Catacumba

Spero en medio con el escudo y una espada; Vis a la derecha con la espada y un arco y flecha y Pacem con las dagas y una espada desde la izquierda, comenzaron a abrirse paso entre los cadáveres que no morían.
-Pacem: -¡Esto no está funcionando! Cada vez hay más cadáveres y no podemos proteger todos los flancos, además ya me quedé sin dagas y Vis sin flechas, y apenas vamos a la mitad del pasillo.
-Vis: -No puedo usar un hechizo de fuego ya que nos podríamos hacer daño, porque el espacio es muy reducido…
-Spero:… Y si…. ¿lo inundamos? 
-Pacem: ¡ESTAS LOCA!... ¡Nos ahogaremos!
Spero: -Miren hacia arriba… eso nos ayudará-
En el techo colgaba un candelabro enorme en forma de aro sujeto a unas fuertes cadenas…
Vis: -Esto es una locura, pero será mejor hacerlo rápido, ésta espada pesa mucho. No sé cuánto más podremos resistir…
Spero comienza a invocar el hechizo 
“Luna guíame por tus dominios
Tú, reina de las aguas
Que todo lo controla
Alta o baja solo de ti emanan
Las fuerzas de las aguas
Que inunda mi alma”
Yo te invoco
En ese momento, de las grietas de las paredes comienza a gotear agua cada vez más y más hasta que comienzan a salir chorros de agua a presión que cortan y golpean los cadáveres vivientes. La habitación comienza a llenarse de agua. Spero Pacem y Vis sueltan sus armas para poder flotar y antes de que el agua llegue al gran candelabro que está en el techo, Spero detiene el agua. Pacem es la primera en subir luego Vis y cuando le toca a Spero un cadáver la atrapa por el tobillo y comienza a sumergirla. Spero entra en pánico; ya no le queda mucho aire. Se desespera, logra ver pequeños recuerdos de su pasado, pero una imagen que no puede olvidar es la de aquél que la besó por primera vez…. En ese momento comienza a desmayarse y ve una sombra negra que la libera de las garras del cadáver.