Esperando el momento indicado, distrayéndose un poco, con las flores que portaba en su larga cabellera, Shakene sostenía algunas en su mano, mientras el pelilila las ponía en el agua, para que flotaran, una forma de entretenimiento que les funciona.
Pero al fijarse con detalle en el agua, pudo ver el reflejo de los primeros rastros del polvo estelar que se dejaba ver en el cielo.
Sus ojos se abrieron de golpe, observado su mayor anhelo volverse realidad.
Y una canción ¿Que quien sabe de dónde salió?
Comenzó a sonar, pero es linda así que vamos a por ella.
-Tiempo aquel viendo a la distancia-
-Tiempo fue viendo al interior-
Munzel tuvo un sobresalto, provocando que el pequeño barco en el que van se tambaleara, el rubio se sorprendió, manteniendo el equilibro.
Mientras el doncel se acomodaba en una parte del barco al estribor, sosteniéndose con sus brazos y piernas, para ver el espectáculo nocturno.
-Tiempo que, no me imaginaba, lo que me perdí-
Sus ojos verdes, fijos en el castillo que al principio lucia tan oscuro, pero ahora el dorado polvo estelar estaba yendo al cielo, iluminando de a poco, mirando todo tan hermoso.
-Y hoy aquí, viendo las estrellas-
-Hoy aquí todo es claridad-
No solo del castillo salía aquella dulce luz, si no de algunos barcos cercanos alrededor de la imponente estructura, convirtiendo esto en un hermoso espectáculo.
-Desde aquí, ya puedo ver… Que es donde debo estar-
Su carita iluminada porque su sueño se estaba haciendo realidad, su boca ligeramente abierta, sosteniéndose con fuerza para no caer, pero eso le tenía sin importancia.
-Y la luz encuentro al fin, se aclaró aquella niebla-
-Y la luz encuentro al fin, ahora el cielo es azul-
Munzel dejo escapara un suspiro, dejando descansar su mentón en la parte donde estaba subido, abrazando con fuerza, nunca ni en sus sueños más locos se imaginó que fuera tan bello ese cielo nocturno.
-Es real brillando así-
Pero no solo nuestro pelilila está encantando, si no que el pequeño borreguito que acompaña a nuestros amigos, se encontraba tan fascinado por el polvo estelar y la felicidad del otro.
-Ya cambio la vida entera-
-Esta vez todo es diferente, veo en ti la luz-
Su rostro lleno de felicidad, de pronto se contrajo, una de preocupación se dejó ver, sintiendo algo raro detrás de él, se giró algo temeroso.
Solo se iluminó con el reflejo de un poco de polvo estelar que se podría adquirir en las pequeñas tiendas, pero no se ilumina sin que la primera parte sea lanzada por los reyes y el resto sigue su camino.
Ese rubio estaba tratando de hacer esa noche para ese dulce doncel la más especial de todas.
Munzel rápidamente volvió a tomar asiento, abriendo su boca sin saber que decir, pero una idea surco su mente rápidamente.
Sonrió, y busco rápidamente dentro de los asientos de madera.
-También tengo algo para ti- Y lo que saco fue aquella bolsa de cuero que contenía la hermosa corona que el ladrón busca.
-Sé que debí dártela mucho antes, pero estaba asustado, solo que ahora…- Bajo su mirada, sosteniendo la bolsa delante de su pecho, algo nervioso –Ya no me asusta más, ¿Comprendes?- Levanto su mirada, buscando la aprobación de su compañero.
Mas esta vez se notaba que a Shakene la bolsa o más bien el contenido no le importa en lo más mínimo, pues aunque viera a detalle su forma de expresarse, solo decidió bajarla del área que cubría al menor.
-Empiezo a hacerlo- Su voz sonaba muy diferente a como siempre, un poco más grave, de una manera que trasmitía algo más que solo esas palabras cargadas de un sentimiento genuino.
Ese pequeño instante en donde sus miradas chocaron, las esmeraldas de Munzel con los zafiros del Shakene, estando destinados a solo verse, con el dulce adorno del polvo estelar detrás de ellos, iluminando la oscuridad, en donde solo ese momento importa.
Dándole un poco del polvo estelar, si no fuera porque están ocupados mirándose fijamente al rostro, ilusionados por sus pensamientos más íntimos, hubieran podido notar que al contactó con las manos del pelilila, dejo ver un leve destello dorado.
-Tiempo aquel persiguiendo sueños-
-Tiempo fue en la oscuridad-
Dejando que aquel material delicado se esparciera al cielo, subiendo de a poco, para tener tantos diminutos puntos que parecían estrellas caídas, más cercas de la humanidad.
Aun así lo que habían dejado escapara de sus manos se trataba de mantener juntos.
Uniéndose a la inmensa cantidad del polvo estelar que ya iluminaba y de igual forma brillando al contacto con el de la familia real.
-Tiempo que, no había visto como es la realidad-
-Él aquí, luce como estrella-
En este punto parecía que la canción, nos está narrando los dulces sentimientos del rubio hacia Munzel, el cual está a la orilla del barco, mirando el polvo estelar que subía y bajaba, su rostro solo deja ver aquella felicidad.
Shakene notaba cada facción, como si quisiera memorizar la felicidad que solo ese doncel le estaba dando, su corazón latía demasiado rápido, queriendo volviéndose más cercano al pelilila.
-Él aquí, todo es claridad-
Unos fragmentos de polvo estelar parecían ir bajando, lo que provocaría que perdieran su encanto al caer al agua.
Munzel se estiro su brazo, sujetándose con su otra mano, para no caer.
Con el simple toque en su mano, solo trato de subirlo de nueva cuenta, brillo de nuevo, pero no tomaron importancia, al final de cuentas.
Su cuerpo estirado, sujetándose del barco, los ojos verdes dejan ver la ilusión cumplida, la alegría inmensa y que todo el ambiente es simplemente perfecto.
-Si aquí esta, es fácil ver que aquí hoy quiero estar-
No lo pensó mucho, el rubio tomo la delicada mano del pelilila, para guiar de esta forma a ambas, para sostenerlas entras las suyas.
Esto dejo a Munzel sonrojado, pero no se negaba a la idea de que ambas manos estén juntas.
Editado: 06.09.2024