«Capitulo 18»

El lugar donde estaban las cabañas era bastante lindo muy alejado de la ciudad y kilómetros después se encontraba un río con una enorme cascada; en el lugar habían varias cabañas dispersas unas a pocos metros de la otra un montón de personas incluidos niños vivían ahí eres una pequeña comunidad muy tranquila, me preguntaba si todos ellos serían iguales a mí a nosotros; algunas personas que ví marcharse de la casa de Jacob también estaban se acercaron a mí con tanta rapidez que me agrume.

- Yo.. yo solo vine a dejarlo, me iré enseguida -les decía a todos nerviosa.

Ellos seguían mirándome con caras asombrada o eso creí, no lograba decifrarlos; me tranquice cuando ví un rostro conocido.

- ¡Max! -dije desesperada, buscando una salía de las mirandas.

- Está bien, puedes irte -dijo muy tranquilo regalando me una sonrisa.

- Pero como... -dije asombrada

- No es importante ahora, ve, encerio lo necesita él estará bien.

- Le sonreí también, volveré pronto lo prometo.

Sin quiera notarlo, mis alas aparecieron y sólo deje que me guiarán a donde yo necesitaba estar pero simplemente no lo sabía. 
  
 

                                 🖤🖤🖤

 

Estaba allí, donde me sentía tranquila, en calma conmigo misma el sonido armonioso que provienente del torrencial de agua que caía, me hacía sentir bien; entonces mis pies descalzos tocaron las podrás frías que estaban a la orilla es la sensación más maravillosa que había sentido en meses.
Procedí a sentarme recogiendo lo suficiente mis piernas hasta tocar mi mentón con las rodillas me empecé a balancearme suavemente; la voz de mi madre retumbaba en mi cabeza era casi como si de verdad la estuviera escuchando los abrazos cálidos de mi padre los sentía hasta en lo profundo de mi alma, y ni hablar de los consejos de Kate aunque absurdos eran los mejores consejos que había escuchado en toda mi vida, y mi vida en donde quedó eso mi felicidad ya de eso no había nada, hace tiempo no pensaba en eso, en mi es que no tenía oportunidad cada vez que creía que había acabado otra amenaza llegaba supongo que así desde ahora será mi vida solo tengo que acostumbrarme, «dije en mi mente». .. esa conversación conmigo misma quedó un poco inconclusa
 

- ¿Que haces aquí? Deberías estar descansando. - dije al sujeto que se acercaba por mi espalda.

- Ahora tienes sexto sentido - respondió, e imagine la sonrisa de sus labios.

- No, o tal solo para pescar uno que otro problema -dije volviendo hacia Jacob que ya estaba tocando mi hombro.
-él sonrió  - ¿Que haces aquí? -pregunte

- Acaso no puedo acompañar a mi vieja amiga, hacer quién sabe que cosa aquí.

- Jey.. -dije

- Si, Elis

- Prometiste respuestas.

- Y tú qué volverías pronto.

- Hey!! No es justo -le hice carita de enojada, no tenía ánimos de discutir.

- Está bien -dice muy calmado.

- ¡Disculpa! ¿Que? Es encerio, me sorprende que lo hayas aceptado así de rápido.

- Se limitó a sonreírme, por consiguiente se acercó más a mí puso una mano en cada lado de mi rostro, rozó la punta de sus nariz con la mía mientras sus ojos grises me atrapan por completo, dejándome incapaz de realizar algún movimiento, ahora solo sentia como su repiración se iba acelerando igual que la mía. en segundos nos unimos en un beso extenso y bastante profundo uno de esos besos que solo tocan los labios sino también el alma; sus labios estaban fríos, al igual que sus manos pero yo era todo lo contrario estába tibia y mis manos casi sudaban. Pero había algo raro en este beso aparte de que ya había sentido estos labios antes habían imágenes en mi mente que se repetían.
Imágenes donde me veía realmente feliz junto a él y a más personas que no recordaba, las imágenes de mi riendo, volando, peleando (o algo parecido); coloque mi mano en su pecho y con un pequeño empujoncito me separé de él..

- Por dios, ¿Que me estás haciendo? -dije retoman el aire.

- Sencillo, solo te muestro fragmentos de tu pasado. -responde casi en un susurro sin alejarse tanto de mi.

- Pero, ¿como?.. -aún no salia de mi asombro

- Funciona mejor si tengo cierta conexión con esa persona -dice mientras me planta un beso en la frente y se pone de pie.

- ¿Que estás haciendo? -pregunte.

- Te das cuenta, qué haces muchas preguntas y pierdes el tiempo en hacer preguntas y al mismo tiempo no disfrutas el momento, por pensar estupideces. -Dice sin más detalles, mientras se desviste.

- ¡Encerio que carajos haces! -dije también poniéndome en pie y sacudiendo me el trasero.
- Necesito respuestas no un puto beso.

- Auhs -dijo colocando una mano en su pecho - Pero igual estuvo bueno.

- Su cinismo me hizo reír. - ¿Y entonces? -ni los golpes te quitan lo estúpido.

-mostro una media sonrisa -Yo solo quiero darme un baño. -se acerco a mi, coloco sus manos en mis hombros y luego suavemente bajo hasta mis manos, las apretó y dijo.

- Conseguirás repuestas, cuando empieces a creer en ti. -al final solo termino por darme un beso en mis nudillos.

Se quitó él suéter, y se tiró al agua, se sumergió y a los segundos ví asomar si cabello.

- Vienes o me toca ir a buscarte. -dijo cruzándose de brazos y una sonrisa pícara en sus labios.

- ¿Tengo otra opción? -dije encorvado mis hombros.

- Eh no, así que decidete pronto que la paciencia y yo no somos buenos amigos.

- Ayúdame a entender tus cambios de humor, quieres, a veces ni te comprendo. -decia mientras me quitaba mi pequeña blusa negra.

Era la prima vez en mucho tiempo que me sentía contenta, deje todos esos  pensamientos que me atormentaba a diario desde que me choque con aquel sujeto; una pulsada en el pecho me recordó a mi familia a lo feliz que era con ellos pero una voz en mi cabeza susurraba  que eso ya era mi pasado la parte de mí que me hacía más fuerte...