Nexus Parte I l: El Laberinto De Las Pesadillas.

Canción de cuna.

José estaba mirando el techo de su habitación mientras lanzaba al aire una pequeña pelota de tela que en ese lugar y en ese momento era su única distracción. En los viejos tiempos vería algún anime o leería algún manga. Incluso pensó que podría estar jugando un videojuego con sus amigos.

Pero esos tiempos ya estaban demasiado lejos. 

—No será necesario llegar a eso— José recordó el resto de la conversación que tuvo con Navier. Incluso recordó como paso saliva con dificultad— Y-yo haré lo posible por que regrese… Ella no lucho en serio y creo que al haber visto los videos, tú también lo sabes.

Navier era consciente de eso pero…—De todas formas pensar que puedes cambiarla y traerla de regreso no significa que puedas hacerlo y la verdad es que no creo que puedas hacerlo…

—No puedo dejar de intentar…

— ¡¿Quieres que te golpee de nuevo?!— Preguntó Navier, alzando su puño.

—Por favor, pero entiendo lo que quieres decir. De todas formas yo me hare responsable de mi compañera, eso es todo y no necesito que se involucren— Termino este.

—Eso es muy egoísta, al fin y al cabo ella también era mi amiga… Es— Dijo está, regresando la vista al campo de batalla.

José ya no respondió nada.

—Una última cosa… Debes entender que si no puedes traerla de regreso, entonces yo la mataré y te interpones en mi camino, te mataré también— Dijo está mientras hacía aparecer dos cuchillos para comenzar el entrenamiento— Así que aprovecha para volverte fuerte ahora que puedes.

José sabía que hablaba en serio.

Sin pensarlo más, también se preparó para la práctica.

José tomo la pelota cuando regreso a él y la apretó con fuerza. Era consiente desde el principio que no podía echarse para atrás ahora que había dicho eso.

—Chicos, vengan a ver…— Beatrisa los llamo desde el centro del ala de habitaciones para que verificaran los datos recién obtenidos en la práctica.

La práctica había durado al menos dos horas, eso tomando en cuenta que los chicos habían resistido la tercera forma de formas diferentes.

Casi todos se asomaron desde sus habitaciones, sin salir.

—Sus datos corresponden a la utilización por primera vez de sus tesoros en esa forma pero he notado perturbaciones en ellos como los que encontré en la katana de Celeste. No olviden que sus Luceros están muy relacionados a sus estados psicológicos así que… Creo que primero deberíamos céntranos en eso— Explico la chica, mirándolos a todos. También anuncio que la corrosión es tanta como cuando usaban la segunda fase, lo que quiere decir que o bien ya son más resistentes a esta o su cuerpo está más preparado para la tercera fase que para la segunda, por alguna razón.

— ¿Y eso es bueno?— Preguntó Ulises, sacando la mano de su habitación para fingir que levantaba la mano.

—Aún es pronto para saberlo— Aseguro está.

Todos se miraron con nerviosismo.

—Seguiremos entrenando en una hora, así que prepárense. Veremos que pasara ahora y verificare si estos datos en realidad solo tuvieron que ver con ser la primera vez que lo usan aunque estoy casi segura de que no— La chica termino, saliendo de su zona de habitaciones.

—Parece que estamos confundidos— Celeste al menos hablaba por ella.

No pudo evitar recordar lo que paso antes de comenzar su entrenamiento.

Celeste se transformó en niña mágica frente a las demás y no pudo evitar comparar las ropas hermosas y brillantes de sus amigas con las suyas, que parecían hechas al aventón, como si se hubiese acabado la imaginación o el hilo mágico.

Llevaba una falda que parecía cortada por la mitad, dejando solo la parte derecha, esta le llegaba sobre las rodillas y era de un color rojo y morado. Portaba con unas mayas de color blanco que le cubrían toda la pierna además de unas botas negras, mientras que su pierna izquierda aun llevaba la armadura de combate. De ropa superior llevaba su armadura normal pero sus mangas eran de un vestido morado con rayos rojos, que también estaba llena de holanes y sus cabellos estaban recogidos en una cola que estaba sujeta por un moño rojo brillante. Sus ojos ahora estaban pintados con una sombra morada en la parte superior y una roja debajo.

En su imaginación, Roció y Navier la juzgaban en silencio por tan horrible atuendo.

Roció vestía un vestido de color dorado, que del lado derecho era largo mientras que del otro lado era corto, dejando libre sus piernas que mostraban unas botas que llegaban solo un poco por debajo de la rodilla, llevaba un corsé de un color blanco y las mangas del vestido eran largas y con holanes que de hecho dejaban caer algunos listones largos y anchos, de un color dorado y blanco. Su cabello estaba amarrado con un moño blanco que brillaba y que también dejaba caer listones brillantes sobre sus cabellos. Uno de sus mechones estaba amarrado por una trenza que caía por el lado derecho de su rostro. Su nombre en clave era Aurora por la Bella Durmiente.

Celeste sabía que era mejor Bella pero Lavanda ya tenía ese nombre por la Bella y la Bestia.

Por otro lado, Navier portaba un vestido blanco, con solos algunos bordes de color azul cielo en el borde de la falda y en las costuras de sus mangas, además de eso llevaba una corona de cristal brillante sobre su cabeza. Sus hombros estaban descubiertos y llevaba unos guantes blancos que llegaban hasta sus antebrazos. Sus botas eran grandes y le llegaban hasta debajo de las rodillas y la misma falta tenia holanes grandes que llegaban hasta el suelo en la parte trasera, aunque por delante se notaba que era una falda corta que le llegaba sobre las rodillas.



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En el texto hay: pesadillas, multiverso, chicasmagicas

Editado: 29.01.2023

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