Allison estaba caminando hacia el lugar donde se vería con Sarah, le había dicho que tenía una sorpresa para ella, que sería el mejor regalo de navidad, pero que debía llegar veinte minutos antes de medianoche en el lugar de siempre entre las montañas en su árbol favorito. Su amiga estaba muy extraña, pero no le dio importancia, por fin la había luego de varios meses. Cuando se está acercando ve que el árbol está completamente iluminado por pequeñas velas dentro de farolillos de vidrio, era hermoso, parecía un árbol encantado por las hadas y los duendes de cuando eran niñas. Se fue acercando y comenzó a buscar a su amiga, pero no se veía por ningún lado. Sarah le había pedido que buscara su regalo en un punto específico así que se dirigió hacia la parte trasera del árbol y se encuentra nada más y nada menos que con Aiden.
_Aiden_ musita por lo bajo_ ¿qué haces aquí, donde esta Sarah?
_Hola, estas preciosa _pues ella llevaba un vestido sencillo y elegante para la cena de navidad. Y el también estaba muy guapo con sus pantalones oscuros y esa camisa azul que hacia juego con sus ojos _parece que nos vera en la cena con tu familia. Pero quería que recibieras los obsequios de las hadas.
Allison se sonrojo al darse cuenta que su amiga le había contado acerca de eso. Seguro pensaría que era una tonta por eso, pero luego recordó que debía estar lejos de él, ya que había vuelto con Megan, ese beso no podía ser otra cosa.
_No entiendo que haces aquí, acaso viniste con Megan.
_Por qué habría de venir con ella.
_Los vi juntos el día que salía de casa.
_No es lo que crees, solo nos estábamos despidiendo.
_Vaya manera de despedirse.
_Déjame explicarte.
_No tienes porque, tu y yo no somos nada.
_Pero me gustaría que eso cambiara.
La joven creía que su corazón le saldría por la garganta, no podía ser lo que ella imaginaba ¿o sí?
_¿Q-qué quieres decir?
_Que quiero que seas mi novia Allison.
_¿Por qué? _pregunta bajito temiendo que no sea real.
_Porque me gustas desde que te vi aquella navidad cuando me mude, eres una chica especial y desde que te conozco no he podido sacarte de mi cabeza, aunque fueras más joven que yo.
_Solo son cinco años.
Él sonríe ante su respuesta y la mira esperando una respuesta como si su vida dependiera de ello.
_Entonces…, ¿qué dices, aceptas?
Por Dios niña, di algo que antes de que nos mates de infarto cerebral y de corazón.
_Tú también me gustas desde siempre, no puedo creerlo, si, si quiero ser tu novia _responde emocionada y saltando hasta sus brazos, se separan un poco y se miran a los ojos, de nuevo ese cosquilleo en el cuerpo, definitivamente es amor. Y lo sellan con un romántico beso bajo el árbol encantado, en una noche buena muy especial pues comienzan los fuegos artificiales en el pequeño pueblo.