los vi a los dos parados en la esquina, Patricio sobando su mejilla derecha mi hermana roja por el enojo y viéndolos desde lejos, una Estefanía riéndose de la situación.
- No deberías hacer eso Esme, él es tu amigo y no por su preferencias debes abuzar de él. – Ambos me miraron y Estefanía también puso su atención en mí.
- No te metas. – Me respondió Esmeralda.