A la mañana siguiente la amnesia provocada por el alcohol se hizo presente, nadie, a excepción de Alex y Marce, recordaron lo ocurrido hace apenas unas horas. Así que la histeria volvió a reinar en el lugar, entonces ambas se pusieron a calmarlos, por segunda vez.
-Debe haber alguien allá fuera, nos encontrarán, tranquilos, ahora debemos ver cómo vamos a sobrevivir de este lado. Es la parte menos poblada y más limitada del lugar, debemos sobrevivir con lo que tenemos a la mano.
-Sé que están asustados, pero escuchemos a Rose, tiene razón. Debemos ser fuertes, propongo que nos dividamos en pequeños grupos; uno de búsqueda, uno de alimentos, otro de comunicación y, por último, uno de asentamiento. Debemos trabajar juntos y apoyarnos unos a otros. Sé que están asustados, que están dolidos y quieren ver si sus familiares están bien, pero justamente por ellos debemos seguir y hacer lo mayor posible para mantenernos vivos para cuando nos encuentren.
-Bien Marce, lo haremos, confiamos en ti. – Dijo la voz de un chico. Es rubio, de mediana estatura y musculoso, piel clara que contrasta perfectamente con su pelo negro. Algo que llamaba tu atención eran las tres lágrimas que tenía tatuadas debajo del ojo. El tatuaje le quedaba muy bien.
-Y prometo no fallarles Frank, pero deben ayudarme.
La siguiente media hora transcurrieron rápido, Marce se encargó de repartir a las personas entre los cuatro grupos. Alex estaba en el grupo de Marce, era el de búsqueda. La idea era averiguar todo lo posible para sobrevivir ahí el tiempo que sea necesario, van a tantear el terreno a ver hasta dónde llega el muro y tratar de ver qué podían hacer con lo encontraran. Y, lo más importante, debían averiguar si había agua o no.
Los demás grupos tenían funciones similares. El de alimentos se encargaría de hacer un inventario de lo que tenían en el minimarket; el de comunicación, trataba de establecer alguna línea con el exterior para así poder tener algún tipo de comunicación; el de asentamiento se encargaría de establecer su estancia allí, como lugares para dormir y cosas por el estilo.
°*°*°*°*°*
- Marce, ¿segura que estás bien siendo la responsable de tantas personas? Y disculpa si te incomoda mi pregunta. – habló Alex.
- Está bien, descuida. Pero, si no soy yo, entonces ¿quién lo hará? Están asustados y confían en mí, no puedo fallarles. Además, estás aquí, eres la única que no parece aterrada con todo esto y lo agradezco profundamente. Por eso te quiero proponer que me ayudes con esto, sé que es mucho, pero, aun así, ¿podrías?
Tenían un largo rato dando vueltas por le bosque, un grupo de 10 personas con Alex y Marce de cabecillas. Hasta ese momento no habían hallado nada relevante y algunos se estaban cansando de ver el muro interminable. Habían intentado ver si había alguna apertura, pero no encontraron nada, excepto un claro que, con suerte, podrían adaptarlo para plantar. Digo con suerte porque hasta que no hallaran agua no podrían hacer nada y el hecho de que hayan recorrido muchos kilómetros los está preocupando, porque no hay ni el menor indicio de algún cuerpo acuoso.
- ¡Oye Marce, paremos un rato, esta mierda parece no tener fin y estoy cansado!
Marce se detiene y se da la vuelta para responder - Tienes razón Frank, todos estamos cansados y hasta ahora no hemos encontrado nada, descansemos 10 minutos y luego vamos a volver. Hoy no hemos tenido suerte y no podemos pasar la noche en este bosque. Rose, ¿podrías venir conmigo?
- Seguro. – dijo dejando su mochila recostada de un árbol. Los demás hicieron lo mismo y se sentaron a reposar un momento y a hidratarse.
Se apartaron un poco del grupo hasta que hallaron un buen lugar en el cual descansar. Era una gran roca que estaba en un costado, cerca del muro. Se acomodaron sobre ella y sólo permanecían allí, cada una absorta en sus propios pensamientos. Alex suspiró dejándose sumir por la paz y tranquilidad del lugar; se quedó observando la naturaleza un rato, el bosque, el aire fresco, el silencio, todo ese panorama siempre le había resultado fascinante, todo se veía tan verde y le encantaba como el sol incidía en algunas partes iluminando todo a su alrededor. No encontraba otra palabra para describirlo más que “mágico”.
- Es maravilloso, ¿no crees? Casi mágico- dijo Alex.
- Sí, es increíble como nuestro mundo parece haber llegado a su fin y en este lugar simplemente parece que todo está normal, todo se ve tranquilo, como si nada hubiera ocurrido. – Marce cierra los ojos y deja que el viento acaricie su rostro, Alex aprovecha para observarla, es hermosa. Detalla sus delicados rasgos, su fina nariz, cómo el pelo revolotea su cara, rozando sus suaves mejillas y de vez en cuando rozando esos delicados labios que se ven tan suaves y rosados que a Alex le dan ganas de… “Pero qué diablos estoy pensando, debo concentrarme y dejar de pensar en tonterías.”
Alex aparta la mirada inmediatamente y se concentra en otra cosa, hasta que escucha las pisadas de alguien acercándose.
- Marce, podemos irnos, ya estamos listos.
- Bien Frank, diles que nos vamos – este se retira y Alex aprovecha para hablar mientras se dirigen al grupo nueva vez.
-Creo que deberías presentarme, supongo que tendría que conocer a la gente con la que estaré sobreviviendo.