Hanami se encontraba con los brazos cruzados sentada en el césped.
Sus ojos cerrados de tenerlos achinados, mientras ignoraba por completo los regaños de su maestra hacia los otros alumnos.
Se encontraba tranquila, hasta que un mechón de su cabello se subió como una antenita.
Se levantó como alma que lleva el diablo con sus ojos bien abiertos.
—¡Oni-chan necesita de mi ayuda!—gritó captando la atención de sus dos amigos cercanos.
Se dio la vuelta para salir huyendo de donde estaba.
Pero sintió como unos brazos le rodearon el cuerpo prohibiéndole la movilidad.
— ¡Espere, jefa! ¡No puede hacer eso!—dijeron ambos gemelos.
Los gemelos llamados Jun'Ichi y Osuke eran buenos y muy cercanos amigos de Hanami.Por supuesto, muy buenos para hacer travesuras juntos.
—Jun'Ichi... Osuke... ¡SUELTENME!—Hanami gritó intentando zafarse del agarre de sus amigos.
—Jefa, se supone que no podemos ir para allá— Osuke hizo más fuerte su agarre.
—Han sacado al resto de los estudiantes de rango menor de la academia... ¡YA QUE EL EXAMEN DE GRADUACIÓN SE LLEVARIA ACABO ALLI!— Jun'Ichi gritó siguiendo el ejemplo de su hermano.
—Shinachiku-ni-san no puede recibir ayuda de afuera, solo harás que lo suspendan— Osuke dijo.
—Además, piense un poco... Si su madre se entera ¡Le podría ir peor!
El rostro de Hanami se colocó morado.
Y dejó de forcejar.
Los gemelos se tranquilizaron momentáneamente, pero se preocuparon después al ver el fuego que salía del cuerpo de Hanami.
—¡Jefa le dijimos que es imposible!—le volvieron a sujetar.
—¡Si no me descubren no habrá problemas!—Esta vez Hanami hizo uso de su fuerza heredada de su madre y empezó a arrastrar a sus compañeros junto a ella.
— ¡Pues si lo harán!—gritó Jun'Ichi.
Hanami se detiene nuevamente.
Lanza un suspiro y los gemelos se despegaron de ella.
—No tienes por qué preocuparte jefa— Dijo Osuke.
—Shinachiku-ni-san seguramente tiene la ventaja completa de la situación—apoyó Jun'Ichi—. ¡Es un hecho!—dijeron los gemelos al mismo tiempo.
—Chicos...
Hanami tenía brillitos en los ojos.
—La conversación está muy buena ¿verdad?—el rostro de Hanami se arrugó al escuchar la voz de su profesora.
Y no solo Hanami, los gemelos se volvieron pálidos al ver a Anko con una sonrisa muy pero muy siniestra.
Anko se irguió y llevó su mano al cabello de Hanami al mismo tiempo que le alborotaba el cabello con obvia agresividad.
—¡Escuchen bien, mocosos!—Los tres niños se irguieron—. No vinieron aquí para hablar tonterías, están en mi clase y por su bien es mejor hacer el entrenamiento.
Anko bajó hasta el oído de Hanami.
Pues sabía perfectamente cuales habían sido las intenciones de la niña antes de ella interrumpirles.
—Conozco tu punto débil así que, porque no mejor llevamos la fiesta en paz para no involucrar a tu mami ¿mm?—Hanami comenzó a sudar frio mientras de su boca salía chorros de sangre.
—Jefa...
Los gemelos se abrazan entre ellos con el mismo pánico que Hanami.
❁❁❁
Inojin Y Shikadai seguían su rumbo planeado.
No obstante, se detuvieron al ver en el pasillo un enjambre de insectos que formaban una flecha señalando una ruta.
—¿Insectos? ¿No son los insectos de Ibuki?— Preguntó Inojin.
Shikadai asintió-. Posiblemente estén necesitando ayuda.
Inojin le miró enseguida respingándose en el lugar.
—¡¿Qué quieres decir?! ¿Acaso existe otra niña lo suficientemente fuerte como Himawari?— Shikadai rodó sus ojos para mirar a su amigo.
—Pues... si te soy honesto—Hizo una pausa—. No necesariamente se tiene que poseer la astucia y locura de Himawari para poder resaltar en el combate.
—¿Qué quieres decir?
—Si sabes cómo jugar tus piezas, si es un movimiento que nadie se lo esperaba, tenlo por seguro que obtienes la ventaja—Dijo Shikadai.
—Entonces...—Inojin intentaba entender las palabras de Shikadai—. ¿Qué hacemos?
—Hay que separarnos—Dijo decidido Shikadai.
—Entiendo.
—Iré a socorrer a los chicos, tú busca la manera de tomar el banderín.
—¿Qué pasará si me encuentro con ChouChou?—Preguntó Inojin con el ceño fruncido.
—No deberías preocuparte por eso, a como van las cosas Uchiha Toshi posiblemente se haya topado con ella—respondió.
—¡Tienes razón!
Ambos se separan.
Shikadai va directo a socorrer a sus otros compañeros, mientras no dejaba de pensar quien podría ser la responsable de aquello.
Siguiendo los insectos, tuvo que cruzar por un pasillo sin embargo su cuerpo se impactó fuertemente con otro.
Su andar se volvió un poco torpe al retroceder.
Shikadai enfocó su mirada al escuchar un quejido de la parte contraria.
Sumire se encontraba en el suelo adolorida.
—¡¿Delegada?!-Estaba sorprendido—. ¿Te encuentras bien?
Shikadai se acercó extendiendo su mano para poder ayudarle a levantar.
—Shikadai-Kun, si. Estoy bien— Sumire se dispuso a tomar la ayuda.
Shikadai se percató de que Sumire regresaba de la misma dirección en la que él estaba siendo guiado.
<<Un momento...>> pensó al tener una idea.
Rápidamente retrocedió del lugar, saltó para crear una distancia prudente.
Recordó sus palabras que le había dicho a Inojin.
<<La delegada es alguien bastante sumisa, de ser como siempre, hubiera ayudado a los chicos al venir en aquella dirección... Sin embargo, los insectos no han dejado de señalar el camino. ¡Eso solo significa algo!>> pensó Shikadai.
—¡Técnica de atadura de sombras!—Shikadai juntó sus manos y de sus pies salió una sombra que se ajustó a la sombra de Sumire.
Sumire sintió su cuerpo contraerse con una presión.
—¿Shikadai-kun?—Sumire aun se encontraba en el suelo.
—Solo lo preguntare una vez— Shikadai juntó el entrecejo—. ¿Qué fue lo que le hiciste a los demás?
Editado: 01.07.2024