El sonido de la alarma me despierta de mi placentero sueño y como siempre no quiero levantarme además tener a mi pequeño durmiendo a mi lado no ayuda mucho, bueno no tan pequeño ya han pasado más de 8 años que el llego a mi vida, pero para mí sigue siendo mi bebe y él no quiere irse a su habitación, solo lo usa como armario, pero no tengo el corazón de simplemente decirle que debe dormir en su cuarto cuando era más pequeño lo intente y le sigo diciendo que debe dormir solo porque ya es “grande” pero él no quiere, prefiere dormir conmigo, pero bueno es mi culpa que este acostumbrado a dormir conmigo ya que desde que nació lo ha hecho, pero en aquel entonces no había otra opción ya que siempre hemos sido él y yo contra el mundo.
La ventaja de esto es que no tengo que moverme para levantarlo.
Y así comienza mi rutina de todos los días esperar que mi hijo se levante, duche y vista para desayunar y llevarlo a la escuela.
Con mi hijo ya en el colegio sigo conduciendo hasta el centro de la ciudad, estaciono afuera del edificio y subo por las escaleras hacia la oficina al llegar saludo a los presentes e ingreso a mi oficina, comienzo a revisar mi agenda Para no olvidar mis compromisos del día. Verificar que los archivos que tengo que llevar a el juzgado estén completos ya que hoy toca juicio, esperar a los clientes que realizaron una cita para darles asesoría, contestar correos y estudiar los casos que llevare.
A la hora de almuerzo voy a comer algo con la asistente personal del dueño del estudio jurídico luisa, ya trabajaba en este estudio cuando yo llegue a trabajar como asistente administrativo, en ese entonces si bien recién salía de secundaria al haber estudiado en un liceo técnico contaba un título técnico como “técnico contable” y gracias a ello, mis ganas de trabajar, recomendaciones y excelentes notas pude obtener el puesto en la oficina de servicios jurídicos como asistente administrativa, además de que mis horas de practica las había realizado en la empresa externa que lleva la contabilidad del estudio y al ver de primera mano que era una joven inteligente y trabajadora el dueño me ofreció un puesto en su estudio ya que sabía que yo continuaría mis estudios en la universidad gracias a que había sido becada, no en contabilidad sino en leyes, había decidido sacar un título técnico en secundaria porque no sabía que podía pasar en el futuro y quería asegurarme de poder conseguir un trabajo para mantenerme y al enterarme que estaba embarazada y sola fue la mejor decisión ya que necesitaría aún más dinero para poder criar a mi hijo. Así que cuando llego su ofrecimiento de la mano de una propuesta salarial más alta de la que me ofrecían en el estudio contable no lo dude y me fui a trabajar con él.
No me arrepiento en lo absoluto de la decisión que tome ya que aquí el ambiente de trabajo es muy grato, el dueño es una gran persona, gane experiencia y en cuanto me gradué de la universidad y obtuve mi título de abogada él me ascendió y me hizo parte de la planta de abogados de pose el estudio jurídico.
Ya he llevado muchos casos desde que pude comenzar y me ha ido muy bien, según mis colegas soy una excelente abogada y según mi jefe mi ética es mi mayor valor. Cuando existen casos difíciles siempre contamos con los demás para ayudarnos y eso es bueno ya que cada uno, como ocurre en muchas profesiones tiene su fuerte a mí me gustan mucho los casos que están relacionados con el área comercial y laboral.
Mientras almorzábamos luisa me cuenta que pronto se tomara sus vacaciones e ira junto a su esposo a ver a su hijo que se encuentra viviendo al norte del país con sus abuelos ya que él se encuentra en la universidad estudiando ingeniería civil y aprovecharan unos días libres de su hijo para salir al país vecino.