Capítulo 9

Las clases continuaron con normalidad está el día del partido de Quidditch, donde Harry había tenido un accidente debido a los dementores, poniendo furioso a Dumbledore. Además de que Draco hizo un drama por un simple golpe que bien se lo tenía merecido por insultar una criatura mágica como un Hipogrifo.

Hermione estaba preocupada por y quería ayudar a Buckbeak, quería ayudar a Hagrid a encontrar una solución para salvarlo ya que lo habían sentenciado a muerte, pero entre lo de su apretado horario de clases casi no encontraba una solución para salvar a Buckbeak.

El bosque luna seguía practicando el espectro patronus y sin conseguir el corpóreo, mientras Sasuke le decía que debe usar su momento más feliz. Luna recordó que lo ocurrido en el tren camino a Hogwarts cuando Sasuke la sujeto del brazo atrayéndola hacia él y volvió a decir el hechizo lográndolo esta vez. Salió una liebre dando brincos por todos los lados emocionando a Luna que abrazo a Sasuke.

—Eres un gran maestro —dijo Luna.

—Lo hiciste tu misma deberías alegrarte —respondió Sasuke —vámonos.

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—Todavía no encuentro nada para ayudar a Buckbeak. Si no estuviera tan ocupada con todas las clases de este año, tendría más tiempo. o si Draco dejara de ser un idiota arrogante. —decía Hermione.    

—Entonces por eso siempre te encuentro tan cansada —dijo Naruto apareciendo en una esquina acercándose a la mesa donde estaba Hermione. —te estas sobre exigiendo mucho. No es bueno para ti.

—La verdad no pensé que este año fuera tan agotador. La culpa la tiene Malfoy —dijo Hermione.

—En eso te equivocas Hermione. La culpa la tiene tanto Draco como el profesor Hagrid. —respondió Naruto.

—¿A qué te refieres? Draco estaba en la clase escucho las advertencias de Hagrid e hizo algo tonto —dijo Hermione.

—Puede ser, pero el profesor llevo una criatura mágica peligrosa. Debió empezar por una más pequeña y dócil —explico Naruto.

—Si te vas a poner así. No me ayudes —dijo Hermione molesta por el comentario de Naruto, pero dentro de ella sabía que lo dicho era verdad. 

—Está bien. lo siento. Déjame… —Naruto fue interrumpido por Ron.

—Aléjate de ella. Estas bien Hermione. No te hizo nada —dijo sacando su varita apuntando a Naruto.

—¿Qué estás haciendo Ron? Baja la varita —dijo Hermione nerviosa por la situación.

—Te está molestando —dijo Ron.

Naruto no soportaba a Ron. No entendía su problema con él, con Sasuke o cualquier Slytherin —no te preocupes Hermione. Te prometo que nada le pasara a ese hipogrifo —dijo Naruto levantándose.

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Naruto y Sasuke estaba sobre las nubes del colegio, en un combate amistoso para comprobar los resultados de sus entrenamientos, para el control de chacra del jubi. Era un combate cuerpo a cuerpo con cada uno respondiendo los ataques del otro finalizando en un gran choque entre el rasengan y el chidori que sacudió las nubes despejándolas.

—El entrenamiento va bien. con esto será suficiente no lo crees Sasuke. —dijo Naruto.

—La verdad no me gustaría usar ese poder. En algún lugar debe de existir un sitio adecuado —respondió Sasuke.

—Mientras tanto debemos quedarnos aquí y seguir estas reglas —dijo Naruto.

—Deberías controlar esos deseos tuyos por matar a Weasley —dijo Sasuke.

—Ese mocoso me tiene hasta la coronilla. Si sigue así lo terminare matando —respondió Naruto recostándose sobre una pequeña.

Sasuke no dijo nada.

—cierto deberíamos hacer algo con ese tal Sirius Black. Desde hace un tiempo, siento su presencia rondando el castillo. Talvez deba capturarlo y enviarlo a esa prisión de Azkaban.

—Dejémoslo estar, por el momento. Por lo menos hasta que la recompensa sea más alta —dijo Sasuke.

Naruto miro en dirección, este, sonriendo. —todo sea por nuestro objetivo.

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Un accidente improvisado ocurrió durante el partido de Quidditch, los dementores habían ingresado dentro del colegio atacando a Harry durante el partido haciendo que Harry se cayera desde las alturas a la vista de todos asustándolos por completo, siendo salvado por Dumbledore.

Al despertar en la enfermería Harry se enteró de que su equipo había perdido el partido y no solo eso su escoba se había destruida. No obstante, algo curioso ocurrió algo impresionante días después Harry recibió una nueva escoba. La Saeta de fuego, la escoba más rápida del mundo.

La casa de Gryffindor estaba emocionada por la escoba, porque ahora podrían ganar más fácilmente los partidos de Quidditch, sim embargo Hermione intervino.

—Conque es eso —dijo la profesora McGonagall con los ojos muy abiertos, acercándose a la chimenea y examinando la Saeta de Fuego. —La señorita Granger me acaba de decir que te han enviado una escoba, Potter. Harry y Ron se volvieron hacia Hermione. Podían verle la frente colorada por encima del libro, que estaba del revés.

La profesora McGonagall le pidió la escoba y al saber que no la envían enviado con una nota se la llevo dejando sorprendido a Harry que no podían creerlo. Y se la llevo para examinarla, para evitar problemas futuros en contra de Harry. Debido a esto tanto Harry como Ron se enojaron con Hermione y no le dirigieron la palabra.