Jhoath.
Tengo una confesión que hacer este día, algo muy importante que de algún modo me hace ser la persona que soy.
Nunca nadie me ha sorprendido en mi vida.
Sé que suena loco y hasta poco probable, pero nadie jamás me ha sorprendido de tal modo, que pensé que estaba en una realidad alterna, pero no fue así.
El día de ayer, fui al buzón donde JungKook había dejado ese regalo para el Autor, que resulta ser mi alias, por así decirlo, y lo que vi ahí, me sorprendió demasiado
JungKook había hecho un dibujo.
No cualquier dibujo.
Un dibujo de mí.
Un maldito dibujo de mi hecho en carboncillo.
No pude evitar jadear de la sorpresa, fue algo que de verdad no esperaba. JungKook me había dibujado de una manera tan real, que pensé que estaba viendo una fotografía.
Adentro del sobre en qué lo envío, estaba una carta escrita con su puño y letra, así que medio temblando medio emocionada, la abrí y leí su contenido.
“Querido Autor:
Debes sentirte confundido del porqué te envié un dibujo de una chica que no conoces, pero deja que te expliqué.
Esa chica que ves ahí es una amiga mía, alguien que me ha estado ayudando sin que se lo pidiera y quién ha hecho más alegres mis días.
Al principio fue algo incómodo, porque nunca fui amigo de una chica, pero ahora que ha ocurrido, me pregunto cómo fue que dure tanto sin conocerla.
Ella es algo que no esperaba, es una chica realmente inteligente, dulce y amable, y sin quererlo o desearlo, se ha convertido en alguien importante para mí.
Quise presentársela de una manera algo indirecta, pero es para que sepas que tenías razón.
No estoy solo.
Gracias de nuevo por eso palabras de aliento, lo recordaré siempre.
Atentamente.
JK"
Y fueron esas palabras las que me hicieron gritar de una manera tan rara, que por un momento pensé que no era yo. JungKook me considera una persona especial, y aunque no lo admita de frente, me alegra que así lo sienta.
Pensé que al ir a verlo mi sonrisa me delataría, pero gracias al cielo no fue así. En medio de mi nube de felicidad, me decidí a hacer algo loco como contestar su carta.
Hacerlo me recordó a esos tiempos donde el único medio de comunicación eran esas hojas de papel, dobladas de tal manera, que podían caber en un sobre sellado y firmado con el nombre del remitente y destinatario.
Escribir esa carta me recordó a los viejos amantes y amigos que dedicaban versos, poemas y pensamientos, inspirados con tanto amor, que se sentía en la tinta plasmada en las mismas. Hacerlo con JungKook fue una especie de impulso, aún no sé si sea bueno o malo, pero que si se nos llevará un paso más cerca de nuestra amistad.
Amistad.
Curiosa palabra.
Nunca creí experimentar una sensación así con un chico, sobre todo, porque los libros me han enseñado que no existe la amistad entre un hombre y una mujer, pero tal vez nosotros seamos una excepción a la regla literaria.
Cerré el buzón, luego de dejar esa carta y caminar hacia la salida. Hoy las clases se suspendieron, así que aproveché ese tiempo para dejar este pequeño detalle y comenzar lo que podría ser un buen momento de enviar y recibir cartas.
Caminé hacia mi siguiente parada: la empresa Empire.
Hoy Lina quiso que pasará a la empresa a checar unos datos que, según ella, no cuadraban y que temía existiera un fraude. Lo consultó con Jin y Jimin y ambos accedieron a que lo hiciera, pero que fuéramos cautelosas.
El trayecto no era muy lejano, así que fui a pie, escuchando un poco de música por los auriculares. Un sonido me hizo sacar el celular, viendo que tenía un mensaje de JungKook, haciendo que sonriera de inmediato.
“¿Dónde estás?”
“Voy a ver a Lina a la empresa, quiere almorzar conmigo.”
“Ah, es que quería saber si hoy vamos a practicar el baile y entrenar un poco.”
“Claro. Dame unas tres horas en lo que llegó.”
“De acuerdo. También puedes quedarte a cenar en lo que Lina llega a tu casa.”