───── [ CENIZAS DE GUERRA ] ─────
En Moreu. Un paramo compuesto por cinco continentes e islas aisladas, se encuentra el reino de Ish'tar. Se dice que este lugar alberga leyendas y riquezas inimaginables, y se cree que aquí reside la guarida de los Guardianes, una orden secreta que solía moverse entre las sombras para resolver los problemas del mundo.
Sin embargo, en la actualidad, no se tiene rastro de ellos y han perdido su influencia en el mundo.
Rodeado por una formación de Dracomantes, criaturas enormes con escamas como arena, colmillos largos y gruesos como troncos y patas grandes como lo son un hombre, se encontraba Mill Kniv'es.
Él ha experimentado el dolor de ser mordido por estos lagartos en el pasado. Pero más que eso, conocía el dolor de ser aplastado por estos lagartos en el pasado.
Mirando por encima del hombro, << ¿Qué tan lejos estoy?... >> se preguntaba. Habían pasado unos cinco o seis días, no lo sabía con certeza, su mente está inundada de otros pensamientos.
A pesar de que camina sin descanso, el domo todavía era visible detrás de él, una imponente construcción forjada en hierro luminiscente y cubierta con cristal tejido.
Hacía años que Mill no sentía esta sensación en el pecho, similar a ¿un vacio? Algo que le faltaba. No, diría que era más como... un sentimiento de culpa; que lo comía desde dentro, que lo llevaba a la locura.
De repente, Mill se desplomo en el suelo, rodeado por de piedras de minah y un líquido rojizo que olía a hierro oxidado en su nariz.
<< Parece estar sucediendo de nuevo >> su cabeza, postrada en el suelo miraba hacia el cielo mientras daba ligeros movimientos parecidos a tirones.
Crías de Dracomante rasgaban su piel, quebraban sus huesos para llegar a sus entrañas deliciosas. Mill era incapaz de detenerlos.
En ese momento, una enorme estela de luz consumió el reino de Ish'tar, nacido de lo que ahora se conocería como "tierras blancas", dejando una fría neblina y algo parecido a cenizas que caen del cielo.
Una lluvia de fuego seco que deformo una isla completa, dejándola atrás en el tiempo. Este evento fue llamado el "Impacto" durante la década del 80. Los demás domos no se vieron afectados y continuaron creciendo gracias a sus plantas mágicas.
Con esto, su tecnología siguió avanzando, desde androides hasta inteligencia artificial y nuevos métodos para usar la magia. Todo es posible. Sin embargo, el domo devastado por las cenizas comenzó a disminuir su población.
Los más viejos buscan irse por su propia salud, los más jóvenes simplemente querían experimentar la tecnología de los domos más grandes, y otros simplemente se iban en busca de una tierra más prometedora. Por último, unos cuantos se fueron para ayudar al imperio uniéndose al racimo de Cazadores, caballeros especializados que trabajan para el Rey.