Una encantadora pareja decidió irse de paseo, alejarse para olvidar todo y tener un momento a solas en un lugar tranquilo y poder tener un momento para ellos mismos y relajarse del ajetreo cotidiano.
Salieron de su casa por la tarde, justo después de que Kaeli, esposa de Jeffrey cerrara su pequeño negocio de bisutería. La pareja tenía todo planeado para pasar su momento, juntos. Iban a un lugar bastante alejado, apartado de todo. Eran pasadas las tres de la tarde cuando salieron; el lugar al que se dirigían estaba a casi tres horas de camino según lo indicaba su GPS.
Jeffrey era quien conduciría, Kaeli estaba cansada, así que después de una hora de viaje quedó profundamente dormida. Todo iba bien en el camino, se habían alejado lo suficiente de la ciudad pero aún faltaba casi la mitad del camino por recorrer. Erase las 5 de la tarde y llegaban a una parte del camino que era montañosa, casi todo el recorrido era pendiente hacia arriba; la carretera atravesaba un bosque, tanto a un lado como al otro era boscoso, en su mayoría pinos, y era un clima fresco el que había en la zona. Después de tanto tiempo de ir en pendiente el automóvil se sobrecalentó, pero, en ningún momento el piloto del tablero indico muestras de calentamiento en el motor. Salía mucho humo del capó del carro, obligando a Jeffrey a tener que hacerse a un lado del camino para revisar qué sucedió. A pesar de eso Kaeli no se despertó.
Jeffrey espero a que enfriará un poco el motor para poder revisarlo mejor. Después de un rato reviso todo en el motor y se percató que al auto le hacía falta líquido refrigerante, al parecer había una pequeña fuga en algún conducto, pero era difícil de detectar. Así que vertió agua al radiador para poder seguir su camino, ya era poco el camino que era pendiente arriba así que no le preocupo demasiado, y según el GPS estaban cerca de un pueblo donde podrían ayudarle.
El automóvil parecía andar con normalidad, eran casi las 6 en punto; el GPS se había comportado un poco extraño durante los últimos minutos, variando la ruta y actualizándose constantemente, así que Jeffrey seguía la ruta según la recordaba. A estas alturas Kaeli seguía dormida; para Jeffrey era bueno que así fuera, así no tendría a su esposa reprochándole durante todo el camino que estaban perdidos y que debía detenerse a preguntar.
Ya la noche se acercaba y comenzaba a ponerse oscuro, además de eso el cielo estaba nublado y el clima daba indicios de que llovería.
Según Jeffrey, debían haber llegado al pueblo hace ya varios minutos, pero en lugar de eso habían entrado en una calle pedregosa y en malas condiciones, y a pesar de los grandes saltos que daba el vehículo por las malas condiciones de la calle, Kaeli seguía sin despertar.
Seguía por esa calle pedregosa, no había casas, ya habían pasado algunos kilómetros sin ver una casa y estaba muy oscuro, Jeffrey pensando que hizo un mal viraje en alguna parte del camino decide dar la vuelta y regresar. Eran pasadas las 7:30 de la noche y empieza a lloviznar, ya casi salían de esa calle pedregosa cuando pensando que las cosas no podían ponerse peor, explota el neumático delantero del lado del copiloto, a pesar de ello Jeffrey condujo un par de kilómetros más así, quería salir de ese lugar tan alejado de todo y llegar a una calle en mejores condiciones y con mejor luminosidad para poder cambiar la llanta.
El viaje que sería para relajarse, se estaba volviendo tedioso y estresante. Jeffrey se hizo a un lado del camino, casi no transitaban vehículos por la zona, había poca luminosidad y la zona en la que se habían detenido era boscosa y sin casas cercanas. Bajo la llovizna Jeffrey sale del vehículo, saca las herramientas y baja la llanta de repuesto de la parte trasera de la camioneta. Se dispone a poner la mica bajo el auto, cuando escucha un ruido de algo moviéndose entre un matorral, ya que tenía a su espalda el bosque, volteo a ver, pero debido al sonido de la llovizna le restó importancia y continuo. Estaba agachado intentando sacar la llanta, se levantó y en ese momento se sorprendió mucho al ver el rostro de su esposa completamente contra la ventana lateral, tenía sus ojos muy abiertos y sus manos apoyadas en el vidrio, era como si alguien estuviera poniéndola forzadamente contra el vidrio. Los los vidrios del vehículo eran polarizados, le era difícil a Jeffrey ver con claridad al interior del vehículo. Después del susto Jeffrey reacciono y jalo la manecilla para abrir la puerta del lado del copiloto, pero esta no abrió, tenía puesto el seguro, así que rápidamente intento con la puerta trasera de ese lado y tampoco abrió, corrió rápidamente al otro lado de la camioneta y ambas puertas tenían seguro también, no podía abrir y sus llaves estaban adentro. Corrió al otro lado del vehículo para tomar la llave cruzo y romper uno de los vidrios, pero cuando se disponía hacerlo, alcanzo a distinguir una silueta extraña que se reflejaba en el vidrio del vehículo.
Lleno de pánico Jeffrey empezó a sentir que la cabeza le daba vueltas, estaba confundido, no tenía idea que estaba pasando, se sintió débil, se apoyó contra el vehículo y al sentir que las fuerzas se le iban de su cuerpo cayó al suelo.
Con esfuerzo trataba de reaccionar, su mente estaba semiconsciente de lo que sucedía; sentía como su cuerpo estaba siendo arrastrado por el suelo, tirado por sus piernas. Quería reaccionar pero no podía, sentía como hormigueaba su cuerpo; era como cuando a uno se le acalambra el brazo, pero el sentía eso en todo su cuerpo.