Un trío estaba corriendo por el bosque, se trataban de dos chicos y una chica de unos trece años. Hacía poco que habían aprobado el examen para graduarse de la academia, así que ahora eran gennin, y estaban en una misión. Debían atrapar a un gato. Esta misión no le hacía mucha gracia a uno de los miembros de ese equipo, y ese era nada más y nada menos que el nieto del tercer Hokage, Konohamaru Sarutobi, pero aunque no le gustase esa misión él daba todo de su parte para cumplirla, ya que quería hacerse más fuerte para superar a cierta persona.
Después de perseguir al gato por toda Konoha, y molestar a unos cuantos transeúntes, por fin consiguieron atrapar al dichoso gato, y quien lo atrapó fue Konohamaru, con la ayuda de sus dos compañeros, Udon y Moegi.
Después de atraparlo fueron a la torre de la Hokage, para así entregar al gato a su dueña. Esta se puso muy contenta al tener de vuelta a su gato, pues la mujer lo estaba espachurrando.
- No me extraña que el gato haya escapado – comenta Konohamaru viendo como el gato era espachurrado por su dueña.
- ¡Konohamaru-kun! – lo regaña Ebisu-sensei.
La mujer paga por la misión que pidió y se marcha, dejando al trio y a su sensei frente a al Hokage y Iruka-sensei.
Konohamaru pide que la siguiente misión no sea tan aburrida, pues quería una más difícil, pero Tsunade-sama dice que eso es imposible, ya que se acaba de graduar como gennin y solo tendrían misiones de rango D.
- Está bien – dice Konohamaru -. Sé que tengo que trabajar duro para ser el séptimo Hokage.
- ¿Séptimo? – pregunta Tsunade -. ¿Qué pasa con el sexto?
- El sexto Hokage será Naruko-oneechan – dice este con una sonrisa y por fin el trio se retira con su sensei.
En la cara de la Hokage y en Iruka-sensei se forma una sonrisa nostálgica. Hacía ya dos años y medio que Naruko se había marchado con Jiraiya, uno de los sannin y antiguo compañero de Tsunade. Naruko quería hacerse más fuerte para ir en busca de su compañero, Sasuke Uchiha. El chico hacía como dos años y medio que se había marchado con Orochimaru, otro de los legendarios sannin, un criminal muy poderoso que mató al tercer Hokage. Ahora Sasuke era un desertor de Konoha, pero Naruko y Sakura no iban a abandonar a su amigo y compañero, así que durante ese tiempo ambas habían entrenado muy duro para poder rescatar a Sasuke y traerlo de vuelta a Konoha. Pero no solo por eso es por lo que Naruko estaba tan empeñada en traer a Sasuke de vuelta. Años atrás, cuando Sasuke se fue de la aldea, ella junto con otros compañeros fueron tras él, pero antes le hizo una promesa a Sakura. Prometió que traería a Sasuke de vuelta, ya que Sakura estaba enamorada del Uchiha y esta se sintió muy mal al no poder hacer nada para que el chico no se marchase.
Naruko se tomó muy enserio esa promesa, tan así que después de muchos obstáculos y que sus compañeros se enfrentasen a siervos muy poderosos de Orochimaru, la chica consiguió alcanzar a Sasuke, pero este no quiso volver a la aldea, así que Naruko luchó contra él. Una ardua pelea que dejó a ambos malheridos, pero Sasuke fue quien quedó en pie, viendo como Naruko flotaba en el agua con sus ojos cerrados. El chico estaba agotado y el sello maldito que Orochimaru le puso en los exámenes chunnin le empezó a doler, haciendo que se doblase del dolor, quedando su cara muy cerca de la de Naruko.
- Lo siento – susurró Sasuke -. Pero tengo que seguir con mi venganza.
Fue entonces cuando Sasuke besó a Naruko y se marchó. La chica lo había escuchado, y notó el beso de este, pero ella no podía ni moverse. Tiempo después Kakashi-sensei llegó y encontró a Naruko flotando en el agua y días después despertó en el hospital. Nunca le dijo a nadie de las últimas palabras de Sasuke y tampoco de ese beso, pues no quería hacer sufrir a Sakura, ya que la chica de por sí ya estaba mal. Lo que hizo fue sonreír y reafirmar su promesa de traer a Sasuke de vuelta. Por eso se marchó con Jiraiya.
- ¿Creen que volverá pronto? – susurra Shizune, la ayudante y primera alumna de Tsunade.
- Eso espero – responde Tsunade -. El tiempo se agota.
Lejos de la torre del Hokage, justamente en la entrada de Konoha, una chica de largo cabello rubio sujeto en dos coletas entraba a la aldea junto con un hombre de cabellos blancos. Los vigilantes se los quedaron viendo, pues no reconocieron a la chica en el primer vistazo. Izumo y Kotetsu se miraron un segundo.
- ¿Es ella? – pregunta Izumo.
- Creo que sí – responde Kotetsu -. Al fin ha vuelto.
En la aldea Sakura estaba yendo a la entrada principal de Konoha para recoger los reportes para su maestra, Tsunade-sama.
- Sakura-oneechan – grita Konohamaru al ver a la chica y corre junto a ella con sus dos compañeros.
- Oh, hola, Konohamaru – dice Sakura con una sonrisa.
El pequeño le pregunta que está haciendo y ella le cuenta, y los tres deciden acompañarla, ya que así podían hablar un poco con ella. Lo que Konohamaru quería saber era si sabía algo de Naruko. La chica era su rival y la verdad es que el niño la echaba de menos.
- No, no sé nada de ella – responde Sakura mirando al cielo. Ella también extrañaba a Naruko -. Pero estoy segura de que volverá pronto.
Siguieron caminando para llegar a la entrada de Konoha, y por otro camino se encontraba Naruko y Jiraiya. La chica estaba muy emocionada por volver a su amada aldea, y no pudo esperar por ver como estaba todo, así que dejó su mochila en el suelo y trepó por un poste, y así por fin pudo ver su amada aldea, incluyendo los rostros de los Hokages. Fue ahí cuando descubrió que ya habían tallado la cara de Tsunade.
- ¡Escuchen todos! – dice ella muy emocionada -. ¡Naruko Uzumaki ha vuelto!
Jiraiya se la queda mirando con una sonrisa, pues sabía muy bien que la chica había extrañado mucho la aldea.
Sakura junto con el trio de niños llegaron a la entrada, y estos al verlos le entregaron el reporte a la mayor y les dijeron a los cuatro que deberían darse una vuelta por la aldea, ya que se encontrarían con cierta persona.