Nexus Parte I l: El Laberinto De Las Pesadillas.

Un combate de niñas mágicas.

Hela era llamada Blanca Nieves, tanto por su poder venenoso, tanto como por su ropa que referenciaba a la protagonista de dicho cuento.

Llevaba una vestido blanco, con grandes holanes de color azul rey en la falda y en sus mangas, sobre este, un corsé pero este le cubría hasta el pecho, apretándoselo, lo que solo remarcaba sus grandes atributos. Por otro lado sus mangas estaban abiertas en los antebrazos, dejando al descubierto su piel clara. Sus cabellos morenos estaban adornados con rosas de color blanco que parecían soltar partículas cada que se movía. También llevaba unos guantes blancos.

El resto de las chicas también se transformaron desenvainando sus espadas y armas mágicas.

— ¿Q-qué están haciendo?— Preguntó Celeste, confundida, aun tratando de entender lo que estaba pasando ¿Era alguna prueba? ¿Alguna broma pesada que se les estaba saliendo de control?

— ¿No es obvio?— Le pregunto Catherine, mostrando una sonrisa de suficiencia— Vamos a probarte.

— ¿Probarme?— Celeste trato de tomar su espada pero estaba desnuda.

—Claro, eres una niña mágica ¿No? Necesitamos verificar que realmente puedes serlo— Le comento Roció mientras jugueteaba con algunos hilos de su rueca dorada y brillante— ¡Iremos con todo!

—Chicas, y-yo tengo mi tesoro— Celeste trato de tranquilizarlas— No seré una niña mágica a menos que sea necesario ¿Si? Tranquilas…

—Una respuesta propia de una cobarde— Lavanda no pudo evitar mostrar una mueca de asco— Tienes el poder para volverte una niña mágica pero sigues huyendo ¡Que patética eres!

—Yo sé que no encajo con ustedes, eso es todo— Les dijo la chica con firmeza pero sus manos temblaban. Tener a cinco niños mágicas frente a ella podría doblar cualquier voluntad.

—Entonces no mereces quedarte con nosotros— Le dijo Amapola mientras formaba un segundo escudo.

Amapola también tenía un apodo: Caperucita Roja.

Portaba un vestido blanco corto que le llegaba un poco más sobre las rodillas, que dejaba libre sus hombros pero estos estaban cubiertos por unas hombreras de color plata con el grabado de un lobo. El cuello del vestido era cuadrado que dejaba ver un corsé rojo que era bastante cómodo y que resaltaba su busto. Sus piernas hasta debajo de las rodillas portaban unas espinilleras del mismo color que la de sus hombros con más grabados de lobos marcados en rojo y sus brazos estaban cubiertos por unos guantes de metal completos. Llevaba una capa roja grande que también le cubría la cabeza. Sus largos cabellos ahora estaban amarrados en trenzas con moños rojos y blancos.

Celeste entendió que no se detendrían.

Ella recordó que había preguntado con anterioridad sobre los Luceros y su capacidad de aparecer cuando ellos lo pensaban, algo explicado con magia pero que ahora debías tener alguna explicación. Quizá siempre estaban dentro de ellos y solo se muestren cuando ellos lo piensen.

Hela avanzo con rapidez hacia ella para cortarla pero esta logro moverse con gran velocidad gracias a los rayos, teniendo que moverse antes de que algunos hilos la atraparan contra la pared.

Cuando regreso al suelo, tuvo que retroceder pues Lavanda había tratado de aplastarla con su espada, a lo que esta giro sobre si misma, generando una segunda espada que por poco corta la cabeza de Celeste.

Amapola salto sobre ella desde su costado con el borde de su escudo con la intención de cortar su cabeza ahora que tuvo que retroceder más.

Celeste entonces libero electricidad de su cuerpo, lo que aparto a las chicas mágicas por poco de ella.

—Como esperaba, tan rápida como siempre— Le felicito Amapola mientras bajaba su escudo.

Celeste sabía que podría huir todo el tiempo que quisiera pero en algún momento se distraería y todo terminaría para ella. Iban a matarla de verdad.

Sujeto su muñeca temblorosa.

— ¿Estás temblando?— Catherine le miro con atención.

Celeste les miro con fiereza antes de que una rápida flecha le hiciera un rasguño en la mejilla.

—Veremos si eres más rápida que yo— Catherine sonrió casi de forma inhumana mientras le apuntaba con su ballesta.

—Esto podría ser divertido si tan solo hicieras algo más que evitarnos— Lavanda también se sonreía de forma inhumana, mostrando sus filosos dientes mientras su cuerpo cambiaba.

Celeste entiendo que no tendría más opción que usar ese poder por lo que brillo, convirtiéndose en una niña mágica como ellas. 

Trato de generar un arma pero a diferencia de las niñas mágicas las cuales podían generar un arma física, ella termino sujetando un rayo brillante de color morado y rojo en forma de su tesoro sagrado.

—Parece que de verdad se pondrá interesante— Lavanda fue la primera en atacar, saltando con su espada lista para cortarla pero Celeste se movió hacia un lado en el último momento, entonces lanzo un corte al costado de la chica que termino siendo disparada con potencia hasta la pared contraria.

¿Era su imaginación, o el cuarto de verdad se había vuelto más grande?

Celeste tuvo que apartarse a gran velocidad cuando una flecha por poco le da en la cabeza, seguido de un montón de estas por poco atraviesan su cuerpo de no ser porque la electricidad que desprendía terminaba destrozándolas, al menos, a la mayoría.



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En el texto hay: pesadillas, multiverso, chicasmagicas

Editado: 29.01.2023

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