Min Ho
Salgo del vehículo de Kwan notando como la tristeza va creciendo en mí.
Realmente no sé qué siento por él, hace muy poco creía odiarlo y estaba realmente cerrado a todo tipo de relación romántica.
Pero... desde que me comencé a juntar con él, he notado que aquellos muros que había puesto desde la vez que me rompieron el corazón se comenzaron a caer.
De la vez que Yang Mi me rompió el corazón.
Recuerdo perfectamente cómo creía que si la apoyaba en una relación esos sentimientos hacia ella se irían simplemente, pero cuando vi como Kwan la rechazó, todo pareció desmoronarse en segundos.
Estaba realmente enojado, la chica que me gustaba le había dado una oportunidad a él y simplemente la negó, como si no tuviera importancia.
Lo admito, no tenía ningun derecho a enojarme con él, pero realmente lo detestaba.
Además el hecho de que ella me haya culpado por todo no ayudó en nada, con el tiempo le comencé a agarrar rencor al chico.
Otra cosa que me molestaba en aquel entonces era que se me quedaba mirando en los pasillos, a veces trataba de hacerme el desentendido, pero otras lo desafiaba con la mirada observándolo de mala manera y Kwan simplemente dejaba de mirarme.
¿Qué cambió de allá para acá? ¿el cambio de lugar le afectó y le dio la confianza suficiente para hablarme?
No sé, pero ahora que me encuentro caminando por el campus sin ningún lugar en particular, siento que esta confusión en mi mente me está calcomiendo.
Observo a caminar en dirección a la residencia y este me sonríe a penas me ve, un tanto nervioso.
Noto como tiene un papel entre manos, el cual tiene un número.
—Por favor no le digas a Suk —Pide, haciendo una mueca, río levemente.
—¿006? —Inquiero, noto como el chico guarda el papel—. ¿En qué te inscribiste?
Jung hace una mueca y sonrío.
—¿No le dirás nada —Pregunta, niego con la cabeza—. El club de música hizo una prueba para que alguien vaya en representación de tal en el concurso luna y estrella, solo cantaré una canción pero no quiero que Suk lo sepa hasta ese momento.
Asiento con la cabeza sonriente.
—¿Tiene que ver con él la canción? —Inquiero, Jung asiente al instante—. Entonces seguramente le gustará.
—Eso espero —Admite el chico, y su sonrisa se desaparece por unos segundos, hasta que luego parece reponerse—. ¿Viste a Kwan?
Hago una mueca al instante y Jung parece darse cuenta por lo cual habla un tanto nervioso.
—¿Ya lo supiste? —Inquiere, asiento con la cabeza.
—Le gusto a Kwan —Digo, el chico abre la boca.
—Ah, sí, eso —Responde, lo observo extrañado y él se dispone a sonreír, como si no hubiera dicho nada—. Me tengo que ir.
Noto como se aleja velozmente sin más y alzo el ceño confundido.
—Raro —Suelto, antes de seguir mi camino.
Me pregunto si Suk habrá salido de la sesión de fotos.
Me encamino hacia la facultad de fotografía donde sé que se están haciendo las fotografías de los concursantes.
No sé qué le diré a penas lo vea, tal vez deba simplemente soltar todo lo que está rondando en mi cabeza y ser sincero con él.
Noto la institución y me encamino hacia la entrada por la parte del pequeño parque que hay enfrente de esta, hasta que finalmente miro la entrada y paro en seco.
Suk y Kwan se encuentran abrazados.
¿Desde cuándo han tenido tal acercamiento? Siempre los he visto hablar poco y nada.
Me escondo detrás de un árbol cuando noto que Jai se encuentra viendo en mi dirección, aunque la chica no parece percatarse por bajar la vista a su teléfono y escribir en él.
Siento una sensación extraña recorrerme el cuerpo, hay algo que está realmente raro aquí.
Observo a Suk y noto como se separa del chico, limpiándose una lágrima que cae por su mejilla y sonriéndole, antes de irse con nuestra amiga.
Me escondo bien detrás del árbol cuando noto que pasan, y luego fijo mi mirada en Kwan, quien se dirige a aquí.
Mi corazón late con fuerza hasta que noto que su vehículo se encuentra justo a mi lado.
Me muevo más hacia el parque deseando que el chico no me vea, y para mi buena suerte, se sube al vehículo y se va de aquí.
Suelto un suspiro exhausto y camino con lentitud de regreso a la residencia.
Digo con lentitud ya que Suk se dirige hacia allí, aunque voy tan lento que ya no lo puedo ver.
Hago una mueca mientras decido cambiar de dirección y dirigirme a la cancha de fútbol.
Estando allí me adentro y me siento en uno de los bancos disponibles.
Suspiro mientras noto como el sol ya se encuentra bajando y la oscuridad comienza a hacerse presente.
Escucho ruido a mi lado y me giro velozmente, encontrándome con el entrenador Ahn, con su clara campera del equipo y el vaquero de la facultad puesto.
Bajo la guardia al instante y noto como se sienta a mi lado, con la mirada fija en la cancha.
—¿Estás bien? —Inquiere, asiento y él sonríe—. ¿Sabes por qué vengo aquí?
Niego con la cabeza y él habla nuevamente.
—Intenta —Pide, hago una mueca antes de hablar.
—¿Porque te gusta este lugar? —Inquiero, el entrenador Ahn sonríe de lado levemente y niega.
—Porque es un buen lugar para despejar la mente, aquí los problemas simplemente desaparecen, mientras estás jugando no piensas en el futuro, sino en el presente. Aquí puedes pensar en lo que hacer de tu presente con más claridad —Habla, asiento levemente con la cabeza y este sonríe viéndome—. ¿Qué te trae aquí?
Suelto un suspiro antes de hablar.
—Si le propusieran estar en una relación, pero usted está confundido porque tiene miedo de lastimar a otras personas, ¿qué se debe hacer? —Inquiero, Ahn sonríe.
—Ya se había tardado —Habla, alzo el ceño y este sonríe viéndome—. Fue Kwan, ¿acierto?
Lo miro confundido y este ríe.
—Eres muy ingenuo, cualquiera se podría haber dado cuenta al instante de verlos juntos que se gustan —Aclara, lo miro atónito y este sonríe—. Tranquilo, no sé quién es la otra persona, pero yo creo que lo mejor que puedes hacer es hablar con esta para aclarar las cosas.
Asiento con la cabeza y él sonríe.
—¿Tanto se notó? —Pregunto, él asiente con la cabeza.
—Es muy fácil ver como una persona se quiere comer a otra en plena cancha de fútbol —Responde, mis mejillas arden y este ríe.
—Sabes mucho de amor, seguro tuviste muchas parejas —Digo, él niega al instante.
—Solo me gusta una persona —Explica, levantándose—. Pero nunca me prestará atención, prefiere simplemente molestar a otros.
Alzo el ceño y noto como se va, levantando la mano en forma de despedida aunque no esté mirando hacia mí.
Permanezco sentado allí un momento hasta que agarro mi teléfono y noto que tengo un mensaje de Kwan preguntando si estoy bien.
Sonrío levemente respondiendo que ya estoy yendo a la residencia y me levanto del lugar.
En el camino simplemente disfruto de mi tiempo a solas, casi nadie camina por la noche aquí.
Son aproximadamente las 9 pm y a esta hora ya la gran mayoría de los estudiantes se encuentran en sus residencias.
El viento sopla levemente y me muevo por el campus para llegar a la mía.
Saludo a la chica de recepción y subo las escaleras, para así llegar a mi pasillo.
Golpeo la puerta de la habitación ya que no tengo la llave y Kwan no demora en abrir.
—¿Estás bien? —Inquiere preocupado, asiento con la cabeza y se hace a un lado, permitiéndome el paso.
Sonrío levemente cuando noto que en la pequeña mesa que hay en el dormitorio se encuentra la cena ya pronta para ambos.
Kwan cierra la puerta y me observa expectante, algo nervioso a decir verdad.
Me encamino hacia una de las sillas y me coloco allí, para luego esperar que él se siente en la que está enfrente mío.
—¿Podemos hablar? —Inquiero, él me mira nervioso.
—Depende —Suelta.
—¿Depende? —Pregunto, Kwan hace una mueca triste.
—¿Me hará daño? —Susurra, sonrío levemente.
—Kwan, no puedo aceptar tu propuesta —Respondo, él me observa y noto como sus ojos se cristalizan—. No ahora.
—¿Después sí? —Pregunta, como si se tratara de un niño pequeño—. ¿Cuándo es después?
Río levemente y este me mira extrañado.
Suelto un suspiro antes de volver a sonreír de lado antes de hablar.
—Primero debo aclarar ciertas cosas con Suk —Hablo, él asiente levemente—. Luego...
—¿Luego sí? —Inquiere emocionado, lo miro mal y noto como se calla.
—Déjame hablar —Pido.
—Lo siento —Susurra.
—Luego podemos ver —Aclaro—. Mira, no estoy cien por ciento seguro de mis sentimientos, pero una parte de mí se siente feliz a tu lado, y vive una en una montaña rusa de emociones constante. Solo quiero que sepas que no tengo pensado irme con ningún otro chico, porque en este momento el único que aparece por mi cabeza eres tú.
Kwan sonríe cada vez más mediante voy diciendo aquello, tanto, que mis mejillas arden.
—Bien —Responde satisfecho.
—¿Comemos? —Inquiero.
—¿Nos comemos? —Corrige, lo miro mal y ríe—. Bien, bien, cenemos.
Niego con la cabeza riendo, este chico es todo un caso.
Un caso que quiero ver para siempre.