Ms. Letters Books

Capítulo I: Donde todo comenzó

-Cariño, que te sucede? -Pregunto aquella mujer que había estado en mis buenas, malas y peores.

Nos encontrábamos en casa, ella sentada en el sofá más grande de la estancia y como de costumbre, leyendo.

Por otro lado, yo estaba a sus pies, sentado en el suelo y jugando con unos cuantos autos de juguete.

-No me sucede nada, solo estoy pensando -Finalmente respondí, haciendo a un lado los juguetes y girando el rostro a ella.

-Estas muy serio, en que piensas? -Bajo el libro, conectando su mirada con la mía. Acomodándose mejor en aquel sofá café.

-Pienso en ese libro que lees, es nuevo...

Asintió, sabiendo ahora exactamente a lo que me refería. -Eres muy joven para preguntar por el amor…

Siempre admiré su capacidad de leerme tan fácil y rápido.

-La edad no debe ser impedimento para conocer…-Susurré lo que alguna vez me dijo.

Sonrió – Entonces ven aquí, te explicaré lo que quieras saber.

Me levanté del suelo, sacudiendome el polvo invisible de los pantalones , para después acompañarla en su comodidad.

-Como se podría definir?

Se acercó un poco a mi, acariciando mi cabello con sus dedos -El amor no se puede definir como algo…

-No entiendo.

Suspiró- El amor es algo fugaz. Si tu limitas ese sentimiento, entonces no es amor.

- No tiene una definición como tal? El diccionario me dijo que es un sentimiento cálido.

-El diccionario se encarga de darle sentido a todas las palabras que desconozcas. Si tu acudes a el, buscando temas más complicados, solo te toparas con significados.

Gire la cabeza, intentando detectar a mi amigo sobre la repisa, más no lo encontré.

-Entonces es más complicado de lo que suena…

Asintió- La experiencia y los años te demuestran que existen muchos tipos de amor.

-Duele enamorarse?

-Depende de que hablemos. Si tu te enamoras de una ilusión, dolerá saber que jamás podrás estar con aquello. Si te enamoras de una persona, las probabilidades son muchas. A veces los celos, acaban la relación. A veces las mismas personas te alejan a pesar de que tu las ames.

-Entonces como es posible que algo que nos lastima en cierto punto, nos atraiga tanto?! -Levante los brazos un poco exaltado.

-Con frecuencia las personas son atraídas a problemas que les ayudarán para su evolución.

-Necesitan lastimarte para evolucionar?

Suspiró por segunda vez -Necesitas equivocarte unas cuantas veces. Los humanos estamos destinados a hacerlo y quien diga que no, entonces es un robot o un alien.

-Entonces existen amores buenos y amores malos. Los malos nos hacen aprender de los errores y los buenos nos fortalecen como personas. -Resumi todo lo que acababa de decirme.

Ella asintió nuevamente y siguió con su caricia en mi cabello.

-Mamá…

-Dime…

-Que sucede entonces cuando te enamoras de un libro? -Esa era mi pregunta inicial, más no me atrevía a contarla por miedo a la respuesta.

Si bien, mi madre era una persona increíble pero incluso ella, dudaría de la respuesta.

-Pues…-Se aclaró la garganta- Eso queda en un punto intermedio. Es bueno enamorarte de los libros, algunos son creados específicamente para ello. Lo que no es bueno, es mezclar la realidad con la ficción.

-Como es eso?

-Si un libro describe a un psicópata como un tipo guapo y que busca el amor. Las lectoras se enamoran de eso, perjurando que desean algo así en su vida real. El velo en los ojos, las cubre tanto que van por la vida buscando ese tipo de amor.

Me quedé callado. Había leído y escuchado sobre eso, a veces las personas idealizan tanto a los personajes que terminar haciéndolos real para ellos mismos y después no saben distinguir que es real y que no. Cerrándose a amores sanos y evitando personas con buen juicio.

-Aunque duele también, a pesar de que no juntes la ficción y fantasía. Duele conocerlos.

Estás en toda su evolución, en sus errores y sus buenos momentos -Suspiro, como recordando- Y cuando llega el final… en mi caso, tardo en aceptarlo del todo.

-Te haz enamorado de un libro? -Pregunte observándola

Detuvo la caricia, ahora ella observando la estantería grande de libros – Si…lo he hecho.

No fue, hasta que ahora comprendía tan bien esas últimas palabras.

La No-Definición del amor que mi madre me dio esa noche, siempre ha perdurado en mi cabeza como un recuerdo fresco.

En mi infancia no había tenido mucha oportunidad de conocer a fondo el sentimiento, pues estudiaba en casa y sobre aquel librero gigante que adornaba la sala de estar.

Aquellos tomos viejos fueron mis abuelos y mis mayores maestros. Mamá solía leérmelos durante las lecciones de aprendizaje, más nunca me hizo memorizarlos o tomar nota.

Decía que la información era para consultar y enriquecer conocimiento, más no aprenderlo cual robot.

Aceptaba que me gustaban demasiado, pero no quería convertirme en un filósofo o un químico. Quería tener esa sensación de libertad para creerme lo que sea que fuera.

Adoraba viajar a otros mundos con ellos, poder ser un investigador un dia, para al siguiente ser un príncipe de la edad media. Sin embargo, mis favoritos siempre fueron los de la sección de Romance...

Saber que el amor podía existir de muchas maneras y darse en cualquier circunstancia, me daba esperanza y expectativa.

Pero no logré comprender que como en aquella noche mi madre me dijo, me dejé llevar por mis ilusiones, tanto que cuando llegó el momento de salir a la sociedad, regrese corriendo...

 

 



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En el texto hay: escritos, primer amor

Editado: 08.05.2022

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