Niebla y Bruma-Tomo 1

12-Día de Playa

Una profunda sensación de desasosiego mantenía despierto a Bruma, luego de una hora dando vueltas en la cama renuncio a dormir, encendió la lámpara y se levanto.

 

-Bueno, no se hará solo-suspiro.

 

Su habitación era la central y sabía, porque podía escuchar a Duncan roncar con toda claridad, que las paredes eran delgadas, de modo que se movió con cautela mientras buscaba todo lo que necesitaba y lo colocaba en su escritorio: una carpeta, lápices, tarjetas para resúmenes y los dos cuadernos que había traído consigo del orfanato.

 

-A trabajar-apago todo menos la lámpara del escritorio.

 

Podía escribir bastante bien sin Niebla pero prefería su compañía, ahora cuanto le preocupaba era poner en orden su material en miras de hacer un primer borrador, dedico varias horas de labor constante en repasar sus cuadernos, anotar todo lo importante en las tarjetas y acomodar estas en la carpeta, cuando concluyo y vio el reloj se dio cuenta de que era pasada la una, estaba exhausto pero satisfecho y lo guardo todo antes de volverse a acostar.

 

Le pareció que apenas había cerrado los ojos cuando alguien lo despertó.

 

-Arriba, dormilón, o te dejaremos en casa.

-¿Tía Katrina?

-¡Nos vamos a la playa!-vio a Jenny pasar por la puerta.

-¿Eh?-se restregó los ojos-¿Qué pasa?

-Pasa que esta gente amaneció con ánimos de ser normales-bromeo Niebla.

 

Mientras se despabilaba y alistaba se entero: iban a ir todos a pasar el día en la playa…ok, ir a la playa en California debía ser la cosa más normal del mundo, la sorpresa estaba en que había sido idea de Heichin e iba a acompañarles.

 

-Lo conozco de media vida y nunca lo vi de tan buen humor-comento Simón, viéndose rarísimo sin su bata de laboratorio.

-Debe ser por Nina-dijo Hana.

 

Sin duda, desde buena mañana el pintor andaba dando vueltas haciendo los preparativos con Nina en el hombro, otra gran sorpresa pues nadie habría creído a Dreken capaz de compartir el espacio con otro, salvo quizás con Ozono.

 

-Jamás imagine verte tan cerca de un Musical-le dijo este, manifestando su asombro.

-Es una historia larga como la nuestra.

-¿Por este es que no te gustan los Lógicos?-intervino Nina, con su destajo habitual.

-¿Cómo que no?

-Cuando conocimos a Simón y Quimistry armo toda una pataleta, no quería que Heichin fuera amigo de alguien con un Lógico.

-Yo no hice una pataleta-dijo Dreken.

-Así de mal, ¿eh?-dijo Ozono, en tono cómplice.

-¿Qué esperabas?-le respondió el Pictórico de igual modo.

-Dulces melodías, ¿pues qué ocurrió entre ustedes dos?

 

Dreken le clavo una mirada furibunda, Ozono parecía más dispuesto a decirle pero antes de que cualquiera abriera la boca Heichin se aparto de Katrina y se dirigió a Ulrich, que en ese momento entraba llevando dos grandes canastas de picnic.

 

-Las puertas están cerradas y aseguradas, señor.

-Podemos irnos.

 

Bruma tomo la carpeta que preparara durante la noche y giro hacia la puerta pero, para su desconcierto, todos salieron al jardín, se apuro para alcanzarlos y los siguió hasta el mirador, allí le aguardaba la tercera sorpresa del día: había un portoncito disimulado que daba a una larga escalera que permitía bajar al trozo de playa que se observaba desde el mirador y que él había creído inaccesible.

 

-Asique incluso tiene su cachito de playa privada, ¿que sigue?

-Niebla…-iba bien agarrado a la baranda y despacito, las grandes alturas siempre le habían puesto nervioso.

 

No se sintió cómodo hasta pisar la arena de la playa, estaba fría pues a esa hora aun recibía la sombra del farallón.



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En el texto hay: arte, entes, pintura

Editado: 30.07.2018

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