¡morir o Vivir!

La cita perfecta II -Capítulo 15

(Mayida)

Sentía como me iba despertando, estaba en mi cama, pero no recuerdo haber llegado a dormir, me volteo y puedo ver a un Alek dormido y desnudo.

- ¡Oh no, no puedo creerlo! – dice mi conciencia a gritos

-Buenos días- escucho como va despertando Alek con una sonrisa. 

- ¿Qué paso ayer?  - pregunto con pánico

- ¿En serio preguntas eso?, cuándo nos encontramos desnudos en tu habitación, es obvio que nos pusimos a hornear un pastel- responde Alek rodando sus ojos

-Señorita es hora de despertar- puedo escuchar a una chica atrás de la puerta

-Debes irte- dije llevándome la sabana hacia al baño

-Wow ¿a dónde vas con la sabana? - responde Alek cogiendo con fuerza la sabana para tapar su desnudes

-Yo también la necesito- respondo a mi defensa.

-No es algo que no haya visto ayer- responde Alek con una sonrisa pícara.                                   

- ¡Eres un cretino!  - digo intentando quitar la sabana de sus manos.

-No es lo que pensabas ayer- dice con una ceja alzada.   

Me meto con mucha rapidez al baño para que no me vea, me coloco un polo que me quedaba sobre las rodillas, espero que salga hasta que escucho como la puerta se cerraba. Aprovecho a salir, pero veo a un Alek sentado en una esquina de la habitación ya cambiado.

-No sé si lo que quieres es olvidar lo que paso o volverlo a repetir- dice con una sonrisa pícara señalando mi vestuario.     

-Es lo único que encontré en el baño- respondí bajando mi polo con mis manos a la fuerza.

-No me incomoda Mayida, quer. –intenta hablar, pero es interrumpido por un portazo que da Kliment.

- ¿Estás bien?  - pregunta Kliment abrazándome

- ¿Acaso no te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar?  –dije alejándolo de mí.           

-Lo siento, pero no sabía si estabas aquí. Además, que los guardias no me dejaban entrar, pero veo que al parecer estás muy cómoda- dice observándome de pies a cabeza.

-Es hora de que te vayas- dije empujándolo hacia la puerta.

Pude ver un Alek, furioso y escondido detrás de las cortinas, me ve y va hacia mi dirección a abrazarme, sentirlo tan cerca hizo que mi corazón latiera tan rápido y fuerte.

-Eres mía, entiendes, no me incomoda que tenga amigos me incomoda que los hombres te estén coqueteando, no quiero que te aparten de mi- dice en suspiro con nostalgia.

-Yo te amo a ti y no importa cuántos hombres sean mis pretendientes, yo siempre te elegiré a ti- dije viéndolo a los ojos, sentía como mis mejillas se iban calentando.

-Te amo mi princesa- dice con una sonrisa, acercándose para besarme

-Te amo mi rey- dije en un suspiro lo último que puedo recordar es su aroma en mí, después de eso salió por una inspección del terreno, aunque no lo quiera admitir mañana era el día de la guerra.     



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En el texto hay: muertes, venganzas, traiciones

Editado: 04.03.2021

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